Por Carlos Noriega
Desde Lima
Los distintos escenarios que se le abren al Perú luego de las elecciones de hoy domingo están marcados por la incertidumbre. De todos los posibles, el más explosivo es el de un triunfo del presidente Alberto Fujimori en primera vuelta. Según las encuestas, una victoria absoluta de Fujimori hoy domingo sólo sería posible adulterando los resultados electorales.
�Si Fujimori gana en primera vuelta nadie le creería�, asegura Fernando Rospigliosi, analista político y columnista de la revista Caretas. �Inestabilidad es la palabra que define lo que se viene�, resume Rospigliosi, para quien el escenario de un triunfo fujimorista hoy abriría las puertas �a movilizaciones de protesta contra el fraude� y a �una reacción internacional que desconozca esos resultados�. ¿Estará dispuesta la comunidad internacional de llegar a desconocer a un nuevo gobierno de Fujimori? �Claro que sí -.asegura convencido Rospigliosi�, no sólo es Estados Unidos y la Comunidad Europea los que se han pronunciado contra un fraude y advertido de sus consecuencias, también están varios países de América Latina, que aunque no lo han dicho públicamente, están en esa misma línea. No se puede predecir cuánto tiempo duraría ese gobierno, pero entraría en una crisis irreversible�, asegura. El columnista de Caretas compara lo que puede pasar en el futuro inmediato en el Perú con lo ocurrido en República Dominicana luego de la re-reelección fraudulenta de Joaquín Balaguer en 1994. �El extremo puede ser una solución al estilo Balaguer, cuando la presión internacional lo obligó a dejar el poder y se convocó a nuevas elecciones.�
Mirko Lauer, analista político y columnista del diario La República, también vislumbra un panorama de �confrontación muy fuerte� si se anuncia la re-reelección en primera vuelta del presidente peruano. En ese caso, Lauer coincide en que el camino llevaría �a una sanción de la comunidad internacional�. Crisis interna y presión externa, un panorama en el que �se oiría el ruido de los sables�. En conversación con Página/12, Lauer traza los distintos escenarios posibles que se pueden presentar en el Perú a partir de hoy. �La secuencia puede ser fraude y luego ingobernabilidad por las protestas internas y la presión externa; otro escenario posible es que luego del fraude haya un golpe que establezca una junta transitoria y postergue por un tiempo las aspiraciones de los candidatos opositores; también puede haber un golpe, o autogolpe, que endurezca la represión, con lo que el tercer fujimorismo sería claramente dictatorial; una posibilidad que no se debe descartar es que Fujimori renuncie ante las presiones y deje en el gobierno a su fraudulento vicepresidente, Francisco Tudela, y al fraude también le puede seguir un entendimiento de Fujimori con algunas fuerzas políticas que están participando en las elecciones.�
Para Santiago Pedraglio, analista político y columnista del diario Gestión, la gran incógnita es �la capacidad de la oposición de responder al fraude y de organizar la insurgencia�. Recuerda que la situación del Perú es muy especial, porque no existen partidos políticos ni movimientos sociales organizados, lo que podría llevar a que las protestas desorganizadas se vayan apagando luego de un primer impulso de reacción. También coincide en la importancia que tendrá la posición que asuma la comunidad internacional. En este frente, y ante un fraudulento triunfo de Fujimori, jugará un papel clave la misión de observadores de la OEA, que preside el ex canciller de Guatemala, Eduardo Stein, quien ha endurecido su floja postura inicial.
Rospigliosi está convencido de que Fujimori debe hacer el fraude en la primera vuelta, porque en la segunda �será más difícil, porque habría mucho más vigilancia de las elecciones�. Pedraglio coincide en que una segunda vuelta sería muy riesgosa para Fujimori. �El escenario de lasegunda vuelta sería impredecible para el gobierno, sería una caja de Pandora�. Lauer discrepa y cree que para el gobierno no sería tan complicado el panorama de la segunda vuelta. �No me imagino más vigilancia de la que ha habido ahora. Una segunda vuelta le daría al fujimorismo la posibilidad de negociar con algún candidato presidencial, como (Federico) Salas por ejemplo, de ofrecerle una serie de cosas a congresistas que hayan asegurado su elección, y le daría un mes para desprestigiar a Toledo, como antes lo hiciera con (Alberto) Andrade y (Luis) Castañeda, y para amenazarlo de mil formas. No hay que olvidar que Toledo es una sorpresa de las últimas tres semanas que ha obligado al gobierno a reaccionar de emergencia. Una segunda vuelta le daría tiempo para replantearse cómo enfrentarlo.�
A pesar de la voluntad de Fujimori de aferrarse al poder, la posibilidad de que Alejandro Toledo llegue a la presidencia es un escenario a tomar en cuenta. Para Santiago Pedraglio, Toledo �es una incógnita. Nadie conoce realmente cuál es su entorno ni cuál sería su equipo de gobierno. No tiene un partido, no tiene organización, no tiene nada�. Lauer está convencido de que con Toledo las cosas �no cambiarían mucho. La gente que no tiene partido, que no tiene los instrumentos necesarios para gobernar y quiere ser presidente es porque tiene una neurosis autoritaria o democrática de muy baja intensidad�. ¿Es también el caso de Toledo? �Sí. Ahora, a Toledo hay que darle el beneficio de la duda y le debemos gratitud por limpiarnos de Fujimori, pero eso no debe cegarnos para no ver los riesgos que implica�. ¿Y las relaciones de Toledo con las Fuerzas Armadas y el tenebroso jefe de Inteligencia Vladimiro Montesinos? �No me imagino al señor Toledo pisando muchos intereses en las Fuerzas Armadas�, sentencia Lauer, que no descarta un nivel de entendimiento entre Toledo y Montesinos.
Para Rospigliosi, Toledo, si tiene la voluntad de hacerlo, no debería tener mayores problemas en iniciar una purga en la cúpula militar para deshacerse de los generales leales a Montesinos. �Para eso tendría que aliarse con los que están debajo de la cúpula, si lo hace tendría su apoyo y el respaldo institucional. Pero es una incógnita hasta qué punto Toledo está dispuesto a hacer cambios profundos.� Sobre las evasivas de Toledo durante esta campaña para dar una definición rotunda sobre el futuro de Montesinos, Rospigliosi atribuye esa conducta a que �se está cuidando las espaldas, creo que él mismo no sabe bien lo que va a hacer�.
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