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�Lo que el gobierno argentino ha hecho desde que llegó al poder, en materia fiscal y de reformas estructurales, es más que razonable. Fue valiente y estuvo por delante nuestro. Hicieron muchas cosas antes de que las pusiéramos en el programa�, dijo ayer Stanley Fischer, conductor interino del Fondo Monetario (a cargo del poderoso organismo mientras se espera la asunción del alemán Horst Köhler, sucesor de Michel Camdessus). En una conferencia de prensa, ofrecida en Washington en vísperas de una nueva reunión conjunta del FMI y el Banco Mundial, Fischer afirmó que �la Argentina se está recuperando�. Sus palabras, que ratifican los elogios contenidos en un documento difundido anteayer (el World Economic Outlook, o Panorama Económico Mundial), implican un firme respaldo al programa que aplica el equipo de José Luis Machinea, aunque a éste no necesariamente lo favorezca, ante la opinión pública, ese apoyo. Un despacho de la agencia oficial Télam ofreció una curiosa interpretación de las palabras de Fischer, arriba mencionadas, en las que el estadounidense destacó que el elenco económico del presidente De la Rúa se anticipó a los deseos del FMI. �Es que los funcionarios del Palacio de Hacienda siempre respondieron a sus detractores �recuerda el cable� que el programa económico que lleva adelante el gobierno de Fernando de la Rúa no fue diseñado por el Fondo Monetario, sino que es de autoría propia.� La realidad es que, al menos según el responsable ejecutivo del organismo multilateral, las nuevas autoridades argentinas concibieron un programa propio, pero a gusto y medida del FMI, aun antes de que los enviados de éste se lo impusieran. De todas formas, Fischer reconoció que el aumento de impuestos incluido en la reforma tributaria �crea problemas�, pero indicó que el déficit fiscal que recibió el gobierno de la Alianza �era muy grande�, por lo que no se podían demorar las medidas de ajuste. Al respecto, lamentó que no se hubieran adoptado las medidas �en el momento apropiado... cuando la situación era mejor. Este (el argentino) es un buen ejemplo de las políticas que en muchos países deben tomarse en el momento adecuado, sólo que cuando las cosas marchan bien �razonó� la gente se muestra reacia a adoptar políticas que no son muy fáciles... Lamentablemente, esto se produce en un momento muy malo del ciclo de negocios�, consignó, aludiendo así a la prolongada recesión sufrida por el país. Sin poder refrenar su deseo de criticar a la administración Menem, aunque sin nombrar al riojano, Fischer dijo que �habría sido mejor que esto se hiciera antes, pero, de no haberse hecho ahora, más adelante hubiese resultado peor�. Según el vicedirector gerente, connotado economista, �el año pasado fue muy difícil. En cambio, con un escenario positivo como el de 1997 debieron tomarse medidas para contar con un margen de maniobra por si las cosas empeoraban, para entonces poder aplicar medidas expansivas�, explicó. Este fue, claramente, un ajuste de cuentas con el último tramo de la gestión menemista y su equipo económico, encabezado por Roque Fernández y Carlos Rodríguez.
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