Por Felipe Yapur
 El Senado fue teatro de escenas ya habituales. Los senadores de la Alianza y del justicialismo discutiendo inciso a inciso la reforma laboral, buscando consensuar un dictamen común. El ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, haciéndose cargo personalmente de las negociaciones. Los representantes de la CGT rebelde, encabezados por Hugo Moyano presionando a los miembros de la bancada justicialista. A la noche, los senadores aún no habían abrochado un arreglo. Esta mañana continuarán las conversaciones. La intención del Gobierno es que la norma, que tiene media sanción de Diputados, se trate en el recinto por la tarde. La moneda de cambio de los representantes del PJ, según reconoció el propio titular del bloque, Augusto Alasino, es la aprobación de un paquete adicional de planes Trabajar y cambios a la cláusula salarial de la ley. Flamarique fue rotundo ante la prensa: negó esa posibilidad. De todas formas el acuerdo para hoy parecía posible. Moyano, preventivamente, se retiró del Congreso asegurando que �los senadores justicialistas nos traicionaron� y convocó a una movilización y concentración frente al Congreso a partir de las 10.
El maratón de reuniones comenzó a las 11. Asistieron los aliancistas José Genoud, Raúl Galván, Alcides López, Luis Molinari Romero, Eduardo Angeloz y José María García Arecha y los peronistas Alasino, Eduardo Bauzá, Carlos Corach, Antonio Cafiero, Alberto Tell, Osvaldo Sala, Julio San Millán y Remo Costanzo. Ahí comenzó la presión justicialista para obtener del oficialismo la promesa de ampliar la cantidad de planes Trabajar. La debilidad de algunos radicales para rechazar esta propuesta hizo enojar a Genoud, quien dijo: �Esto no se acordó, y yo no pienso votar en contra de (Fernando) De la Rúa�. Ya en su despacho, el vicepresidente provisional de la Cámara alta habló con Presidencia y a los pocos minutos llegó al Parlamento Flamarique para pilotear personalmente la pulseada.
Flamarique iba y venía entre el Salón Gris, donde estaban los aliancistas, y la presidencia provisional. Genoud utilizaba el teléfono para comunicarse con los justicialistas. Tras 10 horas de negociaciones, peronistas y aliancistas se reunieron junto con el ministro. No se llegó a un acuerdo, pero las conversaciones continuarán a partir de las 9 y se prevé que cerca del mediodía se podrá saber si la sesión se concretará por la tarde. Las versiones de los operadores de ambos bloques difieren en detalles pero coinciden en que los puntos que todavía no tienen acuerdo son los siguientes:
 Cláusula salarial: el PJ quiere que se redacte un inciso que evite la rebaja de los salarios. Esto no fue aceptado por la Alianza.
Convenios colectivos: el PJ acepta que prevalezca el convenio menor sobre el convenio mayor, pero quiere agregar la frase �siempre y cuando no contradiga lo establecido en el correspondiente estatuto�.
Período de prueba: el justicialismo pretende que queden los plazos de la versión de Diputados pero con una reducción del 50 por ciento en los aportes de los nuevos empleados de más de 45 años y de amas de casas.
Arbitraje: la oposición pretende que se ponga en práctica sólo cuando lo soliciten las dos partes en conflicto.
Los justicialistas soportaron la presión cuerpo a cuerpo de la CGT disidente. Hugo Moyano junto a trece dirigentes gremiales llegó hasta el despacho de Alasino. Allí entonaron, a capella y a voz en cuello, la marcha peronista, un modo original de pedir audiencia. Tuvieron éxito: los senadores Antonio Cafiero, Osvaldo Sala y Remo Constanzo escucharon sus reclamos. �Nos vamos con la sensación de que los senadores peronistas están por traicionar a los trabajadores�, dijo Moyano antes de anunciar la movilización y la implementación de ollas populares. El líder de los camioneros comparó a los senadores con Judas: �Parece que quieren entregar a los trabajadores�, y agregó que �esto puede convertirse en un nuevo Felices Pascuas�, en referencia a la célebre frase del ex presidente Raúl Alfonsín.
JORNADA DEL COMFER Y DEBATE SOBRE RADIOS COMUNITARIAS
A democratizar la radiodifusión
Por Washington Uranga
Una jornada organizada por el Comité Federal de Radiodifusión (Comfer) le dará al Gobierno hoy la oportunidad para abrir un debate sobre la �radiodifusión comunitaria� en el marco de una iniciativa política destinada a avanzar en la construcción de consensos para la aprobación, en el corto plazo, de una nueva ley de radiodifusión. El encuentro, del que participarán el secretario de Cultura y Comunicación, Darío Lopérfido, el interventor del Comfer, Gustavo López, y el representante regional de la Unesco, el venezolano Alejandro Alfonzo, estará abierto a las radios comunitarias, cooperativas, organizaciones de radiodifusores, organizaciones no gubernamentales y sociales. Al presentar la iniciativa, López dijo que �este encuentro se propone explorar los caminos más eficaces para que todos los actores sociales puedan ejercer la radiodifusión en la Argentina�.
A través de los distintos funcionarios del área de comunicación del Estado, el gobierno de Fernando de la Rúa se ha manifestado a favor del debate y la aprobación de una nueva ley de radiodifusión, subrayando la necesidad de renovar la norma vigente, dictada en 1980 por la dictadura militar y reformada por las sucesivas administraciones democráticas. Tanto Lopérfido como el interventor López insistieron en que el proceso hacia la nueva ley debe garantizar la amplia participación de todos los sectores involucrados, tomando en cuenta de manera particular aquellos que ahora están excluidos del marco legal. En ese sentido López manifestó en más de una ocasión su postura favorable a que las entidades sin fines de lucro, marginadas de la posibilidad de acceder a licencias de radiodifusión por la ley de la dictadura militar, sean habilitadas en el futuro para cumplir con el servicio de radio y televisión. El debate planteado adquiere trascendencia porque significa abordar los alcances de lo que se entiende por �democratizar la comunicación� en un momento en que se produce, en el país y en el mundo, un proceso de altísima concentración de la propiedad de los medios. Si a ello se suman, en el caso argentino, las desfavorables condiciones en que operan los medios locales y comunitarios, su sobrevivencia resulta prácticamente imposible.
Entre otras demandas los radiodifusores comunitarios han solicitado la reserva de un porcentaje de las frecuencias de espectro radiofónico, para que sean destinadas exclusivamente a la radio comunitaria. Al explicitar los objetivos de la jornada que transcurrirá durante todo el día de mañana en la Sala Pablo Neruda del Complejo La Plaza, el Comfer declaró que es voluntad de la actual gestión �reparar� la �exclusión� de �los radiodifusores comunitarios y las cooperativas� entendiendo que dicha marginación �resulta contraria a la letra y al espíritu de las convenciones internacionales firmadas por nuestro país, así como a la legislación de las naciones más avanzadas del mundo y de numerosos países latinoamericanos�. El interventor Gustavo López sostuvo que es necesario que se busquen los caminos para garantizar el derecho de todos los sectores a ejercer la radiodifusión �mientras profundizamos el debate para dar vida a una nueva ley de radiodifusión que incorpore los avances tecnológicos y promueva las inversiones, pero también establezca criterios de pluralismo y diversidad en materia cultural e informativa�.
Según se anunció, del encuentro participarán representantes de Farco (Foro Argentino de Radios Comunitarias), de ARCA (Asociaciones de Radiodifusores Católicos), de Carco (Cámara Argentina de Cooperativas, Mutuales y Prestadores Comunitarios de Radiodifusión), del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, del CTA, de la CGT, de los gremios de comunicación y organizaciones de derechos humanos, entre otros.
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