OPINION La
batalla de las fotos Por
Alfredo Grieco y Bavio |
Desde
un principio, el exilio cubano en Miami libró una guerra de imágenes
para retener a Elián. Una guerra donde cada batalla era un combate
cuerpo a cuerpo por la interpretación de una fotografía, y en el
cual sus encarnizados antagonistas no rehusaron participar con las
mismas armas. Como suele ocurrir en estos casos, la fotogenia de Elián
y la de su padre fueron argumentos que nadie consideró ilícitos. Las
imágenes de la felicidad del náufrago inundado por los regalos de la
próspera Florida fueron los primeros slogans en esa campaña. Después
vinieron los videos, en los que unos entendían que Elián no quería
volver a Cuba y otros que sí. Psiquiatras y psicólogos cubanos y
norteamericanos interpretaron la evolución de la sonrisa de Elián
con la pasión de historiadores del arte ante la de la Gioconda. El
domingo, la imagen del operativo dio la vuelta al mundo. Concentraba
todos los terrores que el norteamericano medio (y más aún los grupos
extremistas, no sólo los cubano-americanos) guarda contra el
omnipotente gobierno federal: existen ejércitos secretos de agentes
siempre listos para recurrir contra la gente común a tácticas dignas
de la Gestapo, derribar las puertas con las armas listas para
disparar, y secuestrar a nuestros hijos. Las primeras preguntas a la
ministra de Justicia, Janet Reno, fueron por esta foto, y ella pudo
defenderse recurriendo a su análisis, a argumentar que el dedo del
agente que apuntaba a Elián con una ametralladora no estaba sobre el
gatillo (entretanto, la CNN había mostrado una pancarta en Miami que
decía "Janet Reno, vergüenza de la comunidad lesbiana"). Sólo
la fuerza contraria de la ideología familiar (que dice que los hijos
deben estar con sus padres naturales) morigeró la reacción de la
opinión pública, que sin embargo la oposición republicana ya está
tratando de capitalizar contra el gobierno de Bill Clinton. También
obró sobre la opinión pública otra fotografía, que el gobierno
buscaba que funcionara como antídoto: la del feliz reencuentro entre
padre e hijo. La reacción instintiva de los parientes de Miami fue
impugnar la nueva imagen. Marisleysis González, prima y "madre
adoptiva" de Elián en Miami, denunció ayer que la foto estaba
trucada. A esto se podía contestar mostrando más fotos, trucadas o
no. Y fue lo que hicieron los abogados de Juan Miguel González. Como
en toda hermenéutica, la interpretación equivocada es la derrota y
en definitiva la muerte. Es a lo que deberían saber, en este año
superelectoral, los republicanos y demócratas que continúan disputándose
el rédito político del caso Elián. |
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