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BLAIR PROPONE PERMITIR LA ADOPCION A PAREJAS GAYS
En busca de un hogar con amor

 

 

Para paliar la situación de miles de niños que esperan ser adoptados, el primer ministro británico quiere extender esa facultad a las parejas de homosexuales. Oposición de los conservadores.

 

Para Tony Blair, "lo más importante es que los niños vivan en un hogar con amor".


t.gif (862 bytes) En Gran Bretaña, las parejas homosexuales podrán adoptar niños, si prospera un proyecto del primer ministro Tony Blair. La propuesta intenta paliar la situación de miles de chicos en espera de adopción, en un país donde la cantidad de parejas que quieren adoptar es tres veces menor a la de hace treinta años, y donde la caída del Estado de bienestar hizo subir el número de chicos sin hogar. "Lo más importante es que los niños vivan en un hogar con amor", dijo el primer ministro. Se prevé que el proyecto genere el rechazo de la oposición conservadora y de sectores religiosos.

  Sólo en Inglaterra (sin incluir Gales y Escocia), 2400 chicos sin hogar esperan ser adoptados. La cantidad anual de adopciones, que llegaba a 20.000 en 1970, cayó a 6000 el año pasado.

  "Queremos facilitar las cosas, y la adopción por parejas homosexuales es una de las vías que tendremos en cuenta", anunciaron ayer fuentes del gobierno británico. Felicity Coller, directora de las Agencias de Adopción del Reino Unido, precisó: "Cuando son insuficientes las familias que quieren un niño, no podemos discriminar a ningún colectivo".

  Actualmente, la legislación británica permite la adopción individual, y no la niega a quienes manifiesten su elección homosexual, vivan o no en pareja, pero sólo tres de cada 2000 adopciones son realizadas por personas con esa orientación sexual. En Dinamarca y Holanda ya está permitido a las parejas de homosexuales adoptar niños, y en Alemania se discute esa legalización.

  Sin embargo, en Gran Bretaña, fuentes del Partido Conservador anticiparon su probable rechazo a la propuesta del gobierno. También se manifestaron en ese sentido grupos religiosos y defensores de la familia tradicional.

  Las autoridades también intentan reducir las trabas administrativas "que generan esperas innecesarias a los niños y a sus padres potenciales", según el gobierno. Según datos oficiales, 1300 familias esperan la concreción del trámite que les otorgue su hijo adoptivo, muchas de ellas desde hace más de un año.

  El primer ministro británico propuso crear un registro nacional que incluya a todos los adultos que desean adoptar y a todos los chicos en espera de adopción. Esto implicaría establecer criterios uniformes en todo el país. "Existe una enorme disparidad entre la cantidad de niños adoptados en unos distritos o en otros", señaló Blair, y observó que "los requisitos no son homogéneos: por ejemplo, en algunos lugares la edad límite para adoptar es de 35 años y en otros de 40".

  Tanto la disminución de padres adoptivos como el aumento de chicos sin hogar reconocen explicaciones sociales: la falta de adoptantes es coherente con la cada vez más baja disposición de los ingleses --como de la mayoría de los europeos occidentales-- a tener hijos. Y el aumento de chicos sin hogar es coherente con el desmantelamiento del estado de bienestar británico a partir de la gestión de la ex primera ministra Margaret Thatcher.

  En cambio, según comentó a este diario la especialista argentina Nelly Minyersky, "la cantidad de niños que necesitaban adopción había bajado mucho en varios países europeos, especialmente Francia, en la medida en que hubo políticas muy fuertes de apoyo a las madres solteras y, en general, a las mujeres jefas de hogar".

 

OPINAN DOS ESPECIALISTAS ARGENTINOS EN ADOPCION
"No se dan las condiciones"

Por P.L.
"En un país cuya cultura respete la identidad sexual de cada uno, está bien que se admita la adopción por parejas homosexuales", afirmó una de las principales investigadoras argentinas en el tema, luego de aclarar que ese país no es éste. Por otra parte, los especialistas observan que, cuando la sociedad apoya efectivamente a las mujeres y familias más desprotegidas, cae la necesidad de buscar padres adoptivos; y hay modalidades intermedias, como el "prohijamiento", que preservan el vínculo con la familia de origen.

  Nelly Minyersky, directora de la carrera de especialización en Políticas Sociales Infantojuveniles de la UBA, observó que "es claro que las personas homosexuales pueden ser muy buenos padres. Pero la nuestra es una sociedad pacata cuya legislación no da derechos a las parejas, homo o heterosexuales, no unidas en matrimonio. Y, cuando se trata de dar a un chico en adopción, es primordial no volver a ponerlo en una situación de rechazo social".

  Por su parte Juan Carlos Fugaretta --director del Instituto de Minoridad y Familia del Colegio de Abogados de San Isidro y juez en la Cámara Penal de esa localidad-- señaló que "en la Argentina, donde hay muchas personas que quieren adoptar con relación a la cantidad de chicos que pueden ser adoptados legalmente, no se dan las condiciones que en Gran Bretaña llevan a plantear la adopción por parejas homosexuales. Se admite, sí, la adopción por una persona sola, pero habitualmente los jueces entregan los niños a matrimonios, para permitirles contar con ambos padres".

  Por otra parte, destacó la doctora Minyersky, que "a veces se cree que la adopción soluciona el problema social de la niñez abandonada, y no es así". "Lo primero son las políticas de prevención para evitar la maternidad adolescente no deseada, que es el principal origen de los niños sin hogar --explicó--. También, políticas de Estado que apoyen a las madres solas. Y ayudar a la familia ampliada, a todo el entorno familiar, para que pueda hacerse cargo del niño. Está probado que, si se hace todo lo posible para que el chico permanezca con su familia de origen, la necesidad de padres adoptivos cae".

  Según Minyerky, que dirigió varios estudios sobre el tema, "aún en los casos en que la familia no puede hacerse cargo plenamente del chico, existen otros recursos, adecuados para chicos un poco más grandes e institucionalizados, esos que casi nadie suele estar dispuesto a adoptar"; y mencionó "el 'prohijamiento', admitido en Francia, España e Italia: a diferencia de la adopción plena, donde el vínculo con la familia de origen se rompe totalmente, en esta modalidad el chico mantiene su relación con aquella pero recibe apoyo de otra familia, por ejemplo, para ayudarlo a estudiar".

 

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