Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


ANIVERSARIO EN TIERRA DEL FUEGO
Nada para festejar

Ascienden a dos represores. El asesino de Víctor Choque pidió el indulto.


t.gif (862 bytes) Semana Santa es tiempo de luto en Tierra del Fuego porque vuelve, insistente, el eco trágico de 1995. Tal vez aún más este año. El sargento Rafael Alejandro López y el cabo primero Carlos Alberto Flores, dos de los policías condenados por la represión de los trabajadores que terminó con la muerte de Víctor Choque y más de treinta heridos, fueron ascendidos. La firma para los ascensos la estampó el ex gobernador José Estabillo tres días antes de dejar su cargo. Por su parte, Félix Polo, el policía condenado a nueve años de prisión por el homicidio de Choque, envió un pedido de indulto al secretario de Seguridad, Guillermo Lindl. El gobernador Carlos Manfredotti aún no respondió. De todas maneras, según cuentan en Tierra del Fuego, el asesino de Choque es un preso vip, que sólo debe volver a dormir a una casa detrás de la comisaría especialmente acondicionada y durante el día dicta clases de computación en la Escuela de Cadetes.
Flores y López pasaron a ser sargento y sargento primero respectivamente, gracias al decreto nº 59 del 7 de enero, según el Boletín Oficial fechado el 17 del mismo mes. Las razones ofrecidas por el jefe de Policía de Tierra del Fuego, Luis Gustavo Pensa, fueron que los efectivos habían sido �relegados� y, por lo tanto, �estaban atrasados en su jerarquía�. Según Pensa, lo único que hizo la fuerza es �ubicarlos en el lugar escalafonario que les correspondía antes del hecho�. Para la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), los ascensos ponen al desnudo el carácter estrictamente formal que tuvieron las condenas. Polo, por su parte, insistió en el pedido de indulto, aun cuando el artículo 135 de la constitución fueguina prohíbe la conmutación de pena y el indulto si se trata de delitos de funcionarios públicos en cumplimiento de sus funciones. Como parte de una misma estrategia, el propio Polo envió una carta a los agremiados de ATE detallando las razones por las que se consideraba inocente del homicidio de Choque.
En el juicio oral sobre la represión de Semana Santa, el fiscal Guillermo Massimi utilizó como prueba fundamental las filmaciones periodísticas. �Los manifestantes salían de la fábrica en medio de la humareda de los gases lacrimógenos y, a modo de fila india, los uniformados iban golpeándolos. A Flores se lo distingue por pegar con la culata de su escopeta a uno de los manifestantes y a López se lo ve con su machete antimotines�, recordó el fiscal a Página/12.
Massimi vio el video cuadro por cuadro para identificar quiénes eran los policías que atacaban a los manifestantes que habían formado un cordón humano alrededor de la fábrica Continental Fueguina. Esas imágenes fueron, junto a los certificados médicos, la base de su acusación. Pero también hubo muchos testigos que, en las audiencias orales, relataron cómo habían sido reprimidos.
Marcelo Castillo contó ante los jueces: �Yo intentaba levantarme, pero ellos no dejaban de pegarme. Cuando conseguí ponerme de pie, me volvieron a tirar. Desde el suelo, vi cómo le disparaban en la pierna a Norma Mansilla. Al único que pude reconocer es al policía López, cuando bajaba de un colectivo con un bastón en la mano�. Norma Mansilla, delegada de la UOM, aún sufre las secuelas de la represión. Cuando Página/12 le informó sobre los ascensos, lloró. Estaba en Buenos Aires haciéndose estudios médicos para recuperar la movilidad en la pierna baleada.
En aquellos días, la policía desalojó con violencia a quienes tomaban pacíficamente la planta de electrodomésticos, en reclamo de sus indemnizaciones. Muchos de los trabajadores que estuvieron en la protesta de Semana Santa no volvieron a conseguir trabajo, muchos se fueron de Tierra del Fuego.
Flores y López fueron condenados a un año y medio de prisión en suspenso y tres años de inhabilitación especial para integrar la policía. Se supone que hasta el 16 de febrero del 2001 no podrían desempeñar tareas dentro de la fuerza. Pero ambos solicitaron su rehabilitación judicial, lo que les fue concendido por el juez Enrique Calot. El magistrado argumentó a estediario que habían realizado trabajo accesorio en una escuela especial. �Fueron presos ejemplares�, subrayó el juez.
Hoy López trabaja en la Administración de Policía y Flores, en la secretaría de Seguridad. Actualmente está de viaje en Buenos Aires �según informaron en la secretaría� haciendo un curso sobre su especialidad, los explosivos.

Informe: Verónica Gago.

PRINCIPAL