Por Martín Pérez
En ocasión del estreno de The Limey en Gran Bretaña, el crítico inglés Peter French recordó que Bernard Shaw dijo alguna vez que Gran Bretaña y los Estados Unidos eran dos países separados por un lenguaje en común. Y la frase encaja muy bien como prólogo a The Limey, film perdido dentro del vértigo del Festival Internacional de Cine Independiente, como parte de la sección vagamente bautizada �Panorama del Cine Independiente�. Su amplio espectro �integrado en su mayoría por films ya adquiridos para su distribución local y que utilizan el Festival como plataforma para su futuro estreno� permite que convivan en él la última de Jim Jarmusch, un documental de Luis Buñuel o una película coreana prohibida en su país de origen, como Gojitmal. Y también The Limey, thriller ejemplar protagonizado por Peter Fonda y Terence Stamp. La dirección corre por cuenta de Steven Soderbergh, cuya Palma de Oro en Cannes 89 por Sexo, mentiras y video lo transformó en sinónimo del cine independiente norteamericano durante la última década, aun cuando ahora su nombre también aparezca firmando Erin Brockovich, una mujer audaz, el último éxito de Julia Roberts, que se estrena mañana en la cartelera porteña.
Desaparecido en acción durante mucho tiempo, a causa de fracasos varios, Steven Soderbergh no es precisamente un rebelde dentro de la industria cinematográfica. De hecho, después de los nada desdeñables seis films como director �y tres como productor ejecutivo� que realizó en los silenciosos años que siguieron al éxito de Sexo, mentiras y video, Soderbergh volvió a aceptar una apuesta fuerte en 1998 dirigiendo Out of Sight, con George Clooney y Jennifer López. De esta manera el hecho de que sus últimos dos films �los posteriores a Out of Sight� coincidan en la cartelera porteña el mismo fin de semana, (The Limey dentro de la programación de Festival Independiente y Erin Brockovich como un estreno normal con destino de número uno en taquilla) es un buen resumen de su carrera. �Creo que ahora mi mirada es más amplia que cuando empecé�, ha confesado en ocasión del estreno de Erin.... �Y eso se debe a que en los últimos años no he estado interesado en hacer películas sobre mí, mis experiencias, o las experiencias de mis pares. Así que ahora me siento más en contacto con el resto del mundo.�
Tan diferentes entre sí como el marco en el que son presentadas, The Limey y Erin Bockovich son en realidad fruto de una misma generosa mirada cinematográfica. �Me gustan las películas sobre desilusión y traiciones, sobre decadencia en el límite de la belleza, sobre atracción sexual mal dirigida�, explicó Soderbergh, para el que estos dos films están ligados entre sí por sus diferencias. �Leí el guión de Erin Brockovich en el medio del round número tres de desarmar la edición de The Limey, y pensé: �Esto es exactamente lo que quiero hacer�. Estaba harto de tantos cortes, por lo que dirigir una película agresivamente lineal era algo muy atractivo.� Los cortes a los que se refiere Soderbergh es la formidable edición de The Limey, una de las claves estéticas de un film de género que por supuesto �y como le corresponde al género� va más allá de lo que cuenta. Su historia en sí es la de un ex convicto inglés (interpretado por Stamp) que, recién liberado de prisión, llega a Los Angeles en busca del asesino de su única hija: un productor de éxitos allá en los lejanos sesenta (Fonda), que hoy vive �y muy bien� de aquellas viejas glorias.
Tan película de amor al cine y personajes como Erin... (el amor al cine en un producto como Erin... está en la linealidad no entendida como estupidez, mientras que el personaje es Erin �Julia� Brockovich y sus escotes), The Limey va un poco más allá al elegir tema y actores. Además de hablar de la inutilidad de ese plato frío que es la venganza, The Limey es un film que habla de la memoria de los tiempos idos y que arregla cuentas �otra vez� con los años sesenta. Por eso Fonda y Stamp, y para crear el personaje de este último, Soderbergh utiliza oportunamente viejas tomas del debut de Ken Loach, Poor Cow, de 1967, en el que Stamp interpreta a un ladrón.
�¿No recordaste alguna vez haber estado realmente en un lugar al que sólo habías soñado?�, se pregunta el personaje de Fonda en un momento del film. �Eso fueron los sesenta. Un lugar soñado que pareció real, pero que cuando estuviste ahí sabías el idioma en el que se hablaba�. Un tiempo perdido, que no se recupera con venganzas.
Algo que bien sabe el ex joven prodigio Soderbergh, que también estuvo en ese lugar imaginario que fue el cine independiente norteamericano, hoy apenas una cáscara vacía, un sueño que perdió su lenguaje común al despertar en una fiesta que celebró sin querer descubrir que el plato principal era precisamente ese idioma propio y alternativo.
(The Limey se exhibe hoy a las 21.45 en Abasto 9 y repite a la 0.15 del domingo. También está programada el viernes en el Lorange a las 21, donde repite el domingo a las 21.20.)
Actividades paralelas
Un buen festival no es sólo ver buenas películas. Es, también, ocasión inmejorable para que público, cineastas, productores, críticos, se encuentren, discutan, debatan. Eso es lo que ocurrirá en estos días en el II Festival Internacional de Cine Independiente. De las múltiples actividades paralelas se destacan las mesas de �El club de la pelea�, que tendrán lugar mañana y pasado. Son cuatro en total, y resultarán algo así como un taller práctico para que los jóvenes cineastas aprendan a �vender� su proyecto. Hay una mesa con representantes de fundaciones internacionales (Hubert Bals de Rotterdam, Fond Sud de Francia, Sundance Institute) y otras con productores de cine y televisión y con las mismísimas autoridades del Incaa. �Un lugar en el mundo� (hoy a las 17) analizará las posibilidades que tiene el cine argentino en el exterior, y contará con la presencia del crítico francés Edouard Waintrop, �descubridor� del nuevo cine argentino desde las páginas de Libération. �Críticos vs. Directores� (mañana, de 15 a 17) permitirá a unos y otros sacarse el cuero en público, de una buena vez, y �El caso Pi� (sábado 15, de 10 a 17) tomará a esa película como �caso testigo� de film independiente al que le fue bien. Estará presente su director, Darren Aronofsky. Todas estas actividades se desarrollan en distintas salas del complejo Hoyts Abasto. |
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