Por Claudio Zlotnik
La fila de autos avanzaba sin grandes contratiempos. A lo sumo, pudo haber tenido un pequeño retraso porque alguno de los automovilistas se complicaba en la manipulación de la manguera. Pero nada de esto pudo ser demasiado importante si se trataba de cargar nafta hasta un 18 por ciento más barato. En medio de la puja entre el Gobierno y las petroleras para que bajara el precio de los combustibles, Carrefour dio un golpe de efecto expendiendo naftas y gasoil marca Eg3 entre 4,7 y 18,4 por ciento más barato que el valor de mercado en el híper de avenida General Paz y San Martín. Lo mismo hace en otras sucursales de la cadena en la provincia de Buenos Aires y en el interior del país, provocando un fuerte rechazo de los estacioneros de la zona.
En la estación Carrefour, por cada litro de nafta súper se pagan 96,6 centavos, contra 1,03 que ofrecen, en promedio, las demás estaciones de Eg3 (un 6,2 por ciento menos). En la nafta común, la diferencia se agranda al 8,8 por ciento (84,8 contra 93,0 centavos), y resulta del 4,7 por ciento para el gasoil (45,2 versus 49,9 centavos). La brecha es importante si se toma en cuenta que las últimas rebajas en las naftas anunciadas por las petroleras, acompañando la caída en el precio del crudo, fue de un uno por ciento cada una, acumulando un 3 por ciento en tres semanas.
No obstante, el beneficio para los automovilistas puede ser superior si lo acompaña la suerte y, además, resulta cliente de Carrefour. Todo depende de que justo ese día los responsables del híper habiliten la promoción, consistente en una rebaja de entre 5 y 10 por ciento en el precio de los combustibles. Eso sí, para acogerse a ese descuento es necesario presentar el ticket de compra en el supermercado, cualquiera sea su valor. En este caso, la oferta implica que el valor del litro de súper sea 86,9 centavos (15,6 por ciento por debajo al promedio de mercado); la común, 76,3 (18 por ciento menos); y el gasoil, 40,7 centavos (18,4 por ciento inferior).
El ingreso de las grandes cadenas minoristas en el mercado de los combustibles no es nuevo. Arrancó hace casi tres años en Moreno, también de la mano de Carrefour, y desató una guerra de precios entre las estaciones de la zona y presentaciones judiciales por parte de los dueños de esas estaciones. La modalidad de los franceses, iniciada en su país hace 18 años, apunta a ganar clientes en la dura pelea que mantiene con los demás híper. Ya expenden naftas en una docena de sus 22 establecimientos, pero la inauguración del autoservicio de San Martín y General Paz significa poner por primera vez un pie a metros de la Capital. En lo que resta del año abrirá otros tres.
Las claves de los precios más bajos son dos. Por un lado, Carrefour le compra a Eg3 a un valor menor que los demás estacioneros. Y, además, hace frente a menores costos operativos. �Mientras nosotros empleamos a diez o quince personas por estación, ellos dan trabajo a sólo cuatro�, explicó a Página/12 Manuel García, titular de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes. Y advirtió: �Nosotros tenemos contratos leoninos con las petroleras. Compramos la súper a 90 centavos el litro; no podemos venderla a 87. Si el Gobierno no cambia las reglas de juego, las 50 estaciones aledañas al Carrefour van a echar a parte de su personal�. Según García, Carrefour viola la ley que prohíbe la venta de combustibles en el mismo predio en que se comercializan bebidas alcohólicas. �Los híper ya fundieron a los almaceneros. Ahora vienen por nosotros�, alertó. Las cadenas, que vienen manteniendo una dura pelea con los proveedores, reabrieron las heridas que tenían con los dueños de las estaciones.
COMUNICACIONES ACEPTO UN RECLAMO DEL CORREO SA
Una a favor de Franco Macri
Por Cledis Candelaresi
Si Francisco Macri hubiera presenciado ayer la reunión que el secretario de Comunicaciones tuvo con legisladores de la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones, se habría sentido animado. Henoch Aguiar sostuvo ante los parlamentarios que �no puede� contrariar una resolución firmada por su antecesor, Germán Kammerath, que le permitió a al Correo Argentino computar a cuenta de su plan de inversiones 126 millones de pesos gastados en retiros voluntarios. Lo singular es que este criterio fue cuestionado ante la Justicia por diputados oficialistas, tanto como refutado por documentos oficiales, uno de ellos de la Auditoría General de la Nación.
Según el contrato de concesión, el Correo Argentino debe invertir 25 millones de pesos por año. Por consiguiente, aquel permiso de dar por cumplido su plan de obra con lo que gastó en retiros voluntarios para achicar la grilla de personal le permite cancelar de un plumazo obligaciones correspondientes a 5 años.
Página/12 accedió a informes de la Subsecretaría de Inversiones de Economía y de la AGN que objetan ese procedimiento, entre otras razones, porque la legislación nacional e internacional consideran las indemnizaciones gastos y no inversiones. Estos documentos fundaron una denuncia penal contra Kammerath por incumplimiento de los deberes de funcionario público que realizaron algunos diputados de la Alianza, entre ellos la frepasista Nilda Garré.
El tema fue rozado ayer durante la visita del secretario de Comunicaciones a la Bicameral, cuando se pusieron sobre la mesa los reclamos cruzados entre el grupo adjudicatario, liderado por Macri, y el Estado. �En aras de la seguridad jurídica, Aguiar no puede ir contra una resolución del secretario anterior� �comentó a este diario uno de los asesores de Comunicaciones�. Y a raíz de esta determinación �el Correo Argentino tiene un crédito abierto�, porque ya habría invertido más de lo que le correspondía por cronograma.
Esta definición tiene especial importancia, ya que una comisión mixta está tratando de emprolijar las cuentas. El grupo liderado por Macri debe más de 106 millones de pesos por el canon que se resiste a pagar, argumentando que algunos organismos y dependencias públicas le deben por servicios prestados. Del mismo modo, el grupo privado también presiona sobre el ministro Nicolás Gallo pidiendo cambios en las condiciones de la licitación con argumentos que, en su mayoría, ya fueron refutados por la Sindicatura General de la Nación.
El informe de Aguiar sobre la empresa privatizada se centró en otras cuestiones no menos polémicas:
La redacción de un nuevo marco postal, que haría más restrictivo el ingreso al mercado de empresas que hoy compiten con el Correo. Macri argumenta que la desregulación permitió la proliferación de empresas que le compiten deslealmente. Aguiar defendió la imposición de nuevos requisitos para ingresar al negocio. Tuvo al menos dos advertencias: Alberto Natale, titular de la Comisión, pidió que no se disminuya el número de competidores de la empresa privatizada. Alfredo Castagnón (Acción por la República) alertó que se alteraría la ecuación económico- financiera del contrato.
La posible asociación del Correo Argentino con Exxel, su principal competidor. Aguiar aseguró que la empresa no le comunicó �formalmente� esa fusión. Si esto ocurriera, la operación debería ser juzgada por la Comisión de Defensa de la Competencia, sentenció, a tono con lo que días atrás advirtió su jefe, el ministro Gallo.
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