Por Felipe Yapur
La posibilidad de que el genocida Antonio Domingo Bussi pueda acceder a la banca de diputado nacional está cada vez más en el imaginario del represor y sus secuaces que de la realidad. Ayer, los diputados que impugnaron su pliego de legislador presentaron sus alegatos ante la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento. Minuciosamente desgranaron los argumentos para rechazar su acceso al Parlamento que giraron alrededor de su reiterada defensa del terrorismo de Estado, la falsedad de sus declaraciones juradas para ocultar el evidente crecimiento de su patrimonio personal y su actuación represiva durante los años de la dictadura militar. Bussi no se hizo presente y sólo se limitó a enviar una nota en donde rechaza el procedimiento �armado� en su contra.
Con la reunión de ayer la comisión cumplió el último paso antes de emitir dictamen previsto para el fin de esta semana. Todo indica que el ex gobernador de Tucumán se quedará sin el paraguas protector que tanto busca y que significan los fueros parlamentarios debido a los diferentes juicios que enfrenta, entre los que se destacan el de enriquecimiento ilícito y la apropiación y secuestro de menores.
Los alegatos fueron realizados por los diputados socialistas Alfredo Bravo y Jorge Rivas, el frepasista José Vitar y el radical Carlos Courel. Curiosamente no hubo ningún representante justicialista entre los oradores. Los argumentos de Bravo giraron alrededor del protagonismo de Bussi en la represión implementada por la dictadura militar. Dijo que Bussi �no niega su participación en violaciones a los derechos humanos y las justifica en acciones de una guerra que jamás existió� y advirtió que �no puede venir a legislar porque no cree ni en las leyes ni en la Justicia�.
Rivas, en tanto, aseguró que �la Cámara de Diputados no puede ser refugio de quienes buscan eludir a la Justicia�. Recordó también que Bussi �es responsable directo por la desaparición de 638 personas� durante la dictadura militar. Al tucumano Courel le cupo la responsabilidad de realizar una extensa descripción del enriquecimiento que tuvo Bussi y las mentirosas declaración de bienes que redactó en donde no sólo ocultó sus propiedades sino también las cuentas bancarias nacionales y extranjeras. Por todo ello, el diputado se permitió graficar el tiempo que Bussi hubiera necesitado trabajar para justificar su fortuna: �Necesitaría 26 vidas como la que vivió, para poder comprar las propiedades que tenía en 1989�.
Vitar, otro legislador tucumano, explicó las razones políticas por la que el genocida viola el concepto de idoneidad moral y analizó el impacto que generó en Tucumán el terrorismo de Estado y, entre las diferentes consecuencias que tuvo, permitió la aparición de Bussi en la política. �La sociedad tucumana le debe un mea culpa a la Argentina�, dijo Vitar.
Obviamente, y como lo hizo ante cada convocatoria, el ex dictador faltó a la cita. Sí envió una nota firmada por él y donde califica a los miembros de la comisión de �controladores de calidad� y, macartista hasta el fin, recusa al presidente de la comisión, el justicialista Jorge Busti, por �su militancia activa en las fuerzas armadas revolucionarias�.
El genocida desfachatado
El ombudsman nacional, Eduardo Mondino, rechazó por improcedente el pedido del genocida Bussi para que dictamine la validez de su diploma de diputado nacional y consideró una �desfachatez� la presentación que el ex gobernador tucumano realizó ante esa institución el viernes pasado. �Desearía que alguna vez Antonio Bussi venga a esta Defensoría para aclarar el destino de los miles de compatriotas asesinados y torturados, sin ningún atenuante ni respeto por los derechos humanos�, durante la última dictadura militar, respondió Mondino a Bussi. Además, consideró como �inadmisible que un violador confeso de los derechos humanos reclame ante nuestra institución cuya razón de ser es la defensa de los derechos humanos�. |
A TRES AÑOS DEL ASESINATO DE TERESA RODRIGUEZ
�Murió por un tiro de la policía�
Por Elio Brat
Desde Neuquén
Un día como hoy, tres años atrás, en su pueblo natal de Plaza Huincul murió asesinada por un balazo en el cuello la trabajadora doméstica Teresa Rodríguez, de sólo 25 años. El hecho sucedió en medio de la segunda pueblada de Cutral-Có y Huincul, violentamente reprimida por la Gendarmería nacional y la policía provincial. A tres años vista, la posibilidad de un juicio es remota y la identificación del homicida también, aunque para el abogado de la familia Rodríguez, Fernando Dalmazzo, �no hay ninguna duda que lo que pasó fue que Teresa murió por un disparo de uno de los policías que reprimieron a los manifestantes�.
En declaraciones a Página/12 el letrado no sólo apuntó su dedo acusador contra la policía local sino también directamente acusó a los hombres fuertes políticos de ese momento como el histórico gobernador Felipe Sapag y su ministro de Gobierno Carlos Silva. �En esos nombres y en toda la gente que le respondía nosotros ubicamos a los autores de la muerte de Teresa Rodríguez.�
�¿Cómo está la causa en estos momentos?
�Estamos esperando el resultado de una pericia de sonido que está hecha en base a los videos que filmó Crónica TV. Allí se trata de determinar la posibilidad de identificar el disparo que da muerte a Teresa. La lleva a cabo el licenciado Martínez, un físico del (Instituto) Balseiro y esperamos que de ese informe surjan elementos concluyentes como para identificar al autor.
�¿Y respecto de los policías que reprimieron en el puente de Huincul?
�Se ha pedido la indagatoria de más de veinte policías por hechos que se tipificaron ahí en el puente. Es público, se ha visto en los videos, que muchos policías para reprimir a los manifestantes extrajeron sus armas, hicieron disparos al aire, apuntaron y dispararon a los que protestaban y eso también constituye un delito, independientemente de la muerte de Teresa Rodríguez.
�¿Se puede esperar alguna detención?
�Puede que, como consecuencia de esas indagatorias, se dicte a algunos uniformados su procesamiento, específicamente por el abuso de armas.
�¿Cuál es su evaluación a tres años del asesinato?
�Hoy no nos queda más que seguir reiterando lo que se dijo desde un principio: la responsable de la muerte de Teresa Rodríguez es, en primer lugar, la policía de la provincia de Neuquén. La responsabilidad no se limita al policía que hace el disparo que asesinó a Teresa sino que acá hay una responsabilidad institucional y hay una responsabilidad política. El anterior gobierno terminó su mandato sin haberse hecho cargo de esto, además del entonces jefe de policía (Marcelo Jaureguiberry), el entonces ministro de Gobierno (Carlos Silva) y el entonces gobernador de la provincia Felipe Sapag.
�En principio se identificó al policía Hugo Rudolf como el que le disparó a Teresa y luego se lo absolvió. ¿Cómo vivieron ese desprocesamiento?
�El procesamiento de Rudolf fue apelado por su defensa y la cámara evaluó que no había mérito suficiente para procesarlo por no haber elementos suficientes de prueba en la causa para acreditar su responsabilidad. En consecuencia le revocó la prisión preventiva que tenía, dictándole la falta de mérito, si bien no ha sido desvinculado absolutamente de la causa. Eso se vivió con cierta desazón porque en su momento entendíamos que las pruebas que habíamos aportado eran suficientes para culparlo, pero la cámara no tuvo la misma opinión.
�¿Se puede prever la posibilidad de un juicio? ¿Cuándo y bajo qué acusación concreta? �Eso todo va a depender fundamentalmente del resultado de esta pericia que estamos esperando, que si es positiva yo creo que sí podemos llegar a hablar de un juicio.
�Usted vuelve periódicamente a Cutral-Có. ¿Cómo está el pueblo hoy?
�La situación de Cutral-Có para mí siempre ha sido bastante particular, en el sentido de que ha pasado de protagonizar dos puebladas a actualmente notarse una total falta de movilización, fundamentalmente respecto del reclamo por el caso de Teresa y la condena a la policía. O sea que ha habido un cambio, un vuelco muy importante en ese sentido. Actualmente la gente en Cutral-Có difícilmente acompañe una marcha y una movilización en reclamo de justicia por Teresa.
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