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Las explicaciones de un juez que
prohibió una película sin verla

Edmundo Carbone declaró ante el Consejo de la Magistratura por haber censurado  en 1996 �La última tentación de Cristo�.

Argumentos: �Mi criterio es que esto (la película) lesiona valores registrados en nuestra Constitución y para mí es muy importante que no sea menoscabada�.

El Cristo de Kazantzakis, llevado al cine por Scorsese.
El caso del juez será elevado a la Comisión de Disciplina.


Por Cristian Alarcón

t.gif (862 bytes) Aquella imagen en la que un ensangrentado Jesús baja de la cruz para llevar una vida sexual y doméstica con María Magdalena, criando hijos y enfrentando las pasiones humanas, en La última tentación de Cristo, de Martin Scorsese, ni siquiera fue vista por el juez que prohibió en setiembre del �96 la difusión televisiva de la película. Así se lo dijo ayer a los miembros de la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura el propio Edmundo Carbone, titular del Juzgado en lo Civil y Comercial federal 1 de la Capital, cuando informó sobre sus motivos para aceptar un recurso de amparo presentado en ese momento por tres ultracatólicos estudiantes de Derecho. La ignorancia del juez no fue sólo cinéfila: también admitió ayer que no conocía la calificación del Instituto de Cine y Televisión, que había aprobado la proyección para mayores de 16, y hasta dijo no haber sabido que la propia Iglesia Católica había dejado a sus fieles solos con su conciencia a la hora de mirar al Cristo humanizado de Nikos Kazantzakis, el autor de la novela que inspiró a Scorsese. Así, el pedido de juicio político formulado hace más de tres años por el diputado Alfredo Bravo sigue su curso.
En rigor la historia de La última tentación de Cristo y la censura comenzaron apenas se estrenó en 1988, con protestas de los conservadores católicos de Estados Unidos y Canadá, y luego del Vaticano. Después, los ultramontanos incendiaron un cine de París y en Montevideo se tiraron bombas de alquitrán en la fachada de la sala donde la proyectaban. Por presiones silenciosas de la Iglesia, el film directamente nunca fue puesto en cartel en Buenos Aires, aunque en 1991 fue pasado en el Centro Cultural Ricardo Rojas de la UBA, y las copias comenzaron a circular en los videos especializados. La polémica regresó recién en 1996: fue la propia Iglesia, a través de una carta �oficial� firmada por un presbítero, pero motorizada por el cardenal Antonio Quarracino, la que impidió �mediante la intermediación de Eduardo Eurnekian� que el canal Space la proyectara como había anunciado, el 1º de setiembre. 
Después de una polémica que fue tapa de diario y de un debate entre los mandamases de la Iglesia, la institución decidió no interponerse fácticamente entre la película y sus fieles, y los dejó librados a su moral. Pero como nunca falta el más papista que el Papa, tres estudiantes de la agrupación Santo Tomás Moro de Derecho de la UBA, Facundo Arias y los hermanos Félix y Esteban Douforq, presentaron el 17 de setiembre un recurso de amparo para que un juez prohibiera la transmisión anunciada por Space para la noche del 18. La celeridad con que trabajó el juez �elegido� por los buenos muchachos fue casi milagrosa. Edmundo Carbone, cristiano empedernido, funcionario de la última dictadura, juez civil desde 1980 ratificado luego por el gobierno radical, firmó el amparo cuatro horas antes de que la película fuera transmitida.
Ayer fue la cita de Carbone con la Comisión de Acusación del Consejo para dar �explicaciones�, ya que su comparecencia no se trató de un interrogatorio por imputación de un cargo, sino un trámite que le da la oportunidad de aclarar su posición. El consejero Juan Gerzenobitz le preguntó si había visto el film o si conocía por otros medios su contenido, y el juez contestó que �no�. Después contestó igual a las preguntas de si había preguntado por la calificación al Instituto Nacional de Cine y Arte Visual. �No la leí�, dijo. �¿Sabía que la propia Iglesia había decidido que dejaba en libertad a sus creyentes para que adoptaran la decisión de verla o no?�, le preguntó el consejero Fermín Garrote. �No lo sabía�, dijo. Los consejeros quisieron saber si no había visto un programa de periodismo político que repitió las escenas centrales de la película. �Por suerte no veo televisión�, contestó. �Mi criterio es que esto lesiona valores registrados en nuestra Constitución y para mí es muy importante que no sea menoscabada�, alegó. La posición de Carbone es que la urgencia que imponía una posible �profanación a la fe católica� estaba dada por la controversia que había desatado el anuncio televisivo de la película. En pos de demostrarlo fue que contó los insultos que al día siguiente de su decisión tuvo que escuchar �mi pobre mujer�. �El primer día se acordaron desde mi bisabuela hasta mis nietos, pero después empecé a revivir en tono más mesurado y menos violento apoyos a mi decisión, lo que me demostró la fuerte división que había en la sociedad�, argumentó. El presidente de la comisión, el diputado Miguel Angel Picheto, le fue sincero: �Creo que usted compró un debate viejo, superado�, le dijo. Tras la reunión, los consejeros evaluaban negativamente la presentación de Carbone. �Si bien lo más posible es que no alcance para un juicio político, su caso sería elevado a la Comisión de Disciplina�, admitieron varios de ellos.

 


 

UNA AGENCIA DE NOTICIAS DEDICADA AL TERCER SECTOR
Cuando la solidaridad es noticia

La solidaridad ahora tiene una agencia de noticias, la primera en su tipo en el país. Con el objetivo de difundir las actividades del llamado tercer sector �el trabajo de entidades barriales, asociaciones intermedias y organizaciones no gubernamentales�, la agencia emite un servicio de noticias sobre el área que entrega en forma gratuita a los medios abonados.
El emprendimiento fue puesto en marcha a partir de un acuerdo entre la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión (AUNO), que depende de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, con la revista Tercer Sector -que edita la Fundación Del Viso� y el Foro del Sector Social. El resultado del convenio fue la creación de AUNO-Tercer Sector.
La agencia AUNO funciona en el ámbito de la carrera de Periodismo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad lomense para que los estudiantes tengan un lugar de práctica concreta del trabajo periodístico. El medio, que emite un servicio diario a medios locales y de todo el país, lleva adelante un trabajo ininterrumpido desde hace nueve años.
Por su parte, la revista Tercer Sector, que se edita desde hace seis años, fue la primera dedicada a difundir las actividades de esa área y se convirtió en un referente para entidades no gubernamentales y medios periodísticos a la hora de buscar ese tipo de información.
�Hay dos millones de personas que hacen trabajos voluntarios al menos una vez por año. Otras 450.000 trabajan en forma rentada en el área del tercer sector. Esto evidencia un crecimiento muy importante en el país que ya se ve reflejado en los medios�, explica Alicia Cytrynblum, editora general de la revista Tercer Sector. �En función de ese creciente interés de los medios sobre la actividad solidaria �apunta�, AUNO-Tercer Sector brinda información sobre las diversas organizaciones, la situación social del país y la problemática política y económica en torno del tercer sector. La agencia, además, publica agendas, anuncios y columnas de opinión de especialistas en el área.�
�Desde la revista �explica�, necesitábamos una herramienta de comunicación para llegar con mayor frecuencia a los medios de comunicación, nos conectamos con la agencia AUNO y enseguida encontramos un gran entusiasmo para llevar adelante la tarea. Lo mismo sucede con el Foro del Sector Social, que comprometió a su departamento de comunicación para colaborar activamente en el proyecto.�
Daniel Casal, docente de la facultad y jefe de Redacción de la agencia, apunta que �otro objetivo es trabajar en la formación de los futuros profesionales en el tratamiento de los temas de la sociedad civil: es muy frecuente que los medios se refieran a los chicos como �menores� cuando en realidad esa palabra tiene una connotación legal o policial. No es igual un niño en situación de riesgo social que un menor. Lo mismo ocurre cuando se habla de drogadictos, en lugar de personas con problemas de adicción a las drogas o al alcohol�.
El servicio �que es posible solicitar al e-mail [email protected] o [email protected]� llega en la actualidad a unos 60 medios de todo el país.

 

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