TRAS EL �GESTO INAMISTOSO� DE LA ARGENTINA POR LA CONDENA EN LA ONU
El domingo, Cuba saca su embajador

La Habana adelantó la vuelta de su representante en la Argentina, disgustada por la continuidad entre el voto de Menem y el de la Alianza en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

 Si bien no hubo anuncios públicos, Cuba ordenó ayer el retiro de su embajador, Nicolás Rodríguez Aztiazarain, en lo que se supone es una respuesta al �gesto inamistoso� expresado en el voto condenatorio emitido por el gobierno argentino ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. 
La comunicación llegó al palacio San Martín al mediodía de ayer y se desconocen los términos la nota remitida para informar oficialmente de la decisión. La drástica determinación cubana sorprendió casi tanto como el cambio de postura del radicalismo en la materia. En las filas aliancistas, al estupor se sumó la consternación. Un grupo de diputados del oficialismo �entre ellos la radical Margarita Stolbizer, los socialistas Alfredo Bravo y Jorge Rivas y los frepasistas Marcela Bordenave y Ramón Torres Molina� se apersonó de inmediato a la sede diplomática para entregar una carta dirigida a las autoridades y el pueblo de la isla.
Rodríguez Aztiazarain tenía previsto dejar el país a fines de mayo, cuando se venciera el tiempo de su misión. Por ello la embajada había organizado una recepción de despedida para el 28 de abril. Pero el voto del representante argentino ante la Comisión, Leandro Despouy, forzó el cambio de planes. En efecto, alineado tras Estados Unidos, Chile, España y Gran Bretaña y dando una vuelta de campana a la línea llevada adelante tradicionalmente por el radicalismo, Despouy se sumó a la condena a la política cubana en materia de derechos humanos. También expresó su rechazo al bloqueo, pero esta parte no integró el texto de la declaración aprobada por mayoría. 
La noticia cayó como un balde de agua fría entre los diplomáticos cubanos y la contestación no se hizo esperar. Desde La Habana se le ordenó a Rodríguez Aztiazarain acelerar la partida. Es más, el embajador estuvo a punto de abandonar Buenos Aires ayer mismo y sólo tareas pendientes en la legación dilataron su salida hasta el próximo domingo. Aunque los funcionarios de la embajada se negaron a efectuar declaraciones y aguardan que tanto desde La Habana como desde la cancillería argentina se hagan públicos la decisión y los motivos que la fundan, no escapa que éstos están íntimamente vinculados a la �actitud inamistosa� adoptada en Ginebra. La recepción del 28 también fue cancelada. 
Página/12 consultó a fuentes cercanas a Rodríguez Aztiazarain respecto a la inusual contundencia de la medida adoptada por Cuba. �Hay países y países y hay gobiernos y gobiernos�, deslizaron. La frase, en apariencia ambigua, dejaba entrever que la isla ha vivido el voto argentino como una traición. Nada hasta ahora había permitido suponer que el gobierno de Fernando de la Rúa quebrara la tradición de independencia para seguir los pasos del menemismo, un cambio que dividió aguas en el gabinete y se ganó la crítica de Raúl Alfonsín. �Yo soy el presidente del partido y me acabo de enterar�, dijo Alfonsín sin disimular su desagrado. 
Queda por saber cuáles serán las repercusiones regionales del voto. Por lo pronto, el gran socio argentino en el Mercosur, quedó varado: Brasil optó por la abstención, vía que también prefirió México. La moción a la que se sumó Leandro Despouy (un hombre que fuera exiliado y enrolado en las filas progresistas de la Cancillería) fue impulsada por la República Checa y Polonia y a ella adhería con entusiasmo el Comité Cubano Pro Derechos Humanos, liderado por Ricardo Bofill (un ex marine), que en los meses previos a la reunión había organizado un intenso lobby en favor de la presentación.

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