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Cuando virus y bacterias llegan a mano con los cambios tecnológicos

Infectólogos Linda Tollefson y Anthony McMichael

El uso de antibióticos en la cría de aves puede generar  enfermedades en los consumidores. Dos infectólogos advierten  sobre las nuevas afecciones, producto de la globalización.


Por Pedro Lipcovich
t.gif (862 bytes) Ese pollito gordito contiene bacterias tan gorditas como él: la generalización del uso de antibióticos en los criaderos desarrolla cepas resistentes que pueden generar enfermedades gastrointestinales en quienes los consumen. Además, la fuerte competencia internacional en la oferta de alimentos resiente los controles de calidad. Son ejemplos de las enfermedades emergentes en la globalización, que --según los destacados infectólogos reunidos días atrás en un congreso en Buenos Aires-- no se remediarán con medicamentos sino con un cambio en la relación de los hombres entre sí y con la naturaleza. Con el auxilio de estos especialistas, Página/12 aprendió que todas las infecciones son o fueron "emergentes" y rastreó su historia de 100.000 años.

  Linda Tollefson, directora del Centro de Medicina Veterinaria de la célebre FDA (Food & Drugs Administration) de Estados Unidos, explica el problema: "Muchos criadores de animales están usando antibióticos, no ya para curar enfermedades sino como rutina, para facilitar su crecimiento; los animales así tratados crecen mejor, posiblemente porque los antibióticos les evitan enfermedades subclínicas. Pero esto genera cepas resistentes, especialmente en bacterias como la salmonella y el campylobacter, que están en el intestino del animal sin enfermarlo, pero que en los humanos sí causan diarreas y síntomas gastrointestinales muy severos".

  "Suele haber más de estas bacterias en pollos y pavos --señala Paula Fedorka, microbióloga de la Unidad de Investigación de Resistencia Antimicrobiana del Departamento de Agricultura norteamericano--; también en alimentos hechos con carne picada, como las hamburguesas. El campylobacter es la principal causa de enfermedades producidas por alimentos en los países desarrollados."

  La respuesta que inició la FDA consiste en "desalentar el uso de antibióticos para promover el crecimiento en animales, mediante controles y sanciones a criadores y veterinarios", afirma la doctora Tollefson. De todos modos, estas medidas no valen contra otro problema de la globalización, señalado por Horacio López, presidente del Congreso Internacional de Enfermedades Infecciosas: "La competencia internacional en producción de alimentos ha traído como consecuencia no deseada la baja de los controles de calidad en su fabricación y distribución".

  En verdad, las nuevas modalidades de enfermar son propiciadas por condiciones de la vida contemporánea como las que comenta Anthony McMichael --de la London School of Hygiene and Tropical Medicine--: "La producción intensiva de alimentos trajo patologías como la 'enfermedad de la vaca loca'. Tecnologías médicas como la diálisis renal dan oportunidad a la circulación de gérmenes. Se proyecta trasplantar órganos de cerdos transgénicos, que podrían introducir virus propios de esa especie. El recalentamiento global extenderá enfermedades como el dengue y el paludismo".

  Para McMichael, la auténtica respuesta no está tanto en el interior de los laboratorios como en "entender la larga historia de la relación entre el hombre y los gérmenes, para aprender a coexistir con ellos". El investigador señala que "todos los cambios sociales y tecnológicos abren oportunidades para bacterias y virus", y discierne cuatro momentos cruciales: el primero fue hace 100.000 años.

  "En esa época, el Homo sapiens migró desde Africa hacia el resto del planeta y entró en contacto con nuevos gérmenes. Hace entre 50.000 y 10.000 años, la domesticación de animales trajo enfermedades como la gripe (procedente de los caballos), la lepra (del búfalo), la viruela y la tuberculosis (de la vaca) o el sarampión (del perro)", cuenta el investigador inglés.

  El segundo momento crucial fue hace 2000 años: "La relación entre las grandes civilizaciones, Roma, China, la India, dio lugar a la expansión de enfermedades como la peste bubónica". El tercer momento fue la conquista de América: "Los europeos tenían más enfermedades infecciosas porque habían criado más especies animales, y así trajeron la fiebre tifoidea, el sarampión, la gripe, la viruela. Sólo la sífilis, tal vez, fue desde América a Europa", señala McMichael.

  El cuarto momento crucial es el que vivimos hoy. "Hace treinta años, creíamos que se había cerrado el ciclo de las enfermedades infecciosas. Nos equivocábamos, porque no tomábamos la perspectiva ecológica. Hoy estamos más tristes, pero somos más sabios", concluye McMichael.

 

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