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IBARRA SE REUNIO CON RUCKAUF. CAVALLO TAMBIEN
Un bonaerense en la campaña porteña

El gobernador recibió al ex fiscal. Hablaron de temas comunes a la ciudad y al Conurbano. El ex ministro presionó para tener su encuentro el mismo día. Cómo se tramaron las reuniones.

Cavallo escoltó anoche a Ruckauf en su ingreso al coqueto restaurante Tomo I.
El ex ministro persiguió al gobernador desde el lunes a la noche para conseguir la cena.

Ibarra se reunió con el bonaerense por la tarde, en la sede porteña del Banco Provincia.
Lo que en la Alianza se pergeñó como un golpe electoral fue pura prensa para Ruckauf. 


Por Santiago Rodríguez y Romina Calderaro

Uno sostiene que �la ley es más dura que la mano dura�. El otro alienta la �mano dura� a secas. Uno es un importante dirigente del Frepaso. El otro acusó a esa fuerza de marxista. Uno, Aníbal Ibarra, creyó que una foto con el otro sería para el electorado un sinónimo de que ya lo reconoce como el futuro jefe de Gobierno porteño. A pesar de las diferencias que los separan, el otro, Carlos Ruckauf, se arriesgó a entrar en ese juego, pero a último momento y ante las presiones de Domingo Cavallo ensayó una finta: se reunió con el candidato de la Alianza y se sacó la foto, pero no bien terminó el encuentro entre ambos se juntó a cenar con el ex ministro de Economía, con quien también posó para las cámaras.
Ibarra comenzó a pensar en la posibilidad de reunirse con Ruckauf hace unos diez días, pero esa idea cobró fuerza a partir del debate que el candidato aliancista y Cavallo mantuvieron por televisión. En el comando de la Alianza consideran que el triunfo del candidato de la coalición en esa confrontación marcó un punto de inflexión en la campaña. �Después del debate �sostienen� quedó claro que Ibarra es el jefe de Gobierno y, por lo tanto, tiene que empezar a actuar como tal.�
Los tratativas que culminaron con la reunión que Ibarra y Ruckauf mantuvieron ayer en la sede que el Banco Provincia tiene en la city porteña empezaron el viernes pasado. Ese día los operadores de uno y otro tuvieron el primer contacto. La agenda que abordarían el gobernador y el candidato aliancista se acordó el sábado en La Plata. Esa tarea corrió por cuenta del vocero del bonaerense, Julio Macchi; el jefe de campaña de la Alianza, Marcelo Vensentini; y el ahora aliancista Jorge Telerman, quien ofició de nexo entre unos y otros. 
De los temas sobre los que finalmente dialogaron Ibarra y Ruckauf durante los cuarenta minutos que estuvieron a solas los aliancistas llevaron cuatro en su carpeta: transporte, salud, inundaciones y seguridad. Macchi agregó, como preocupación de la provincia, el destino que se le da a la basura de toda el área metropolitana. La otra cosa que quedó clara, además de la agenda, fue que la reunión no implicaba un apoyo de Ruckauf a la candidatura de Ibarra. Tanto es así que los aliancistas tuvieron un anticipo con lo que el gobernador declaró ayer, horas antes de encontrarse con el aliancista: �En una ulterior segunda vuelta apoyaré a Cavallo�.
La decisión de Ruckauf de recibir a Ibarra molestó a los cavallistas. El candidato de Encuentro por la Ciudad se enteró de la reunión el lunes. Una vez que supo lo que iba a suceder, llamó reiteradas veces al gobernador para pedirle que también lo recibiera. �Mirá que hoy me reúno con Ibarra�, le dijo Ruckauf para disuadirlo, pero ante la insistencia del ex ministro accedió a juntarse a cenar. Ambos eligieron el restaurant Tomo I, donde Cavallo ordenó ravioles de hongos y Ruckauf de calabaza.
En el entorno de Cavallo tienen otra versión de los hechos: aseguran que el sábado el líder de Acción por la República llamó desde su casa a Ruckauf para arreglar una cena el lunes en el restaurant Patagonia Sur, cena que no pudo concretarse �porque Ibarra llegó tarde al debate de la DAIA y todo se retrasó�. Cavallo, cuentan sus colaboradores, llamó a Ruckauf para suspender el encuentro y al día siguiente le propuso otro.
Ibarra y Ruckauf no acordaron ninguna medida en concreto, pero sí coincidieron en la necesidad de trabajar en forma coordinada en determinadas áreas. �Es importante tener políticas conjuntas respecto de problemas que atañen tanto a la provincia como a la ciudad�, declaró el aliancista al término de la reunión. �La lucha contra el delito no puede ser de un solo territorio�, ejemplificó el gobernador.
�Hubo un muy buen clima. La reunión no fue para nada formal�, comentó a Página/12 un asesor de Ibarra, quien en enero �durante su visita a Pinamar� demoró su llegada a una radio para no cruzarse con Ruckauf. Aun en el tema de seguridad, en el cual la distancia política e ideológica que separa a Ibarra y Ruckauf es abismal, en la Alianza visualizan alguna forma de trabajar en conjunto. �Hacer un mapa del delito del borde de la ciudad y del primer cordón del Conurbano �explicaron� es imprescindible y de utilidad para luchar contra el delito y no es algo que pueda generar polémicas.� La idea de los aliancistas en el área de salud es mantener la atención de los bonaerenses en los hospitales porteños y pedirle al gobierno bonaerense que colabore con los insumos.


Chacho trae un plan inglés

El vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez adelantó ayer desde Londres que el próximo lunes �apenas regrese a Buenos Aires� se reunirá con el candidato a jefe de Gobierno porteño de la Alianza, Aníbal Ibarra, para ponerlo al tanto de un programa implementado en la capital británica, que se denomina �Primero el ciudadano�. Se trata de una iniciativa que premia con aumentos en sus salarios a los empleados de las oficinas estatales que atienden bien al público. �Estamos en un proyecto de construir un Estado amigo de la gente. Eso acá está funcionando muy bien y es algo que puede empezar a aplicarse muy rápido�, dijo Alvarez, entusiasmado con la posibilidad de reproducirlo en la Argentina.

 

 

opinion
Por Sergio Moreno

Conformes y satisfechos

La reunión entre Aníbal Ibarra y Carlos Ruckauf fue tejida laboriosamente por los operadores de uno y otro. En cuanto acordaron el encuentro, ambos bandos quedaron satisfechos: los aliancistas porque habían conseguido que el primer gobernador que se expidió a favor de las aspiraciones de Domingo Cavallo recibiese a Ibarra para discutir problemas comunes al Conurbano y la Ciudad de Buenos Aires, como si éste fuera ya jefe de Gobierno; los bonaerenses porque el candidato oficialista �que va primero en todas las encuestas� le estaba dando al gobernador un lugar preponderante en medio de la campaña.
No bien acordaron el encuentro de ayer, mientras los aliancistas trataban con recelo que la información no trascendiera, los ruckaufistas se encargaron de filtrar la novedad. Cavallo enloqueció y comenzó a llamar al gobernador �a quien cedió sus votos en la elección provincial de 1999- el lunes por la noche. Ruckauf no contestó ese día; lo hizo ayer, por la tarde, vencido por la maratónica insistencia del ex ministro. De esa conversación, Cavallo obtuvo su cena con el ex vicepresidente.
Anoche, todos parecían estar conformes, en mayor o en menor medida. Los aliancistas porque, si bien no tuvieron la exclusividad que imaginaron cuando pergeñaron la reunión, le ganaron pícaramente la iniciativa a su más inmediato adversario, quien debió salir a las corridas para evitar la mediática imagen, en exclusiva, de un sonriente Ruckauf estrechando las manos de Ibarra. Los cavallistas quedaron menos conformes, pero conformes al fin, por haber amenguado la maniobra, que los tomó por sorpresa y los dejó a la zaga del ex fiscal. Y el ruckaufismo, principalmente, porque, entre ambos candidatos le otorgaron un protagonismo inusitado en medio de una campaña de la que es ajeno y a la cual �de no ser por los episodios de ayer� no hubiese podido introducirse más que por la puerta lateral de su apoyo coyuntural al candidato que va segundo en las encuestas.
Todos parecían estar conformes, es cierto, pero sólo uno quedó satisfecho: Carlos Ruckauf, un político poco dado a las lealtades permanentes, pero imbatible a la hora de aprovechar espacios mediáticos, más aún cuando se los entregan en bandeja.

 

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