Por Carlos Noriega
Desde Lima
El suspenso terminó. Finalmente habrá segunda vuelta. Luego de un día cargado de tensiones acumuladas y un suspenso que ya parecía interminable, la cuestionada Organización Nacional de Procesos Electorales (ONPE) dio nuevos resultados electorales. Siguiendo con la exasperante y sospechosa lentitud que ha demostrado en todo este proceso de conteo de votos, no cumplió con entregar los resultados finales. Al momento del envío de este despacho, la ONPE rompió su silencio y dio cifras en base a un escrutinio del 97,68 por ciento. Este resultado le da al presidente Alberto Fujimori el 49,84 por ciento y al candidato de la oposición democrática, Alejandro Toledo, el 40,31 por ciento. El jefe de la ONPE, José Portillo, aseguró que lo que resta por contabilizar puede modificar los resultados en un máximo del 0,05 por ciento, con lo que queda oficializado que habrá segunda vuelta.
Apenas se conoció el resultado, la multitud que desde el mediodía se había congregado en la plaza San Martín, en el centro histórico de la capital peruana, estalló en incontenible júbilo. Agitando banderas peruanas y afiches con la foto de Toledo, las más de 30.000 personas reunidas comenzaron a saltar, aplaudir y a cantar el himno nacional. Sentían que la segunda vuelta era una victoria arrancada al gobierno desde las calles. El grito de �Y ya cayó, y ya cayó, la dictadura ya cayó�, se escuchaba con fuerza en un compacto griterío. �La lucha continúa�, coreaba la masa, compuesta en su mayor parte por estudiantes universitarios, que llevaban varias horas en el lugar. Cuando Toledo apareció en uno de los balcones del hotel Bolívar la multitud deliró. �Toledo unidad�, era el grito que llegaba desde la plaza. La esposa del candidato, Eliane Karp, y su hija de 17 años, Chantal, también fueron largamente ovacionadas. Uno a uno fueron apareciendo en el balcón los otros cinco candidatos presidenciales que desde la noche del mismo domingo le dieron su respaldo a Toledo y se declararon en sesión permanente. Alberto Andrade, Luis Castañeda, Abel Salinas, Máximo San Román y Víctor Andrés García Belaúnde fueron entusiastamente recibidos.
�La sociedad democrática colectiva acaba de triunfar�, fueron las palabras con las que un alborozado Toledo inició su discurso de la victoria. �Pese a quien le pese habrá una segunda vuelta�, dijo ante el delirio de la multitud. �Este triunfo de que exista una segunda vuelta sólo se debe a este esfuerzo colectivo�, señaló el candidato opositor. �La comunidad internacional y el pueblo del Perú son parte de esta victoria colectiva�, exclamó. �Juicio a Montesinos (el siniestro jefe de inteligencia de Fujimori)�, era uno de los gritos más escuchados. Toledo aseguró que no tiene espíritu revanchista y que �a pesar del autoritarismo tenemos una mano tendida, pero también firmeza�. La respuesta fue el grito de �en segunda vuelta, Toledo presidente�. El candidato ratificó su exigencia hecha un día antes de que la segunda vuelta deberá realizarse en otras condiciones que el actual proceso electoral y que exigirá �condiciones mínimas�. Unas tres horas antes, Alejandro Toledo había hablado desde el mismo balcón. A esa hora, había retado a la ONPE diciéndole: �Tengan el coraje de anunciar públicamente el fraude que ya está consumado�. El candidato presidencial también destacó en su discurso el apoyo del ex presidente de Argentina, Raúl Alfonsín, quien, recordó, �ha dicho que lo que ha sucedido en el Perú es un fraude vergonzoso�. La multitud comenzó a corear: �América unidad, América unidad�. En las más importantes ciudades del país las masivas manifestaciones de protesta setransformaron en jubilosas celebraciones. Horas antes la tensión había desembocado en algunos hechos aislados de violencia. En Huaraz, ciudad norandina y capital del departamento de Ancash, donde nació Alejandro Toledo, un grupo de manifestantes descargó su furia contra algunos medios de comunicación identificados con el gobierno. Fueron atacados un diario y dos estaciones de radio, que sufrieron la destrucción de parte de sus equipos. Pero en la noche no había razones para la ira, sólo había espacio para el júbilo, para la celebración.
Desde el domingo miles de personas han salido a las calles de Lima y otras ciudades del país para protestar contra el fraude electoral para favorecer la re-reelección del presidente Alberto Fujimori. En la noche del martes se llegaron a reunir unas 60.000 personas frente al hotel Sheraton. En medio de la lentitud del conteo, realizado sin fiscalización alguna, se especuló en estos días que esa demora se debía a que el gobierno, ante la explosiva situación creada por la eventualidad de una victoria oficial de Fujimori en primera vuelta, estaba evaluando las consecuencias de ese hecho. Las masivas reacciones de protesta en las calles y las presiones internacionales, que se hicieron sentir con inusitada fuerza, habrían detenido la programada proclamación del triunfo de Fujimori.
En la mañana, cuando se esperaba que en cualquier momento se dieran los resultados finales y se temía lo peor, Alejandro Toledo recibió la visita de embajadores de la Comunidad Europea, encabezados por Alexandre de Almeida, embajador de Portugal, país que tiene la jefatura temporal de la Unión Europea, quienes, según dijo el candidato de la oposición democrática, le dieron su �absoluto respaldo� en las acciones que lleva adelante �para hacer respetar la voluntad popular�. El embajador de Francia, Antoine Blanca, le llevó a Toledo una carta del presidente de Francia, Jacques Chirac, en la que el mandatario galo le expresaba el respaldo de su país a unas elecciones transparentes y sin fraude. El embajador de Ecuador, Horacio Sevilla, fue otro de los diplomáticos que se entrevistó en privado con el candidato presidencial.
Mientras Toledo recibía estas muestras de solidaridad, el presidente Fujimori se mantenía encerrado en palacio de gobierno. Cuando Toledo recibía este apoyo internacional, las autoridades detuvieron la entrega de resultados que se esperaba para el mediodía. El candidato opositor había dicho que tenía información de �fuentes de alta confiabilidad� de que él había ganado las elecciones con el 56,8 por ciento, lo que lo habría consagrado presidente en primera vuelta. �Pero a pesar que he ganado en primera vuelta estamos dispuestos a ir a una segunda vuelta�, dijo.
Que finalmente Fujimori no haya sido proclamado ganador en primera vuelta no borra las sospechas de fraude en el conteo de votos. Hay serias dudas sobre la veracidad de ese 49,84 por ciento que obtuvo. Las denuncias de irregularidades en el momento de la votación y del conteo han sido numerosas. Más votos que votantes en varias mesas, cifras que aumentaban a favor de Fujimori mientras el centro de cómputos estaba supuestamente apagado, son algunas de las principales denuncias hechas. Horas antes de conocidos los resultados, se había anunciado la inminente llegada del escritor Mario Vargas Llosa para ponerse al lado de Toledo. Por su parte, el empresario televisivo Baruch Ivcher, a quien el gobierno le quitó la nacionalidad y su canal de televisión y sobre quien pesa una orden de captura, anunció en una entrevista con CNN su regreso al Perú. La imagen que queda de este proceso electoral es la de un gobierno que tuvo que retroceder ante la presión interna y externa y la necesidad de fiscalizar con lupa la segunda vuelta.
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