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Cuando el general Manuel Fernández, ahora ex jefe del Estado Mayor Conjunto, dijo que �tarde o temprano vamos a tener que volver a pelear con el enemigo de izquierda�, toda la clase política, y hasta las Fuerzas Armadas, aclararon que se trataba de un exabrupto. Un exabrupto completamente aislado. Sin embargo, durante un homenaje a militares y policías muertos en los años �60 y �70, el presidente del Centro Militar y ex comandante en jefe del Ejército, teniente general Raúl Mermot, advirtió que las Fuerzas Armadas deben estar �siempre alertas y expectantes� respecto de la política del presidente Jorge Batlle sobre los desaparecidos durante la dictadura. Y el general retirado Iván Paulós se preguntó ante el diario Ultimas Noticias para qué murieron los militares y policías durante aquellos años, y acusó a �terroristas prominentes de aquella época, que ahora con títulos legislativos lo siguen siendo espiritualmente�. Batlle retrucó que �todos, en mayor o menor grado, tenemos responsabilidades en lo que ocurrió en aquellos años�. El detonante de esta situación se inició no bien asumió Batlle, hace poco más de un mes, cuando manifestó su disposición a �sellar la paz definitiva entre todos los uruguayos�. Esto implica, según el presidente, llegar al momento en que se conozca la verdad sobre el destino de los desaparecidos durante la dictadura uruguaya (1973�1985). Ya comenzó a actuar en ese sentido: primero dando a conocer la información existente sobre el paradero de la nieta de Juan Gelman, y segundo reuniéndose anteayer, por primera vez para un presidente desde la vuelta a la democracia, con los familiares de los desaparecidos. El tema generó en Uruguay una reapertura de la discusión sobre el pasado, centrada fundamentalmente en el hecho de pedir perdón. El general Fernández, que la semana pasada fue relevado del Estado Mayor Conjunto luego de sus declaraciones, había dicho que a las Fuerzas Armadas se les debería agradecer por lo hecho durante la dictadura. �Las Fuerzas Armadas no tienen que pedir perdón a nadie, porque cuando se salva la patria, no hay ningún perdón que pedir. La guerra es violencia y la violencia siempre cae de los dos lados, pero parece que acá las únicos víctimas son los del lado de la subversión. Parece que los otros hombres no sufren ni las familias de los otros sufren�, declaró el general (R) Paulós, ex jefe del Servicio de Inteligencia de Defensa (SID) en el régimen militar. También Mermot se sumó a la crítica de Paulós contra ex tupamaros que ahora son legisladores. �Se permiten reivindicar públicamente hechos de sangre, en una flagrante apología del delito�, en alusión a la celebración, el 8 de octubre pasado, de la toma de Pando (ciudad cercana a Montevideo). �Todos en mayor o menor grado tenemos responsabilidades en lo que ocurrió, y por lo tanto, quien debe asumirlas en nombre de todos no es alguien en particular, ni siquiera �menos aún� un sector de la sociedad. Es el Estado en representación de la sociedad�, afirmó ayer Batlle. El senador del Encuentro Progresista�Frente Amplio (EP�FA) y ex jefe tupamaro, José �Pepe� Mujica, expresó que estaba dispuesto a pedir perdón si todos lo hacían. �Si todos tienen que pedir perdón, que nadie pida perdón�, respondió el ministro de Defensa, Luis Brezzo. �La idea de pedir perdón no va con la idiosincrasia uruguaya. Es un acto casi de humillación, no lo comparto, no creo que corresponda pedírselo a nadie�, señaló. En otro orden de cosas, y para avanzar en la búsqueda de información sobre los desaparecidos, una delegación de la Conferencia Episcopal del Uruguay fue ayer a la sede del gobierno para ofrecer su colaboración al presidente Batlle. El obispo de Melo admitió que el secreto de confesión, �un arma imprescindible para avanzar en la verdad sin identificar responsables�, podría ser un aporte para conocer la verdad.
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