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ESTELA CARLOTTO, DE ABUELAS DE PLAZA DE MAYO
�La Marina manda emisarios a pactar leyes del perdón�

Estela Carlotto denunció las presiones de las Fuerzas Armadas por los juicios por sustracción de menores. Han recibido desde presiones hasta amenazas y propuestas de leyes de exculpación.


Por Victoria Ginzberg
t.gif (862 bytes) Estela Carlotto tiene la habilidad de denunciar los hechos más duros sin perder la calma. Seria y tranquila, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo declara: �La Marina manda emisarios para negociar leyes de perdón. Quieren que seamos cómplices�. Y describe que las Abuelas son prácticamente extorsionadas para dejar de perseguir a los apropiadores de sus nietos. Carlotto declara que la pretensión del Consejo Supremo de adueñarse de la causa en la que se investiga el plan para apropiarse de los hijos de desaparecidos responde a una �ofensiva de las Fuerzas Armadas�. Pero cree que lo más grave es que el Gobierno no frene las exigencias de los militares.
�¿Cómo fue su reacción al enterarse de la pretensión de las Fuerzas Armadas de apoderarse de la causa en la que se investiga el plan sistemático de apropiación de chicos?
Cuando nos enteramos del pedido de las Fuerzas Armadas para hacerse cargo de la causa que investiga el juez Adolfo Bagnasco nos produjo un escozor. Dijimos �y lo seguimos sosteniendo� que era una nueva ofensiva de las Fuerzas Armadas. Ya veíamos que había molestias por las detenciones sucesivas y en crecimiento de los responsables del terrorismo de Estado en tema niños. La doctora María Servini de Cubría dijo que cuando se presentó en el Edificio Libertad de la Marina la maltrataron, le dieron mal la información y en el ínterin le tiraron un coche encima en la ruta.
�¿Todavía sigue recibiendo amenazas?
Sí. Esto motivó que fuéramos a hablar a mediados de marzo con Antonio Cafiero para ver si desde el Senado se podía hacer alguna gestión para proteger a la Justicia. En esa conversación se habló de tratar de formar una comisión ad hoc para buscar de dónde vienen las amenazas y por qué. También está amenazado el fiscal de Bahía Blanca, Hugo Omar Cañón. Lo otro es Ricardo Brinzoni �el jefe del Ejército� cuando dice que acá no hubo robo de chicos. También sale a la palestra un personaje siniestro como Florencio Varela, que dice que todos los chiquitos fueron devueltos. Todos apuntan a un mismo tema: las causas por los niños.
�¿Por qué las reacciones empezarían ahora?
Cuando se detuvo a Videla nadie dijo nada. Total, es un muerto en vida. Pero después se empieza a detener a personas que tienen otra connotación ideológica y se va avanzando.
�¿Qué quiere decir otra connotación ideológica?
Por ejemplo Héctor Febres, que era el que distribuía los chicos; el Tigre Acosta, que tenía una gran importancia en la ESMA y cuando se hace el allanamiento al Hospital de Campo de Mayo y se requisa. Esto empieza a tomar un cariz actual. Se revuelve lo de antes pero se lo trae a la actualidad. Pensamos que esto les resulta molesto. En una reunión que tuvimos hace muchos años con el fiscal Luis Moreno Ocampo cuando Guillermo Suárez Mason había sido extraditado de Estados Unidos, acusado de por lo menos 39 asesinatos, entre los que estaba el de mi hija, Moreno Ocampo nos dijo que se iba a retirar de la Justicia porque estaba muy presionado. Los militares le habían dicho basta, no querían más un militar sentado en el banquillo de los acusados. El se retiró y después vino el indulto. Un indulto inconstitucional que lo involucra a Suárez Mason que estaba en vías de proceso y no condenado.
�Es decir que ustedes creen que la ofensiva empieza porque se toca a personas que todavía conservan poder.
Exactamente. Y siempre con esa cobertura corporativa que tienen entre ellos hay algunos que son desechables pero hay otros que son peligrosos, importantes o defendibles. Todo esto es por deducción, no tengo pruebas. No obstante, antes de que se quieran hacer cargo de la causa mandaron emisarios a la institución Abuelas para negociar leyes de perdón siempre que los chicos se presenten espontáneamente.
�¿Cómo es esto de los emisarios? ¿Quiénes vinieron?
En varias oportunidades hicieron llegar sus propuestas. Un abogado de la Marina y gente del entorno.
�¿No un retirado?
No, no. Un civil, abogado, que evidentemente defiende a la Marina. No puedo dar el apellido porque puede traer consecuencias en la causa. Pero este hombre vino a plantearnos que perdonemos, que seamos cómplices de una ley parlamentaria para que no se pueda condenar a los que criaron chicos que vengan espontáneamente. Están buscando caminos para la impunidad, poniendo en el medio a los chicos que son sus rehenes. En el ínterin sale esta pretensión de adueñarse de la causa, cosa que el mismo ministro de Justicia dice que no puede ser. Pero lo preocupante no es lo que ellos hacen, porque están dando manotazos, sino que el Presidente de la República no corte esa pretensión y les diga �señores, yo soy el comandante en Jefe de la fuerza y digo no�.
�¿Cómo interpreta esta �inacción� del Gobierno?
La junto con el ascenso a los militares, que tuvo el aval de De la Rúa y López Murphy, a pesar de las denuncias de los organismos de derechos humanos. No tengo una explicación para decir si hay una negación de voluntad, un compromiso previo o una cuestión de posición ideológica.
�¿Se puede hablar de un retroceso en materia de derechos humanos?
Hubo como una debilitación. Pienso que en todos los cambios de gobierno hay un acomodamiento. Ese momento es aprovechado por las Fuerzas Armadas y por ahí cuentan con un poder de decisión muy bajo de parte del poder político. Mientras tanto el Estado asume una respuesta híbrida en todo lo concerniente a los derechos humanos. Por ejemplo, cuando el juez Baltasar Garzón pide la remisión de 48 personajes para ser juzgados, el Presidente dice: �De esto se tiene que encargar la Justicia�; cuando el Consejo Supremo dice: queremos tomar la causa, en vez de decir �no�, dice �tiene que actuar la Justicia�. Es como un slogan, que queda bien y queda mal. Es cierto que tiene que actuar la Justicia pero si hay decisiones políticas que se pueden tomar �porque hay poder y es constitucional�, el presidente tiene que hacerlo.
�¿Esperan entrevistarse con el Presidente?
En Europa un periodista le preguntó si nos iba a recibir. Y dijo �yo recibo a todos los que me piden audiencia�. No se metió en el tema ni expresó un compromiso. Son signos.
�Ustedes dijeron que iban a pedir la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final; el Presidente dijo a través de los medios que no. ¿Piensan insistir?
Hace dos años un grupo de parlamentarios y juristas encontraron que era factible la anulación, que había argumentos jurídicos para hacerlo y vamos a retomar el tema. Y si no, pensamos proponer la figura del genocidio para retomar el juzgamiento de los responsables acá. Lo ideal es que cada país juzgue a sus propios responsables. Los juicios en el exterior son porque acá no hay justicia. Eso lo vamos a estudiar y creo que va a ser compartido por todos los organismos de derechos humanos.
�¿Esto es una respuesta a la ofensiva militar?
No. Es una necesidad. Para convivir, para seguir avanzando. Para resolver problemas, para ir esclareciendo la Historia. El gobierno actual no provocó esto, lo heredó, pero lo tiene que resolver.
�¿Qué otras cosas hablarían con De la Rúa en la entrevista?
�Supongo que todo va a girar alrededor del encuentro de nuestros nietos y cómo desde el Estado debe convencerse a las Fuerzas Armadas que confiesen. Se puede averiguar, sin crear caos, si los chicos están en los hogares de los militares. Si el Gobierno pone voluntad para que se investigue quiénes, dentro de las Fuerzas Armadas, tienen a nuestros nietos, se van a esclarecer hechos. Nadie pide una revolución ni desestabilizar nada. Los responsables del genocidio siguen abroquelados, corporativamente armados y vamos a decirle al Presidente que rompa esta situación. También vamos a hablar con el gobernador Carlos Ruckauf por un caso de la ciudad de La Plata de una joven que tiene orden de realizarse los análisis pero sugestivamente no se la encuentra. Sospechamos que hay mala voluntad o complicidad.
�¿Puede haber diálogo con Brinzoni después de que dijo que no hubo un plan sistemático de apropiación de menores?
No lo veo. Porque el hombre empezó mal. Empezó negando una realidad y eso es un agravio a la sociedad en su conjunto.
�¿Cuáles son las cosas positivas en derechos humanos de los últimos cuatro meses?
Creo que lo positivo fue el fortalecimiento de la Subsecretaría de Derechos Humanos, el pasaje a Justicia, el compromiso de Gil Lavedra de jerarquizar la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad. También el nombramiento de Diana Conti. También el reconocimiento institucional. Pero en la balanza vamos en pérdida. Porque lo que ocurre es grave.
�¿Qué harían las Abuelas si los militares logran apropiarse de la causa de Bagnasco?
Una denuncia internacional, porque esto es gravísimo. Jamás permitiremos que los militares se inmiscuyan. El sentimiento es que vuelven a robarse a nuestros nietos.

 

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