Por Verónica Abdala
Una revista para chicos, que no haga la vista gorda ante las cuestiones de actualidad que afligen o interesan a los grandes. Una publicación entretenida que incentive los juegos de los más chiquitos, y que al mismo tiempo complemente los contenidos educativos que docentes y educadores proponen en la escuela, aunque no necesariamente desde un punto de vista tradicional. Una propuesta básicamente inteligente, que no subestime a los niños y los invite, por sobre todas las cosas, a pensar y participar, a tomar partido, frente a la inmensa cantidad de información que a diario reciben. Que simplifique los temas más complejos, para que puedan entenderse sin dificultad, pero que no contribuya a la construcción de esa visión edulcorada del mundo que caracteriza a muchas publicaciones gráficas infantiles, y a la mayoría de los programas de televisión del rubro. Estas características, que parecerían utópicas definen a Zig-Zag (te come la cabeza), la revista infantil que Página/12 regalará todos los lunes junto a su edición normal, desde el próximo.
�La idea es ayudar a los chicos a relacionarse con el mundo, desde el juego, la reflexión, la participación y el entretenimiento�, explica en una entrevista a Página/12 Cecilia Pozzo, editora de la publicación. �Muchas veces, los chicos hablan y se preocupan por los mismos temas que interesan a los adultos, sólo que no encuentran un espacio destinado a ellos que les dé cabida. Creemos que ese espacio está vacante�, agrega Mónica Paulino, docente y redactora de la revista, destinada a lectores de entre 8 y 12 años. Completan el equipo Zig Zag, Natalia Ginzburg, Ana Sargorodschi, Miguel Angel Palermo y Martín Troncoso, en la redacción, Inés Pichetti, como jefa de Arte, Fernando Calvi y Daniela Kantor, responsables de las ilustraciones. Todos tienen una vasta experiencia en el rubro de las publicaciones infantiles y fueron parte del proyecto de la revista De la A a la Z.
El primer número de la revista que Página/12 regala desde este lunes, estará compuesto por notas dedicadas a el caso del niño cubano Elián González, que aparece en medio de una disputa entre Estados Unidos y Cuba, la historia del libro �desde la época de la escritura pictográfica en rocas, vasijas y huesos hasta los modernos soportes electrónicos�, y el 10º aniversario de la sanción de la Convención de los Derechos del Niño, que en la Argentina fue aprobada por el Congreso nacional en 1990. A eso hay que sumarles los artículos que aparecerán en las siguientes secciones: Noticias, Humor, Historieta, Juegos, Agenda de la semana, Ecología, �Virtualia� (correo de lectores por e-mail) y �La página de Q.Arta�, con propuestas desopilantes como �Cómo hacer un coqueto señalador con una porción de pizza de la semana pasada�.
�¿Cuál es el criterio por el que se pautarán los temas centrales de cada uno de los números de la publicación y su tratamiento?
Paulino: Casi todos nosotros tenemos un contacto permanente con chicos, desde la docencia o el periodismo. De modo que nos enteramos de cuáles son los problemas que los preocupan o las preguntas que les surgen. Así nació, por ejemplo, la nota sobre Elián: fueron los chicos los que nos demostraron que estaban interesados en su situación presente y en su futuro. Nuestra intención, en este caso y en todos los demás, no es bajar línea de ningún tipo, sino desarrollar un tema e invitarlos a que ellos lleguen a sus propias conclusiones, sean cuales fueren. El problema de que en las revistas infantiles no se hable de estos temas, como de derechos humanos, las drogas, los divorcios etc., es de los grandes, y no de los chicos, que los discuten con mucha naturalidad. En el Nº 2, por ejemplo, plantearemos el tema del supuesto descubrimiento del genoma humano, y los interrogantes éticos que plantea. También saldrá una nota sobre la situación de los aborígenes en la Argentina. En el Nº 3, una de las notas centrales de actualidad estará dedicada a un dato paradójico: en el mundo hay actualmente cifras equivalentes de obesos y de desnutridos. Les propondremos a los chicos pensar qué significa esto y qué se podría hacerpara que todos vivamos mejor, en un mundo en que no haya gente muriendo de bulimia y anorexia mientras otro tanto se muere de hambre.
�¿Cuál es en la opinión de ustedes la responsabilidad que les cabe a los padres, en relación al planteo de estos temas?
Pozzo: Muchas veces, los padres no saben cómo tratarlos, y entonces los evaden. O porque suponen que muchos de los temas que salen en los diarios no tienen nada que ver con los chicos. Nosotros creemos que es importantísimo ayudar a los chicos a relacionarse con lo que los rodea, y no desde un lugar naïf, sino desde la realidad de un mundo complejo que a todos nos obliga a preguntarnos cosas permanentemente. Desde Zig-Zag queremos abrir el juego: darles información e invitarlos a que debatan en la escuela y en sus casas, colaborar con el crecimiento, entendido en un sentido amplio.
�¿Por qué piensan que los temas suponen determinado grado de conflicto son sistemáticamente obviados en revistas y programas infantiles?
Pozzo: Básicamente, porque resultan problemáticos para los grandes, que temen perjudicar a los chicos con este tipo de planteos. Nosotros, en cambio, creemos que desde un punto de vista especializado se los puede ayudar a hacerse preguntas, y que eso es muy sano. Vivimos en un mundoproblema, un mundo hostil, y más que empeñarnos en ocultarlo deberíamos preocuparnos en ayudarlos a los más pequeños a pensar. Zig-Zag presentará también un mundo ficción, un mundo-arte, un mundo de entretenimientos, porque la base de todo nuestro trabajo y la de nuestro éxito depende directamente de la diversión. Pero nunca vamos a dejar de atravesar esos contenidos con la idea de mostrar el mundo real: no existe ese mundo acaramelado en el que todos bailan y cantan envueltos en volados, y todos son los mejores de la clase. Apostamos a la ruptura, a salirnos de la revista que sólo regala figuritas de historia y fichas de Ciencias Naturales.
�Además de los ya mencionados, ¿cuáles son otros de los aspectos centrales que diferencian a esta de otras publicaciones infantiles?
Paulino: Generalmente, las revistas para chicos se quedan en la narración de determinados hechos. Nosotros queremos ir más allá, incluso, dejar algunos huecos, que den lugar a los interrogantes. Los temas no están cerrados, no tenemos la verdad en las manos, ni queremos convencerlos de nada.
Pozzo: Al contrario, les hacemos una propuesta abierta. En el caso de Elián, la nota cierra así: �Qué bueno sería poder hablar con Elián para preguntarle qué piensa él�. Indirectamente, los estamos invitando a los chicos lectores a pensar. No les estamos diciendo lo que tienen que pensar. Queremos lectores inquietos, despiertos, curiosos, con necesidad de conversar e informarse. El chico engominado al que sólo le preocupan San Martín y Belgrano, si alguna vez existió, no existe más. No descartamos los contenidos escolares, al contrario, esta revista les va a servir para la escuela, pero no nos quedamos en eso.
�¿Qué diferencia a los chicos de hoy de los de hace 20 o 30 años, y cómo asumen esa transformación los medios gráficos infantiles?
Paulino: Los chicos de hoy están sometidos a un permanente bombardeo de información, a una dispersión constante en relación a los contenidos. Nosotros tenemos que convivir con eso. Aunque no competimos, ni con la televisión, ni con el zapping. Sencillamente, les proponemos otra cosa, otros ritmos �el de la lectura y los juegos�, otros contenidos, para que ellos sepan que hay otra opción. Otro elemento nuevo, que diferencia a los chicos de hoy de los de ayer, es que hay ciertas cuestiones, como el divorcio o las madres que trabajan, que ellos asumen con absoluta naturalidad. Hoy, mis hijas siguen jugando a la mamá, pero a la mamá que se va a trabajar y a la noche vuelve a la casa. Otro cambio brutal es Internet: para muchos chicos es una realidad que ya tienen incorporada y que utilizan a diario, en el colegio y en la casa.
�Ustedes aseguran que no compiten con la televisión, ¿pero de verdad en ningún momento se plantearon cómo evadir los personajes de la tele como Pókemon o Dragon Ball, que fascinan a los chicos?
Pozzo: Sí, el tema surgió, pero entendimos que la televisión podría aportarnos algo desde el punto de vista estético, antes que en relación a los contenidos. Zig-Zag tiene una estética visual muy moderna, muy atractiva. Pero los personajes, y los temas que llenan las páginas no tienen nada que ver con los de la tele.
Pozzo: Partimos de lo conocido pero viajamos sin miedo hacia lo nuevo. La idea es innovar, no conformarnos, y que los chicos tampoco se conformen con lo peor, si pueden tener cosas mejores. Nosotros venimos, humildemente, a proponerles buenas y nuevas opciones.
Diálogo y reflexión
�¿Cómo definirían la línea editorial de Zig-Zag?
Pozzo: �Es esencialmente humanista, es decir, que le dará tanta importancia, o más, a lo que es contenido informativo, como a lo referente a lo que son valores humanos. A lo que tiene que ver con la reflexión, el diálogo, y la acción sobre un mundo que está vivo, que está en permanente transformación, y sobre el que tenemos posibilidad de influir. Partimos de la base de que los chicos deben estar en contacto con la realidad que los rodea, y para eso debemos dotarlos de herramientas para comprenderla. Eso es lo que les permitirá ser autónomos y responsables �no desde un lugar solemne sino desde la sabiduría de aprender a vivir bien�, y relacionarse con la gente.
�En más de un sentido, esto supone una continuidad del diario...
Pozzo: �Por supuesto. Creemos, de corazón, que, por muchas razones, esta revista no podría salir con ningún otro diario. |
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