|
Una serie de robos y enfrentamientos sacudió ayer a la ciudad de Buenos Aires. El hecho más dramático se produjo poco después del mediodía en una sucursal bancaria de Juan B. Justo al 4800, donde tres asaltantes se enfrentaron con la policía. El robo se frustró, pero la refriega dejó un saldo de dos heridos, un suboficial y un parroquiano que salía de un bar y salvó su vida de milagro: una bala le rozó el cuello y se le incrustó en el hombro. Una hora después, en Gaona al 1100, una pareja asaltó otra sucursal y, en un operativo relámpago, se llevó apenas 700 pesos. Casi al mismo tiempo, otro hecho se producía en Independencia y Muñiz, en Boedo: un policía retirado resultó con heridas graves al enfrentarse con delincuentes que lo quisieron asaltar cuando custodiaba un vehículo de transporte de dinero. El primer hecho ocurrió a las 12.35 en la sucursal Villa Mitre del Banco Galicia. Dos hombres armados ingresaron en la entidad mientras que otros dos esperaban afuera, a bordo de un automóvil Alfa Romeo. Según informaron a Página/12 fuentes de la comisaría 50, que intervino en el caso, uno de los asaltantes que ingresó al banco tomó a un cliente como escudo y disparó dos tiros al aire, mientras el otro se dirigía hacia las cajas. Pero no tuvieron tiempo de nada: un policía de civil que vigilaba la zona, desde afuera, advirtió la situación y dio la voz de alto. Enseguida, se vio frente a una verdadera lluvia de balas, disparadas por los cuatro asaltantes. A todo esto, el guardia que estaba dentro del bunker accionó la alarma, y un patrullero se encaminó hacia el lugar. Pero cuando el vehículo llegó, los ladrones ya habían huido y en el suelo había quedado tendido el policía de civil, sargento primero Oscar Barlenga, y un hombre de 52 años, que acababa de salir de un bar de la esquina, y se encontró con una bala que le rozó el cuello y se le incrustó en el hombro. El hombre fue internado en el hospital Alvarez y ayer por la tarde fue operado. El proyectil, que le produjo un hematoma y no tiene orificio de salida, podría ser de 9 milímetros u 11.25, según pudo verse en las radiografías. Según la policía, habría sido disparada por los delincuentes. Su estado es satisfatorio, lo mismo que el del policía, trasladado en helicóptero al Hospital Churruca. Los delincuentes están prófugos, pero el Alfa Romeo fue encontrado a unas cuadras del lugar, en Figueroa y Trelles, con varios impactos de bala y una pistola 9 milímetros y cargadores de ametralladoras abandonados en su interior. Frente a la puerta del banco quedó un tendal de siete autos agujereados a balazos. Poco después, a las 13.45, una pareja asaltó la sucursal del BBV-Banco Francés, en Gaona al 1100, Caballito. Fue un robo relámpago: los dos llegaron en una moto de alta cilindrada y mientras la chica se quedó de campana en la puerta, el hombre saltó hacia las cajas amenazando a los cajeros. También sonó la alarma, pero todo fue tan veloz que cuando el patrullero llegó los asaltantes se habían esfumado a bordo de la moto. No pudieron llevarse un botín digno: sólo se alzaron con 700 pesos, informó la policía. Para colmo, los dos quedaron registrados en una cinta de la cámara de seguridad del banco. El tercer episodio ocurrió alrededor de las 14, en Independencia y Muñiz. Allí, un Fiat Palio con tres hombres a bordo interceptó a un Peugeot 504, conducido por un oficial inspector retirado de la Policía Federal. El hombre trabaja en una agencia de seguridad y estaba actuando como custodia de dos hombres que transportaban una importante suma de dinero. Los ladrones los venían siguiendo desde el banco ubicado en Directorio y Carabobo, de donde habían retirado los billetes. Al cruzarle el vehículo, se generó un tiroteo en el que el policía resultó con una herida de bala en el pecho. El hombre quedó internado en grave estado en el Hospital Churruca. En cuanto a los asaltantes, huyeron sin poder llevarse un solo peso. El auto que conducían había sido robado en Caballito y apareció luego, abandonado, en Villa Lugano. El día había comenzado con más violencia. Dos hombres de entre 40 y 45 años murieron en un enfrentamiento con la policía, en Emilio Lamarca y Yerbal, en el barrio de Floresta. Los dos estaban a bordo de un auto robado. Cuando los policías los intentaron identificar, los dos se resistieron a tiros y cayeron bajo las balas policiales. También al mediodía, cuatro hombres fueron detenidos en una panadería de Retiro, adonde intentaron tomar como rehenes a un grupo de empleados. Otro capítulo para un día cargado de tensión policial.
FUE A VER A UN JUEZ Y TERMINO PRESO El adolescente se presentó ante el juez, como lo hacía periódicamente. Cumplía de ese modo con la condición para gozar de la libertad vigilada, en el marco de una causa por robo en la que está involucrado. Pero la de ayer no fue una visita más. En medio de la entrevista, el personal del Juzgado cayó en la cuenta de que el joven allí sentado no sólo tenía que responder por el robo en cuestión. Era el mismo que estaban buscando como sospechoso de asesinar a un policía el domingo pasado, en Flores. Y terminó su reunión con el juez, esposado y con la cárcel como destino.
|