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EL OPOSITOR TOLEDO ANUNCIO QUE DESCONOCERA LOS RESULTADOS
Cuando hacer fraude cuesta un Perú

La Oficina Nacional de Procesos Electorales dio ayer el primer escrutinio oficial, pero la oposición se adelantó en gritar fraude

Con 55,96 por ciento de los votos escrutados de la elección presidencial del domingo, Fujimori tiene el 49,63 y Toledo, el 40,62. Pero éste anunció que repudiará el resultado por irregular 

Por Carlos Noriega
Desde Lima

t.gif (862 bytes) "El proceso es tan viciado que hemos tomado la firme decisión de desconocer los resultados que la ONPE (Oficina Nacional de Procesos Electorales) proporcione, cualesquiera que sean esos resultados." Esta fue la declaración de guerra que lanzó ayer Alejandro Toledo, candidato presidencial por Perú Posible, luego de una reunión con los otros cinco candidatos opositores al presidente Alberto Fujimori, que finalmente contraatacó bien entrada la noche. "Se tiene que aceptar lo que el Jurado Nacional de Elecciones dictamine, cualquiera sea el ganador", dijo Fujimori. "El término 'fraude' es parte del léxico electoral, y si el resultado electoral era favorable para el que denunciaba, ya no era fraude", filosofó. La última cifra indica que, escrutado casi el 56 por ciento de los votos, Fujimori obtiene el 49,63 por ciento, mientras su rival, Alejandro Toledo, sigue bajando respecto de las primeras cifras conocidas. Los resultados oficiales le dan 40,62 por ciento. El conjunto de observadores internacionales y nacionales se reunió para apoyar a Toledo en sus denuncias de fraude.

  "Algo muy siniestro está ocurriendo", disparó el jefe de la misión de observadores electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA), Eduardo Stein. Parlamentarios de Bélgica, Gran Bretaña y los Países Bajos adelantaron que pedirán a sus países el embargo económico contra Perú si se confirma el triunfo de Fujimori en primera vuelta. El presidente, en silencio.

  Lo que realmente disparó las reacciones contra el virtual fraude fue el segundo informe dado a conocer por la organización civil peruana Transparencia, que dirige el periodista Rafael Roncagliolo. Según los datos de esta organización, en la cual los observadores internacionales depositaron su confianza, Fujimori está ganando en el escrutinio, pero con un 48,7 por ciento de los votos. Y como el margen de error del estudio es del 0,2 por ciento, especificó Roncagliolo, es imposible que Fujimori pueda superar la barrera del 50 por ciento. Salvo que lo haga con fraude.

"El proceso electoral peruano ha sido tremendamente irregular,  inaceptable, contaminado, algo que nos avergüenza como ciudadanos  peruanos", sintetizó Roncagliolo, acompañado por Stein.

  En declaraciones dadas al diario El Comercio en la madrugada del lunes, luego de haber marchado "en protesta contra el fraude" hasta las puertas de Palacio de Gobierno, Toledo ya había abierto el paraguas. "A lo mejor despertamos y se anuncia que ganó en primera vuelta. Que se registre este comentario, porque luego que mis seguidores acaben de gritar, Fujimori ganaría con el 50,5 por ciento en primera vuelta", declaró Toledo.

  En su marcha al Palacio de Gobierno, iniciada cerca de la medianoche del domingo luego de conocidos los resultados de Transparencia que confirmaban el primer lugar de Fujimori, Toledo estuvo acompañado de otros cinco candidatos presidenciales, Alberto Andrade, Luis Castañeda, Abel Salinas, Víctor Andrés García Belaúnde y Máximo San Román, más unos cinco mil partidarios. Al llegar a la Plaza Mayor, donde está ubicado el Palacio de Gobierno, fueron recibidos por bombas lacrimógenas lanzadas desde los techos de la casa de gobierno. A pesar de los gases, Toledo fue paseado en hombros a los gritos de "Toledo presidente" y "Toledo sí, fraude no". Otras arengas apuntaban directo a Fujimori. A cada bombazo se escuchaba "Chino maricón" y "Chino terrorista". Había una mezcla de indignación y rabia en los rostros de una muchedumbre que desfogaba una impotencia largamente contenida. Algo más de un centenar de jóvenes permaneció en el lugar toda la noche y en la mañana de ayer marchó de regreso al hotel Sheraton, expresando su respaldo al candidato opositor.

  Cuando los resultados que daba la televisión comenzaron a invertirse y Fujimori pasaba al primer lugar, Toledo depositó su confianza en Transparencia y pidió esperar esos resultados. Acompañado por los otros cinco candidatos presidenciales, recibió las malas noticias: Transparencia confirmaba lo que decían las encuestadoras. Decepcionado y molesto por esa información, Toledo volvió a salir a la terraza del hotel Sheraton, como ya lo había hecho hasta en dos ocasiones, y, con un vincha incaica roja en la cabeza, le pidió a la multitud marchar "pacífica y ordenadamente" a Palacio de Gobierno porque "están cambiando las cifras para dar ganador a Fujimori". La multitud que agitaba los brazos, ondeaba banderolas y retratos de su líder, comenzó a rugir "Fraude, fraude" y "A Palacio, a Palacio". Poco antes, en un improvisado mitin los otros candidatos presidenciales habían declarado a Toledo, ante el entusiasmo de la multitud, "el nuevo presidente del Perú" y anunciaron que estarían a su lado "para defender la voluntad popular".

  Ayer por la tarde, Transparencia confirmaba las sospechas de Toledo y disparó las reacciones de los observadores y funcionarios internacionales. El embajador de Estados Unidos en Lima, John Hamilton, reveló que "estamos instando al gobierno peruano y a las autoridades electorales para que en una segunda vuelta sea llevada en condiciones libres, pues hay algunas cosas que tienen que mejorar". El embajador de Gran Bretaña en Lima, Roger Hart, se declaró "decepcionado" por la forma en que se desarrolla el proceso electoral. Stein convocó al director del Centro Carter en Lima, Luis Nunes, y a otros observadores a una reunión urgente. "Se vienen unas horas muy complicadas. Hay mucha preocupación, pero debe prevalecer la paz y la razón sobre la emoción para que la elección salga adelante", declaró Nunes, quien pidió además serenidad porque "todos lamentaríamos pérdidas de vidas humanas" en caso de una reacción violenta de la ciudadanía.

  Por la noche, Toledo se reunió en un lugar secreto de Lima con los demás candidatos presidenciales de oposición, seguramente para analizar la estrategia a seguir. Del lado de Fujimori, todo es silencio. Si el fraude llegó para quedarse, todo Perú quedó convertido en un gran signo de pregunta.

 

Guerra del cerdo por TV

El candidato opositor Alejandro Toledo habría sido secuestrado hace seis meses, dopado y luego filmado "en situaciones embarazosas". Así denunció ayer su esposa, la antropóloga belga Eliane Karp, en declaraciones a la estación radial Cadena Peruana de Noticias. Karp aseguró que el gobierno usaría esos videos para desprestigiar a su marido durante la campaña de la segunda vuelta. Toledo habría sido secuestrado hasta en dos ocasiones por personas armadas que se desplazaban en camionetas de lunetas polarizadas y sin matrícula, como las que usan los agentes del temido servicio de inteligencia que controla el siniestro asesor presidencial Vladimiro Montesinos. Para la segunda vuelta, "la guerra sucia por tevé va a ser peor y no van a tener absolutamente ninguna vergüenza", señaló Karp. Su marido ya fue acusado por televisión y por diarios sensacionalistas de tener una hija no reconocida de 12 años, de que su hija Chantal de 17 años no sería su hija y de estar legalmente divorciado de su esposa. Eliane Karp refirió que este hecho se mantuvo en silencio a pedido de su esposo.

 

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