Por Silvina Friera
En la vigésima sexta edición de la Feria del Libro no podía faltar el teatro, actividad paralela que �aunque no convoque la misma cantidad de público que las presentaciones de libros o algunas conferencias�, logra llamar la atención de quienes revolvieron lo suficiente en los stands con ofertas y quieren saber qué pasa donde se forman las colas (no sea cosa que regalen algo y se lo pierdan). Una mujer protestaba porque la obra Cristal negro, sobre textos de Alejandra Pizarnik, anunciada para las 21 en la sala Leopoldo Lugones, llevaba más de media hora de demora. Unas cincuenta personas esperaban para ingresar. Mientras por los parlantes se anunciaba que el subte funcionaría hasta las 23.45, algunos, ciertamente perdidos entre los pabellones y los nombres de los auditorios, descubrieron que hacían la cola en el lugar equivocado: en la sala José Hernández, justo al lado de la Lugones, el gran atractivo era el mediático Jaime Bayly, que presentaba su primera novela en Internet, Los amigos que perdí. Muchos de los que reparaban en su error a tiempo, cambiaban de fila con disimulo.
El grupo Teatro Del Vértice se propone rescatar lo mejor de la poética de Pizarnik, cuya obra alcanzó status de culto luego de su suicidio, ocurrido hace 28 años. La actriz Eleonora Mónaco, que protagoniza Cristal negro junto a Mónica Castaño, cuenta que la idea surgió a partir de la lectura de muchas poesías de Pizarnik, que ella usaba para ejercitar la voz. �Cuando me empezaron a aparecer imágenes, fui uniendo distintos textos de la poeta hasta que adquirieron una estructura más dramática�, subraya Mónaco, que vio en el Parakultural a Batato Barea haciendo poesías de la poeta. �Siempre me sorprendió esa capacidad de jugar con lo sublime y al mismo tiempo saltar a lo bizarro y guarango, que tenía Alejandra�, apuntó Mónaco en diálogo con Página/12 al término de la obra, mientras el público abandonaba la sala en busca de ofertas, volantes y promociones varias.
Antes de llegar a la Feria Cristal... subió a escena en distintas bibliotecas, un ámbito más intimista y adecuado que la sala Lugones. La Conabip (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) les ofreció participar de la Feria y así se concretó esta actividad atípica para la rutina del evento. El tema de la muerte atraviesa la obra: �Y si nos aburriésemos y nos suicidásemos�, �Las palabras hubieran podido salvarme� y �Qué pasa si uno no se muere�, sintetizan la obsesión principal de la autora de Los trabajos y las noches. Lamentablemente, las palabras de Bayly, aplausos y varios ruidos externos, se escuchaban a la par de las voces de las actrices, y algunos espectadores decidieron abandonar la sala Lugones, molestos con la situación.
El 25 de setiembre de 1972, Pizarnik salió de la clínica psiquiátrica en la que estaba internada, para pasar el fin de semana en su departamento de Montevideo 980. Se tomó cincuenta pastillas de Seconal sódico y entre sus últimos papeles de trabajo, apareció un texto perturbador: �No quiero ir nada más que hasta el fondo�. Había nacido en Buenos Aires, en 1936, en el seno de una familia de inmigrantes del este de Europa. Tenía apenas 19 años cuando publicó su primer libro, del que siempre abjuró, La tierra más ajena. Para los interesados en conseguir libros de Pizarnik, basta con darse una vuelta por el pabellón verde de la expo: allí, en el stand 1400, está la editorial El Corregidor, que tiene los derechos exclusivos de la obra de la autora de La última inocencia. Se pueden comprar las Obras Completas, por 19 pesos, y Textos selectos (con selección y prólogo a cargo de Cristina Piña), por 8 pesos. Además, hay un ensayo y una biografía sobre la poeta: Todas las que ella era, de Bernardo Ezequiel Koremblit y Una biografía, de Cristina Piña. En el puesto de la editorial Lumen esperan que el diario íntimo de la autora, de reciente edición enEspaña, pueda llegar a Buenos Aires antes de la finalización de la exposición, con lo cual los admiradores de Pizarnik completarían una bibliografía tan torturada como necesaria.
Calamaro y sus amigos
Andrés Calamaro y Alejandro Rozitchner (filósofo y novelista) estarán presentando hoy a las 20 en la Feria del Libro (sala José Hernández) el libro Tirados en el pasto. Se trata de charlas casuales compartidas durante 15 días entre el músico y el escritor, durante el verano europeo del año pasado, cuando Calamaro acababa de finalizar la grabación de Honestidad Brutal, su último y exitoso álbum doble. Las conversaciones tuvieron lugar en Cataluña (arrancaron en Blanes) y tratan de atrapar el espíritu de ese período de descanso tras el maratón en el estudio. |
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