Por Fernando Almirón
El titular de la CGT disidente, Hugo Moyano, visitó ayer a los integrantes del bloque de senadores del PJ para pedirles nuevamente que rechacen el proyecto de reforma laboral, y les advirtió que �si votan esta ley nos traicionan�. Si bien Augusto Alasino (jefe de la bancada) prefirió no anunciarlo durante la reunión con los dirigentes sindicales, en la reunión del bloque del martes los legisladores justicialistas decidieron por votación interna impulsar algunas modificaciones en la ley y aprobarla en la Cámara alta por mayoría simple. Con esto la norma volverá a Diputados donde con seguridad la Alianza dejará de lado las modificaciones de los senadores y logrará su objetivo: conseguir la aprobación del texto original.
�La otra vez vine a exponer ante la Comisión de Trabajo sobre nuestra postura: hay que rechazar esta ley porque no sirve para nada. Pero ahora vine a recordarles directamente a los senadores peronistas que el que vota esta ley está en contra de los intereses de los trabajadores�, dijo Moyano al abandonar la reunión de la que participaron el presidente Alasino y los senadores Hugo Sager, Ricardo Branda, Carlos Verna, Remo Constanzo y Jorge Villaverde entre otros integrantes del bloque justicialista en el Senado.
Con Moyano llegaron Saúl Ubaldini, Julio Piumato, Juan Manuel Palacios, y el resto del secretariado de la CGT disidente.
El encuentro duró dos horas y media. Los sindicalistas le dijeron a los legisladores �si tener la mayoría en el Senado (el PJ tienen quórum propio) no nos sirve para rechazar una ley que perjudica los trabajadores, ¿para qué nos sirve la mayoría?�. Los senadores respondieron que todavía no estaba todo dicho, que aún continuaban las ruedas de consultas que lleva adelante el presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo, Alberto Tell, que se estaban estudiando una serie de modificaciones sobre los puntos más polémicos de la norma que envió con media sanción la Cámara de Diputados.
�Ustedes no nos entienden, lo que les pedimos es que la ley sea rechazada de plano, no modificada�, insistieron los cegetistas rebeldes que señalaron: �Nadie ignora que el sentido de la reforma es bajar los salarios�. Y para reforzar sus palabras dejaron sobre la mesa de roble del despacho de Alasino un recorte del New York Times del 8 de marzo en el que se describe con crudeza la reforma laboral que impulsa el Gobierno. (Ver aparte).
Pero la mesa de conducción de la bancada justicialista no sólo no les prometió votar en contra de la norma. Además, al finalizar la reunión admitieron que hay modificaciones al proyecto de ley de reforma laboral que podrían ser aprobadas por mayoría simple. Eso le permitiría a los diputados de la Alianza, cuando la norma vuelva a la Cámara baja, aprovechar su mayoría para desestimar las modificaciones y sancionar la ley tal como fue votada por los diputados. En la bancada del PJ dicen que su propuesta estará lista para ser debatida antes de fin de mes, entre el 26 y 27 de abril. Esto es, que el paquete quedará cerrado antes de la realización de las elecciones para jefe de gobierno porteño, previstas para el 7 de mayo.
La nómina de modificaciones que impulsa el PJ comprende, en primer lugar, la inclusión de una cláusula que impida �rebajas salariales� cuando se negocien convenios colectivos de trabajo.
Moyano se fue furioso del Congreso, y prometió �escrachar� en cada provincia a los senadores que voten la norma.
En el marco de la ronda de consulta que está por finalizar la Comisión de Legislación del Trabajo del Senado, el líder de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor De Gennaro consideró la propuesta laboral que impulsa el Gobierno �una falacia� y anticipó que la CTA cumplirá el paro con movilización convocado por el MTA para el 27 de abril. Según Héctor Recalde, asesor legal del MTA, �los senadores nodeben olvidar que en el 2001 se renuevan los mandatos y nosotros vamos a hacer campaña contra todos aquellos que hayan levantado la mano votando esta ley�.
En inglés es más claro
Hugo Moyano dejó en manos del presidente de la bancada justicialista en el Senado, Augusto Alasino, un artículo publicado por el New York Times el 8 de marzo, en el que describe la reforma laboral que propone el gobierno. Este es parte del texto:
�La joya de la corona de la política económica de De la Rúa es su reforma laboral, que fue aprobada en la Cámara de Diputados el 25 de febrero. La ley aumentaría a 6 meses, de los actuales 30 días, el período de prueba obligatorio por ley para los nuevos trabajadores, dándole más tiempo a las empresas para despedir a un empleado sin pagarle indemnización. Bajaría la tasa de impuesto de los sueldos de un 18 por ciento a un 12 por ciento. Eliminaría una ley que obliga a las empresas a retener los viejos contratos si fracasan las negociaciones, un cambio que prohibiría que los líderes de los sindicatos protegieran leyes laborales anacrónicas al negarse a negociar de buena fe.
Quizá más importante, el nuevo código laboral le quitaría el poder a los líderes de los sindicatos nacionales para determinar salarios y condiciones de trabajo en todas las industrias, permitiéndole a las empresas más pequeñas y más nuevas negociar sus propios términos en lugar de tener que pagar los mismos salarios que las grandes empresas ya establecidas.� |
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