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�Este árbitro nos está cargando. Quiere que volvamos a jugar desde el momento en que paramos, como si el partido se hubiera suspendido por lluvia. ¿Qué pretende? La alterada reflexión de Mariano Zabaleta mereció la aprobación general de quienes ocupaban, en la medianoche de ayer, la habitación 348 del Sheraton de Santiago de Chile, donde dormía hasta ayer Alejandro Gattiker, el capitán interino del equipo argentino de Copa Davis. Luego de urgentes consultas con la FIT, el dominicano Tony Hernández, umpire general de Chile-Argentina, había determinado que el single Zabaleta-Massú, suspendido por el infernal escándalo suscitado en el estadio del Parque O�Higgins, se reanudará a las 11 de ayer, a puertas cerradas. �Esperemos ver el informe del árbitro �propuso Hernán Gumy, el otro singlista� y hagamos una denuncia penal. �No, yo me voy mañana, y a este país no vuelvo más �insistió Zabaleta, y recibió el apoyo de todo el equipo. Ni Guillermo Vilas, en comunicación telefónica cruzada por Fernando Niembro (�tenés que prepararte para seguir jugando�), había podido convencerlo. Estaba claro: la Argentina no iba a jugar más en Santiago. Aunque perdiera el partido, como finalmente sucedió. Gumy no pudo ver, finalmente, el informe que Hernández redactó para la FIT, en una máquina de escribir vieja, que envió por fax a Australia, pero supo que, si bien el umpire señala que el público chileno fue el principal gestor de las irregularidades, también dejó sentado que Zabaleta irritó a los aficionados cuando se empezaba a restablecer la calma, al agredir a un alcanzapelotas. El artículo 17 del reglamento de Copa Davis autorizaba a Hernández a determinar la continuidad del partido �desde donde se paró, con la sola presencia de los cuerpos técnicos y los periodistas que se encontraran acreditados�, pero la Federación Chilena se oponía a la presencia del periodismo, sumando una complicación adicional. A las 11 de ayer, Gattiker llegó al estadio con un certificado médico, obtenido en la clínica Alemana de Santiago. Los dirigentes chilenos, capitaneados por el presidente de la Federación, José Ramón de Camino, esperaban con un escribano, para constatar la ausencia del capitán argentino. El umpire dominicano Tony Hernández, el mismo que, según Zabaleta, estaba �cargando� al equipo nacional, esperaba también pero ya sabía lo que sucedería: hasta bien entrada la madrugada había sostenido consultas con Gattiker �tratando de encontrarle una solución al problema, pero los argentinos se mantuvieron firmes en su decisión de no jugar�, diría más tarde. El certificado médico constataba que los jugadores argentinos no estaban en condiciones �anímicas ni psicológicas� para presentarse a jugar. Hernández adoptó entonces la decisión de �cerrar� el partido, dándolo por ganado a Chile con el score 5-0. Pocos minutos después, el equipo chileno se dirigió a la cancha para formalizar el triunfo por no presentación del rival, para enseguida abandonar el estadio, también sin hacer declaraciones. Casi al unísono, el titular de la delegación argentina, Enrique Morea, aseguró que apelaría el resultado ante la misma FIT, y acusó de �debilidad� a Hernández por no haber suspendido antes el partido. La impresión es que la Argentina no podrá dar vuelta el fallo, pero Chile no sería autorizado a jugar el repechaje para acceder al Grupo Mundial en el año 2001. En la Federación Chilena temen una sanción que les impida por un par de años jugar como locales en Chile o, acaso, no jugar la Copa Davis y así perder una o dos categorías. �Dentro de unos días, cuando ya se haya calmado todo, posiblemente Chile reciba castigos muy duros �opinó el veterano chileno Jaime Fillol�. Seguramente por algunos años no podremos jugar aquí y habrá, sin dudas, una fuerte sanción económica a la federación.�
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