Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


EL PESO DE UNA COMUNICACION NOCTURNA ENTRE LAGOS Y DE LA RUA
La historia secreta del voto sobre Cuba

La condena a Cuba en la ONU por parte de la Argentina, en línea con el voto de Menem, desconcertó incluso a ministros de su gobierno. Página/12 reconstruyó el cálculo de Fernando de la Rúa y Ricardo Lagos antes de un voto que dejó la condena al bloqueo sólo en el plano de las intenciones. 

Socialista Ricardo Lagos, nuevo presidente de Chile.
En la noche del lunes intercambió argumentos con De la Rúa.
Fernando De la Rúa, respetuoso de la flamante �Alianza estratégica�.
Quiso poner en énfasis en los fundamentos del voto.

Por Martín Granovsky

t.gif (862 bytes) �Se consultaron dos que en el fondo querían lo mismo.� Esa es la conclusión de un dirigente de la Alianza cuando reconstruye la historia del voto argentino de condena a Cuba en las Naciones Unidas. Uno era Ricardo Lagos, presidente de Chile. Otro, Fernando de la Rúa. En la noche del lunes, cada uno buscó en el vecino de al lado el argumento para apoyar el proyecto norteamericano que los checos presentaron. Y lo encontró.
Después de hablar con Lagos, De la Rúa no tuvo ninguna duda. Ordenó al canciller Adalberto Rodríguez Giavarini que la Argentina debía mantener el voto de condena inaugurado por Carlos Menem. El ministro, a su vez, transmitió las instrucciones al representante argentino para temas de derechos humanos, Leandro Despouy, y unas horas después se desencadenó el primer conflicto en que tres ministros se opusieron públicamente a una decisión presidencial mientras dos más lo hacían en privado y, en un gesto inédito, Cuba adelantaba la ida de su embajador en la Argentina.
Por lo que pudo establecer Página/12, hasta el diálogo con Lagos ni De la Rúa ni Rodríguez Giavarini habían hecho explícita a sus colaboradores una posición definitiva sobre la cuestión cubana. 
Algunos de ellos entendían que el nuevo gobierno votaría distinto que el de Menem. Incluso estaban seguros de que Chile cambiaría su voto del año pasado y pasaría de la condena a Cuba a una postura abstencionista como la de México y Brasil.
La razón en el caso argentino era doble. Por un lado, la tradición: así lo había hecho el gobierno de Raúl Alfonsín, y era obvio que el elemento nuevo, el Frepaso, no iría contra los viejos hábitos. Por otro, el costo bajo de una decisión de ese tipo: la Argentina no está irritando a los Estados Unidos en otros campos, más allá del folklore de las patentes, y puede permitirse ser módicamente díscola.
Para los chilenos, el razonamiento se basaba en que el gobierno de la Concertación seguía en el gobierno, pero con un socialista como Lagos en lugar de un democristiano, Eduardo Frei, de presidente. 
El miércoles a la noche ministros del gobierno nacional, funcionarios, diplomáticos y políticos se reunieron en una cena en la embajada de Chile por la visita de la canciller, Soledad Alvear. Entre la variedad de salmones y tortas, y después de que Franklin Caicedo actuara un texto de Pablo Neruda sobre el castellano, la mayoría confesó estar bajo los efectos de un cimbronazo. 
A la altura del café, sin embargo, ya era posible una lectura más fina, que incluía estos datos:
  El Gobierno no es la suma aritmética de UCR (con hegemonía alfonsinista) más Frepaso, sino una coalición inorgánica que remata en De la Rúa como vértice. 
  De la Rúa está marcando diferencias diplomáticas con Menem en otras áreas como Malvinas, donde la secretaria Susana Ruiz Cerruti acaba de anunciar que el Gobierno rechazará cualquier licitación petrolera unilateral británica en las islas. Pero aunque no habla de relaciones carnales, quiere mantener relaciones íntimas con Washington.
  El único embajador que antes del voto hizo lobbying público fue Guillermo González, representante en los Estados Unidos. Dijo que el Departamento de Estado estaba muy interesado en un voto de condena a Cuba. González, un cordobés, tiene línea directa con De la Rúa.
  Chile tenía, efectivamente, presidente democristiano, pero los últimos cancilleres de Frei fueron socialistas: José Miguel Insulza y Juan Gabriel Valdez. 
  Un socialista como Lagos podría sentir más complejos que uno democristiano para cambiar el voto, no de la derecha sino de su propio gobierno en un turno anterior.
  Así como De la Rúa no quiere fastidiar a los Estados Unidos, Lagos no quiere molestar más de la cuenta a la derecha chilena, integrada en un 60 por ciento por pinochetistas de corazón. Con la intención de procesar a Augusto Pinochet le basta.
Ninguna de estas seis claves estuvo el lunes y el martes en la cabeza de la segunda línea del Gobierno. Un diplomático latinoamericano que pidió reserva de su identidad reveló que por eso el sorprendido fue, incluso, el propio Despouy cuando recibió las instrucciones de votar contra Cuba. Y recién en ese momento surgió la idea de compensar la condena por los derechos humanos con el agregado de una crítica al bloqueo norteamericano. España, en un principio, estuvo de acuerdo. También Portugal, cuyo primer ministro preside la Internacional Socialista. Y el resto de los europeos, que recelan de Fidel Castro pero también de las restricciones estadounidenses para que otros hagan negocios en Cuba y, en el poscastrismo, queden con un pie a 90 millas de la Florida. 
Pero los representantes del Departamento de Estado advirtieron pronto la jugada y la cortaron. Por eso en la resolución definitiva sólo figuran cuestionamientos a Cuba y no hay ninguna referencia al embargo. 
�Fíjense en el fundamento del voto �contaron dirigentes de la Alianza que les argumentó Rodríguez Giavarini en la cena de Chile�. Por primera vez instalamos en Ginebra, en un ámbito de derechos humanos, el tema del bloqueo.
La verdad, hasta ahora, es que ese fundamento quedó en el plano de las intenciones y no se trasladó al voto. La Argentina y Chile votaron como De la Rúa y Lagos habían acordado en el primer signo de lo que Rodríguez Giavarini llamó, su brindis anterior al salmón ahumado, �alianza estratégica�. 


Cavallo con el Presidente

El voto argentino contra Cuba provocó un milagro: la campaña electoral se interrumpió por un segundo y el cavallismo apoyó la decisión del Gobierno de Fernando de la Rúa. En un comunicado de Acción por la República, Domingo Cavallo dijo que �el respeto y la plena vigencia en todos los países del mundo, de las libertades, de los valores democráticos y de los derechos humanos deben ser exigencias firmes de la comunidad internacional�.
Después de dos años como canciller, Cavallo era ministro de Economía en 1991, cuando Carlos Menem decidió variar el voto tradicional argentino y condenar a Cuba en las Naciones Unidas. El plan se completó con las relaciones carnales entre la Argentina y Estados Unidos, practicadas entonces con George Bush y luego con Bill Clinton, y un acercamiento a la Fundación Cubano-Americana del anticastrista de Miami Jorge Mas Canosa. El cubano, ya fallecido, terminó realizando negocios en la Argentina con el ex ministro del Interior José Luis Manzano y la ucedeísta reciclada al justicialismo Adelina Dalesio de Viola.

Cancillería sin comentarios

�Sin comentarios�, fue el comentario de la Cancillería argentina a la agencia de noticias France Presse, que la consultó sobre el retiro del embajador cubano en la Argentina, Nicolás Rodríguez Aztiazarain, adelantado ayer por Página/12. 
�Se trata de una decisión de la Cancillería cubana�, dijeron los funcionarios interrogados por AFP.
Este diario publicó que La Habana había ordenado a su embajador adelantar el regreso a Cuba, que estaba programado para fin de mes. Incluso le dio instrucciones de suspender la fiesta de despedida, el 28 de abril, como un modo de dejar en claro el disgusto de Fidel Castro con la decisión argentina de apoyar la condena norteamericana a Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Sin embargo, la decisión se acerca más a un gesto político que a una medida diplomática, y no es lo que técnica y formalmente se conoce como retiro de embajador. Por eso la Cancillería cubana declinó comentar públicamente el hecho. 

 

 

opinion
Por Eduardo Pavlovsky*

Los chirolitas carnales

Que Elena Cruz sea la chirolita de Cavallo no tiene trascendencia. Es un hecho menor. Pero que nosotros sigamos siendo los chirolitas carnales de Estados Unidos es un acontecimiento grave. Cuando un país es chirolita de otro pierde su identidad cultural. Pierde su dignidad. El voto argentino de condena a Cuba en la ONU, continuando la política de obsecuencia menemista frente a Estados Unidos, es vergonzoso. Es indigno. Somos los chirolitas del FMI. Ser chirolitas permite ciertas ventajas ocasionales �favores coyunturales� pero a la larga es una traición a la ética y a la coherencia. Es un precio muy grande a pagar. Es un ataque a la dignidad del país. Las declaraciones aclaratorias del Presidente de que no es un voto contra el pueblo de Cuba no hace sino ratificar la indignidad del chirolismo. Las protestas aisladas de algunos miembros del gabinete son aún más lastimosas. Falta la acción digna. La palabra acto.
No es un hecho menor. No es Elena Cruz hablando por Cavallo. Es la Argentina hablando por Estados Unidos. Es gravísimo. Sobre todo cuando se habla todo el día de transparencia. Esto es lo opuesto a la transparencia. Es la opacidad cómplice vergonzante. Es una relación carnal distraída. Es chirolismo puro. Hacía falta una renuncia. Alguna renuncia que hiciera recuperar la dignidad. Porque cuando se pierde la identidad cultural de una nación se desnuda la fractura ética. La impostura.
Mi solidaridad con la abstención de Brasil, México y Colombia y también con Venezuela y Perú. No toda Latinoamérica acepta el destino vergonzoso del chirolismo. Esto debe servirnos de ejemplo y de esperanza. La identidad no se vende por las ventajas ocasionales que pueda brindar el chirolismo cómplice. Nunca. El beneplácito de Menem por la condena a Cuba lo aclara todo. De chirolita a chirolita.

* Autor, actor y director teatral. 

 

 

opinion
Por Alfredo Allende*

Que no sea un presagio

El reciente voto de la representación oficial argentina, sumándose a la condenación de Cuba, merece reflexiones.
1. Hay una mejora respecto de las posiciones anteriores ya que no se llegó al extremo de apoyar al embargo que sufre la sociedad cubana.
2. No se tuvieron, sin embargo, en cuenta: el histórico intervencionismo norteamericano que plasmó en la Isla un país casino-lupanar con la economía controlada a través de una dictadura oligárquica asociada con los negocios azucareros y tabacaleros de empresas y bancos estadounidenses. Todo ello, en medio de la pobreza generalizada de las mayorías.
3. La democracia que se le reclama a Cuba, con airado gesto internacional, está lejos de la exigencias que se retacean a China o a multitud de países con elecciones fraudulentas y tiranías encubiertas por formalidades constitucionales huecas de contenido efectivo.
4. Mientras Estados Unidos reprime a sus minorías de manera tal que un 95 por ciento de su población detenida es pobre, de etnias negras e hispanas; mientras que las políticas neoliberales se expanden por el mundo al punto que sólo un 30 por ciento �en reducción� pertenece al mercado; mientras cada año, debido a las deudas externas y a la políticas neoliberales dictadas desde Washington, fallecen más personas en el mundo (como explican los organismos internacionales) que durante toda la Segunda Guerra Mundial, la atención se focaliza, irónicamente, en violaciones de derechos humanos en Cuba, la que, al menos, ha consagrado en la práctica los derechos elementales a la salud y a la educación, como no lo han hecho los regímenes dictatoriales paniaguados por los centros imperiales.
5. No se tuvo en cuenta la tradición de la UCR inaugurada por Yrigoyen, desenvuelta por Umberto Illia y Raúl Alfonsín, en el sentido de priorizar la solidaridad latinoamericana, tal cual lo hicieron el país vecino de los Estados Unidos, México y la potencia mayor del Mercosur, Brasil.
6. Resta esperar que esta participación desdichada en el campo de las relaciones internacionales no sea presagio de claudicaciones internas respecto del objetivo nacional fundamental, el del desarrollo endógeno, vinculado como está a la actuación argentina en el mundo.

* Diputado nacional, UCR-Alianza.

 

PRINCIPAL