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Como en las jornadas
anteriores, todo fue confuso y cargado de tensión. Hasta las 18, los
camioneros mantenían una postura dura y unificada --dentro de la CNTA--.
Aseguraban que era insuficiente la propuesta del Gobierno de acceder a la
compra del gasoil a precio mayorista. También insistían en que los 12
centavos por litro que pagan del impuesto a la transferencia de
combustibles fuera computado como crédito fiscal para descargar en la
liquidación del IVA. Pero rápidamente las cosas comenzaron a
resquebrajarse. El secretario privado de Fernando de la Rúa, Leonardo
Aiello, y el subsecretario de Transporte Terrestre, José Carballo,
tomaron la posta de las negociaciones y dijeron que tenían el mandato
directo del Presidente para cerrar un acuerdo.
Los nuevos interlocutores
ofrecieron a la CNTA que redactara un borrador del convenio, incluyendo
reclamos de vieja data del sector. Ante esa propuesta, dentro de la
Confederación hubo quienes se inclinaron por aceptarla, tomando en cuenta
la debilidad en que los puso el acuerdo de sus pares santafesinos y
bonaerenses, y otros que se negaron a dar por perdida la "madre de
las batallas": la disminución del precio del gasoil.
Fadeeac y Catac, las otras dos
cámaras con representación nacional que no se habían plegado a la
medida de fuerza pero que habían avalado los reclamos, optaron rápidamente
por convalidar la oferta oficial. Y hacia allí se terminó por inclinar
el platillo de la balanza. A las 21, los presidentes de las tres entidades
concurrieron al Ministerio de Infraestructura y, tras pulir el borrador
del convenio de la CNTA, fumaron la pipa de la paz con Gallo. Ante esa
actitud, el sindicato de choferes --que conduce Hugo Moyano-- calificó a
sus otrora socios de traidores.
El acuerdo definitivo contempla
18 medidas, entre las cuales sobresalen las siguientes:
* El descuento en las tarifas
de peajes de rutas nacionales se incrementa en 5 por ciento para los
transportistas de carga, por lo que ahora se ubica entre 25 y 30 por
ciento, dependiendo de la categoría de las unidades.
* El Poder Ejecutivo enviará
al Congreso un proyecto de ley para que los camioneros puedan descargar el
ITC de lo que pagan de Ganancias y del impuesto a los activos.
* Las estaciones se servicio
propias de Repsol-YPF venderán el gasoil a precio mayorista (41 centavos
el litro). Lo mismo harían más adelante Shell y Esso.
* La DGI hará una nueva
valuación de los vehículos y no les sumará el IVA para el pago del
impuesto docente. De ese modo, los camioneros pagarán alrededor de un 30
por ciento menos del gravamen.
* Refinanciación de pasivos
con el Banco Nación.
* La Aduana agilizará los trámites
en frontera.
* Los transportistas de países
socios del Mercosur deberán realizar la revisión técnica vehicular.
En un plazo de 90 días,
estiman en Repsol, podría garantizarse la aplicación de la rebaja a los
transportistas pyme, mediante la implementación de una tarjeta
intransferible que los choferes deberían exhibir en las estaciones de
servicio para gozar del descuento. En tanto, se está buscando idear
"alguna solución inmediata" que permita salvar la transición.
El descuento al precio del gasoil que pagan los pequeños transportistas
es la clave de la solución del conflicto que derivó en el paro de los
camioneros en todo el país. El acuerdo para el descuento en los precios del gasoil se logró luego de la "luz verde" dada desde Madrid por la oficina central de Repsol, tras varios e intensos contactos entre altas autoridades del Gobierno y la primera línea directriz de la empresa. El mecanismo sería aplicado exclusivamente en las 115 estaciones de la red propia de YPF, las cuales se irían incorporando paulatinamente al sistema. Conforme a lo que pudo averiguar Página/12, Shell y Esso no han expresado aún su adhesión al régimen de rebajas.
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