Por Julio Nudler
 �Los impuestos hay que bajarlos en el largo plazo. Es engañar a la gente decirle que, si uno baja los impuestos hoy, la recaudación aumenta mañana. Descontando la moratoria que allí hubo, la recaudación en realidad bajó un ocho por ciento.� Así se refirió ayer José Luis Machinea a Córdoba y a la reducción de alícuotas que dispuso José Manuel de la Sota. El tema se había recalentado por unas declaraciones del canadiense Robert Mundell, Premio Nobel de Economía, quien, llegado a Buenos Aires por una invitación del CEMA y con audiencia prevista con Fernando de la Rúa, sostuvo en una entrevista publicada ayer por Ambito Financiero que con una alícuota del 10 por ciento, el IVA generaría más recaudación que con la actual del 21 por ciento.
Más allá de lo que pueda aventurar Mundell, Machinea debe soportar en el seno del Gobierno frecuentes reproches por el malhumor causado en la gente por el impuestazo. En este sentido, demostrar el fracaso de la estrategia delasotista le sirve como defensa. De hecho, un indicador de las dificultades que está afrontando el fisco cordobés es que tanto en febrero como en marzo se negó a brindar información desagregada. Vale decir que divulgó la recaudación total, pero sin aclarar cuánto correspondió a la moratoria y cuánto a los impuestos corrientes. Obviamente, Machinea debió de haber obtenido el dato, y se lo suministró a la prensa.
El gobernador cordobés le respondió ayer mismo al ministro, pero con más chicanas que números. Sólo mencionó que la recaudación de Ingresos Brutos (sin precisar en qué período) creció 4 por ciento. Como prueba indirecta de lo bien que marcha la recolección de gravámenes ofreció un indicio para él incontrastable: que sigue adelante con el cronograma de quitas graduales. Para los críticos, lo que sí funcionó fue el acogimiento a la moratoria, planteada en términos muy blandos, sin intereses, multas ni recargos, y extendida a 48 meses. Sin embargo, prevén que irá mermando el cumplimiento, incluso porque no se advierte que la administración tributaria provincial mejore.
Aunque todo el mundo coincide en que es mejor recaudar mucho con tasas bajas que recaudar poco con tasas altas, la discusión entre los expertos no está zanjada. Grandes defensores de la reducción de alícuotas, los seguidores de Domingo Cavallo �quien, llegado el momento, las subió� ponen más énfasis, en realidad, en la eliminación de los impuestos que llaman �distorsivos�. En este sentido, apoyan resueltamente la promesa delasotista (por ahora sólo parcialmente cumplida) de bajar un 30 por ciento la alícuota de Ingresos Brutos, un tributo por cuya supresión siempre presionaron a las provincias.
A diferencia del IVA, en el que cada etapa paga solamente sobre el valor que agrega al producto o al servicio (igual a los salarios y al margen de ganancia), Ingresos grava el monto bruto de ventas. Por tanto, cuando las alícuotas son altas, las empresas que operan con márgenes estrechos sufren una presión tributaria muy pesada. En el caso cordobés, la alícuota era de 3,5 por ciento y el impuesto sólo gravaba �y grava� a los servicios. Por ahora la reducción de la tasa benefició sólo a los segmentos más bajos de contribuyentes, de los que depende una porción no significativa de la recaudación. La poda de alícuotas se aplicó fundamentalmente en Inmobiliario y Automotores.
De acuerdo con Nadin Argañaraz, investigador jefe de Ieral, instituto de la Fundación Mediterránea, hasta hoy la reducción ponderada de alícuotas ronda el 14 por ciento. Según dijo a Página/12, �que la recaudación (sin contar la moratoria) haya caído 8 o 10 por ciento es un buen resultado, porque en Córdoba hubo una deflación del 3 por ciento el último año y una fuerte caída en el nivel de actividad del sector servicios�. Según cree, �sin baja de alícuotas la recaudación hubiese caído mucho más�.
Los mediterráneos piensan que Ingresos Brutos empuja a muchos empresarios a negrear sus operaciones, afectando así también larecaudación de impuestos nacionales. Por tanto, Machinea debería aplaudir la reducción de su alícuota en lugar de criticarla.
RALLY ALCISTA DE LAS ACCIONES TRAS EL VIERNES NEGRO
Volver a vivir en la euforia
Ni lunes negro ni martes negro. Contra todos los pronósticos, Wall Street se encaramó en un rally alcista inimaginable hasta el viernes pasado, cuando las acciones mostraron caídas históricas. El índice MerVal no escapó a la racha y ayer cerró positivo por primera vez en seis ruedas, con un alza del 1,6 por ciento. El Nasdaq marcó la recuperación, con un alza del 7,2 por ciento (254,36 puntos), la máxima escalada de su historia. El Dow Jones avanzó 1,8 por ciento.
Pese a la mejora, en la city sostienen que el brusco cambio de tendencia en los mercados no es sinónimo de que la crisis haya pasado. Entre los financistas existe la sospecha de que los papeles de Internet se mantienen sobrevaluados, y que inevitablemente habrá otro ajuste. Las acciones de Internet cayeron 40 por ciento en promedio entre el 10 de marzo y el último viernes, pero en dos días recuperaron un 16 por ciento en conjunto. Los inversores todavía están asustados, y en el microcentro no descartan un nuevo ajuste de las bolsas.
�Pese a las turbulencias, no vamos a postergar el proyecto del Nasdaquito�, aseguró a este diario José Cirillo, secretario de la Bolsa de Comercio, en referencia al panel de las tecnológicas que se prevé empiece a funcionar no más allá de mayo. Sin embargo, la palabra final la tendrán las propias compañías puntocom, que podrían aguardar a un mejor momento para salir a ofrecer su capital.
El volumen operado en el recinto de 25 de Mayo y Sarmiento rozó los 50 millones de pesos, un monto que duplica los de días anteriores. Telecom lideró las subas, con un 8,3 por ciento. Justamente, el papel de la telefónica había sido el más castigado durante la semana pasada, en medio del derrape de las acciones del sector de las telecomunicaciones. Le siguieron Molinos (+5,2%) y Comercial del Plata (+3,3%). Por su parte, Telefónica avanzó 2,7 por ciento.
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