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Por
Carlos Noriega
"Algo muy siniestro está
ocurriendo", disparó el jefe de la misión de observadores
electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA), Eduardo
Stein. Parlamentarios de Bélgica, Gran Bretaña y los Países Bajos
adelantaron que pedirán a sus países el embargo económico contra Perú
si se confirma el triunfo de Fujimori en primera vuelta. El presidente, en
silencio.
Lo que realmente disparó las
reacciones contra el virtual fraude fue el segundo informe dado a conocer
por la organización civil peruana Transparencia, que dirige el periodista
Rafael Roncagliolo. Según los datos de esta organización, en la cual los
observadores internacionales depositaron su confianza, Fujimori está
ganando en el escrutinio, pero con un 48,7 por ciento de los votos. Y como
el margen de error del estudio es del 0,2 por ciento, especificó
Roncagliolo, es imposible que Fujimori pueda superar la barrera del 50 por
ciento. Salvo que lo haga con fraude. "El proceso
electoral peruano ha sido tremendamente irregular,
inaceptable, contaminado, algo que nos avergüenza como ciudadanos peruanos", sintetizó Roncagliolo, acompañado por
Stein.
En declaraciones dadas al
diario El Comercio en la madrugada del lunes, luego de haber marchado
"en protesta contra el fraude" hasta las puertas de Palacio de
Gobierno, Toledo ya había abierto el paraguas. "A lo mejor
despertamos y se anuncia que ganó en primera vuelta. Que se registre este
comentario, porque luego que mis seguidores acaben de gritar, Fujimori
ganaría con el 50,5 por ciento en primera vuelta", declaró Toledo.
En su marcha al Palacio de
Gobierno, iniciada cerca de la medianoche del domingo luego de conocidos
los resultados de Transparencia que confirmaban el primer lugar de
Fujimori, Toledo estuvo acompañado de otros cinco candidatos
presidenciales, Alberto Andrade, Luis Castañeda, Abel Salinas, Víctor
Andrés García Belaúnde y Máximo San Román, más unos cinco mil
partidarios. Al llegar a la Plaza Mayor, donde está ubicado el Palacio de
Gobierno, fueron recibidos por bombas lacrimógenas lanzadas desde los
techos de la casa de gobierno. A pesar de los gases, Toledo fue paseado en
hombros a los gritos de "Toledo presidente" y "Toledo sí,
fraude no". Otras arengas apuntaban directo a Fujimori. A cada
bombazo se escuchaba "Chino maricón" y "Chino
terrorista". Había una mezcla de indignación y rabia en los rostros
de una muchedumbre que desfogaba una impotencia largamente contenida. Algo
más de un centenar de jóvenes permaneció en el lugar toda la noche y en
la mañana de ayer marchó de regreso al hotel Sheraton, expresando su
respaldo al candidato opositor.
Cuando los resultados que daba
la televisión comenzaron a invertirse y Fujimori pasaba al
primer lugar, Toledo depositó su confianza en Transparencia y pidió
esperar esos resultados. Acompañado por los otros cinco candidatos
presidenciales, recibió las malas noticias: Transparencia confirmaba lo
que decían las encuestadoras. Decepcionado y molesto por esa información,
Toledo volvió a salir a la terraza del hotel Sheraton, como ya lo había
hecho hasta en dos ocasiones, y, con un vincha incaica roja en la cabeza,
le pidió a la multitud marchar "pacífica y ordenadamente" a
Palacio de Gobierno porque "están cambiando las cifras para dar
ganador a Fujimori". La multitud que agitaba los brazos, ondeaba
banderolas y retratos de su líder, comenzó a rugir "Fraude,
fraude" y "A Palacio, a Palacio". Poco antes, en un
improvisado mitin los otros candidatos presidenciales habían declarado a
Toledo, ante el entusiasmo de la multitud, "el nuevo presidente del
Perú" y anunciaron que estarían a su lado "para defender la
voluntad popular".
Ayer por la tarde,
Transparencia confirmaba las sospechas de Toledo y disparó las reacciones
de los observadores y funcionarios internacionales. El embajador de
Estados Unidos en Lima, John Hamilton, reveló que "estamos instando
al gobierno peruano y a las autoridades electorales para que en una
segunda vuelta sea llevada en condiciones libres, pues hay algunas cosas
que tienen que mejorar". El embajador de Gran Bretaña en Lima, Roger
Hart, se declaró "decepcionado" por la forma en que se
desarrolla el proceso electoral. Stein convocó al director del Centro
Carter en Lima, Luis Nunes, y a otros observadores a una reunión urgente.
"Se vienen unas horas muy complicadas. Hay mucha preocupación, pero
debe prevalecer la paz y la razón sobre la emoción para que la elección
salga adelante", declaró Nunes, quien pidió además serenidad
porque "todos lamentaríamos pérdidas de vidas humanas" en caso
de una reacción violenta de la ciudadanía.
Por la noche, Toledo se reunió
en un lugar secreto de Lima con los demás candidatos presidenciales de
oposición, seguramente para analizar la estrategia a seguir. Del lado de
Fujimori, todo es silencio. Si el fraude llegó para quedarse, todo Perú
quedó convertido en un gran signo de pregunta.
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