Los
distintos candidatos del peronismo: Irma Roy, Raúl Granillo Ocampo,
Juliana Marino, Mario "Pacho" O'Donnell y Alicia Pierini
pronostican el futuro partidario. |
Cuando a Juan Domingo Perón le
preguntaban cómo era el espectro político argentino respondía:
"Hay radicales, una corriente importante de conservadores, muchos
socialistas, también existe una centro-izquierda y una
centro-derecha". Enseguida le repreguntaban dónde
estaban los peronistas. "Peronistas son todos", contestaba. La
anécdota le sirve a Irma Roy para ilustrar lo que va a suceder después
de las elecciones. "Debemos delinear un camino a la unidad. Los que
somos peronistas no tenemos grandes diferencias, la situación de hoy
responde más a una cuestión de coyuntura". Para la actriz, el
primer paso será "enfrentar la culpa y los errores, para eso tenemos
que aunar esfuerzos e ideas. A partir de ahí cada uno evaluará en qué
contribuyó para que esto se desbande, pero es claro que debe conformarse
una línea". Sin embargo, para otros peronistas hay un problema que
las urnas no pueden exorcizar: las formas de acceso a la conducción
interna. Pero los resultados sí ayudarán para medir fuerzas. Alicia
Pierini, reciente ex menemista y actual compañera de Roy, pronostica
"un fuerte y profundo debate" y explica que "debemos
discutir la identidad del peronismo y hacer una amplia convocatoria
fundada en la autocrítica. Hay que barajar y dar de nuevo sabiendo que la
interna es la primera degradación del PJ".
Por otro lado, Juliana Marino,
quien encabeza la lista de legisladores justicialistas que apoya a la
dupla Ibarra-Felgueras, cree que los "escenarios de confrontación no
se resolverán mientras no se discutan los métodos de elección de la
conducción interna". Y agregó que cuando se vote la conducción
"servirá de test para revelar si los que somos cuestionadores del PJ
como sello vacío y sin representatividad estamos en condiciones de
unirnos para llegar a alguna transformación real". Para después de
las elecciones imagina "que se van a desarrollar foros
autoconvocados. Nos iremos juntando alrededor de un debate por las ideas,
mostrando que está en crisis la aplicación ortodoxa del modelo
liberal".
Para Granillo Ocampo, en
cambio, el PJ está en orden. "El que se considere peronista tiene
que aceptar las reglas de juego del partido. De otra manera no es posible
la convivencia democrática y se rompe la idea básica de cualquier
estructura partidaria", señaló. Granillo, además, transmitió a
este diario una inquietud que le llegó de los propios afiliados y que
puede dibujar el futuro del partido: "Estamos recibiendo denuncias
que piden la expulsión de aquellos que cuando pierden internamente se van
a otros partidos. Las estamos elevando al Tribunal de Disciplina".
Pacho O'Donnell, candidato a vicejefe de Granillo, no habló de traidores
pero consideró que "por especulación algunos compañeros y compañeras
salieron a vender patas peronistas a otras listas". O'Donnell, quien
en los '80 fue funcionario de Raúl Alfonsín, también auguró algún
tipo de "depuración": "Las crisis sirven para depurar los
partidos de aquellos dirigentes débiles, de poca convicción o que actúan
por la ambición de cargos. Luego del 7 de mayo nos espera una tarea muy
difícil pero fascinante: la renovación y recuperación de nuestro
partido". Aunque aclaró: "Nos juntaremos con aquellos compañeros
que hayan comprendido con sinceridad que su presentación en otras listas,
que nada tienen que ver con el PJ, ha sido un gran error". Informe: Verónica Gago
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