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EL ELISE, EL EXIGE Y EL M250
La Lotus resucitó de sus cenizas con sus nuevos modelos deportivos

Ahora propiedad de la Proton de Malasia, la casa de Norwich sacude al mercado joven con coches pequeños, potentes y 
fascinantes.


t.gif (862 bytes) La Lotus ha vuelto. La famosa casa inglesa, que a la tecnología triunfal de sus modelos de Fórmula 1 le oponía la versatilidad de sus codiciados coches sport de baja cilindrada y comportamiento hiperdeportivo, tan populares en Gran Bretaña y el resto de Europa, se está recuperando de su momento más crítico, tras la desaparición de su creador, Colin Chapman, y la ronda de compra-venta que la paseó por las manos de muchos sin soluciones reales. Desde mediados de los 90, y ahora en manos de la Proton, la manufacturera malaya de automóviles (que fabricaba bajo licencia los modelos de la Mitsubishi), la Lotus ha recuperado su nicho, que en los 60 hizo famosos coches como el Elan o el Elite, en manos de su caballito de batalla de fin de siglo, el Elise, y sus versiones más lujosas, como el Exige (lanzado en Londres a principio de mes) o el M250, presentado en el salón de Londres del año pasado y en producción a partir de mediados de este año.
El Elise volvió a convencer a los exigentes usuarios de este segmento (que demandan prestaciones picantes, no mucho confort, pero tampoco nada de él, y precios sensatos), con sus agradables líneas deportivas, su carrocería cupé o spider, su motor Rover 1.8 de 4 cilindros en línea, que en las últimas versiones alcanzaba los 143 CV, y una velocidad final que superaba los 210 km/h, a un precio accesible para un auto de estas características: 31 mil dólares en el Reino Unido.
Con sólo 690 kilos de peso, la celeración del Elise es notable: 5s4 para pasar de 0 a 100 km/h. Dentro del habitáculo �casi un auto de carrera� se viaja inclinado, con pocos comandos al alcance de la mano y caja de quinta; en la espalda se perciben las vibraciones del motor, montado sobre el chasis de aleación ligera. Como buen coche deportivo, en el que el conductor gusta de modular los frenos, no cuenta con sistema ABS antibloqueo, pero sus reacciones no precisan de la mano de un chofer experto. El consumo tampoco se va a las nubes: 8,6 kilómetros por litro.
La buena acogida del Elise en los últimos tiempos motivó a la Lotus Cars a lanzar otras versiones, más completas, del coche. Este mes ya se vende en Inglaterra el Exige, cuyas líneas exteriores son más feroces, más propias de un coche pensado para prestaciones fuertes. Con una carrocería más cargada, con aditamentos como los buches delanteros o el alerón posterior, amortiguadores Koni, frenos a disco y ruedas de 15 (adelante) y 16 pulgadas (atrás), el exige trepa hasta los 233 km/h gracias a los 187 CV del Rover K 190 que gira hasta las 8000 rpm. ¿La aceleración? Según catálogo, 0 a 100 km/h en 4s4. ¿Será cierto?
El extremo de la línea lo representa el M250, un concept-car que la Lotus probó en el salón de Londres del �99 frente al entusiasmo del público, que dio una respuesta tal que indujo a la fábrica a iniciar su producción en serie, como un escalón superior al noble Elise.
Por empezar, el motor ya no es el 4 en línea sino un poderoso V6 de tres litros, con velocidad máxima (limitada electrónicamente) de 250 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 5 segundos. Las soluciones aerodinámicas son más refinadas (con difusores traseros y un alerón integrado en la carrocería para aumentar la estabilidad a altas velocidades) y el confort será superior al de la Elise, con detallecitos como un navegador satelital y un CD player. El año próximo estará a la venta.
La Lotus ha vuelto. Bienaventurado el pueblo de los fierros porque de él es su estirpe.

 

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