Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


�ALARMA�, STARS UNDER EN UNA COMEDIA PARA TODOS
Un auténtico duelo actoral

Alejandra Flechner, Humberto Tortonese, Valeria Bertucelli y Roberto Catarineu se sacan chispas en una obra que viene de ser suceso en Londres.

Los cuatro personajes de la obra adquirida "llave en mano"
En el duelo de actuaciones, Flecher y Tortonese están brillantes.


Por Cecilia Hopkins

t.gif (862 bytes) Siguiendo con la modalidad de comprar espectáculos en el exterior al estilo �llave en mano� es decir, con todas las decisiones de puesta ya tomadas, Alarma acaba de hacer su aparición. Sobre el original Alarmas y excursiones del inglés Michael Frayn, el director repositor (también británico) David Grindley trabajó en base a las directivas de su compatriota William Blackmore, responsable de la versión londinense. Felizmente, el elenco es argentino y es, sin dudas, lo más destacable de todo el espectáculo. Alejandra Flechner, Humberto Tortonese, Valeria Bertucelli y Roberto Catarineu tienen a su cargo la dificilísima tarea de hacer llevadera una serie de seis sketches que despliegan un humor desparejo y muy poco inspirado. En algunos momentos, sus buenos oficios logran que el espectador pase por alto lo reiterado de las situaciones. En otros tramos, en cambio, ninguno de los cuatro puede hacer demasiado como para disimular la inconsistencia del libro de Frayn y lo precario de sus planteos de escena. Para peor, aunque el director les haya permitido hacer uso de la jerga porteña coloquial, los actores deben interpretar sus personajes como si estuvieran en Inglaterra. 
Cuando todo parece estar a punto para que dos matrimonios amigos pasen una velada encantadora, una insistente alarma llegada de algún recóndito lugar de la casa es el disparador de las ¿absurdas? y accidentadas corridas que protagonizan los anfitriones y sus invitados, aterrorizadas víctimas de los aparatos electrónicos que dominan la casa. �Qué cansador resulta estar de vacaciones�, es la conclusión con la que abre el siguiente sketch, expresión que, por otra parte, no hace más que anticipar su contenido básico. Allí, dos parejas disímiles en edad, pero similares en cuanto a su espíritu rutinario hacen noche en el mismo hotel hasta que descubren que no soportan la idea de encontrarse tan parecidos entre sí. Luego del intervalo, la acción vuelve a concentrarse en las parejas que ya habían protagonizado el sketch que da título a la obra.
En caso de tener la risa fácil, el espectador podrá encontrar comicidad en los diálogos que entablan estos personajes que, a pesar de su aburrimiento, no encuentran el modo de dar por finalizada la visita a sus amigos, enredándose en chismes y discusiones idiomáticas. Cierra el ciclo un icuadro que intenta hacer una crítica sobre la incomunicación que sufren las personas a causa de teléfonos y contestadores automáticos. De las interpretaciones, se destacan los trabajos de Flechner y Tortonese (siempre atentos a diferenciar su gestualidad y sus registros vocales, especialmente la ex Gambas al Ajillo) tal vez porque sus personajes se parecen menos entre sí que los que deben encarnar Bertucelli o Catarineu. 

 

PRINCIPAL