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Con una notable efectividad del uruguayo Josemir Lujambio, que convirtió tres goles en quince minutos, y con un prolijo trabajo defensivo una vez conseguida la ventaja, Belgrano sorprendió a Gimnasia y le ganó con justicia 3-1. El equipo platense desperdició una buena ocasión para mantenerse entre los líderes. Gimnasia llegaba con la posibilidad de quedar puntero al menos hasta hoy a la tarde. La chance era propicia porque al Bosque llegaba Belgrano, un equipo que en los papeles parecía accesible. Sin embargo, el chasco para Gimnasia fue enorme: en menos de quince minutos Josemir Lujambio consiguió tres goles y condicionó el resto del desarrollo del partido. La gente que copó la cancha no lo podía entender, y el equipo de Gregorio Pérez, mucho menos. Primero con un cabezazo que pegó en el travesaño antes de ingresar, más tarde con una tijera defectuosa pero efectiva y después con un espectacular derechazo desde afuera del área, Lujambio se encargó de liquidar el partido pese a que quedaban 75 minutos. Gimnasia insinuó una reacción, aunque le faltó profundidad para concretarla. Ni siquiera la entrada de Fernando Gatti en el primer tiempo le sirvió para ese objetivo. El gol de Alonso en el arranque de la segunda etapa pareció darle aire al equipo de Pérez, pero de a poco se fue desinflando. Con espacios, Belgrano tuvo ocasiones para conseguir una goleada, pero le faltó precisión en la definición: ya no estaba Lujambio en la cancha. Claro que ya había tenido sus quince minutos de gloria.
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