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CRISIS EN EL INSTITUTO DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL
No dejaron ni el "Biro de Oro"

Otro escándalo que se suma a las millonarias facturas truchas encontradas en el INPI. La hija de Ladislao Biro, creador de  la birome, lo denunció por uso indebido del nombre de su padre.


Por Maximiliano Montenegro
t.gif (862 bytes) La extraordinaria inventiva de los funcionarios argentinos no tiene límites. La Asociación Argentina de Inventores, una entidad sin fines de lucro fundada por Mariana Biro, hija del famoso creador de la birome, demandó al Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) porque la conducción anterior del organismo utilizó sin autorización el nombre de su padre para promocionar el Premio Nacional a la Inventiva. El reclamo no pretende arrancarle nada al Estado sino reivindicar a Ladislao José Biro, apartándolo del escándalo que significó que el año pasado se hubiera suspendido el mencionado concurso supuestamente por falta de fondos, aunque dichos recursos existían y ahora se investiga a manos de quién fueron a parar.

  Página/12 publicó ayer que el Ministerio de Economía realizaría su primera denuncia judicial contra funcionarios menemistas y que estaría centrada en el INPI, donde se detectaron facturas y recibos falsos, firmados por una misma mano, por un monto superior a 1,5 millón de pesos. La maniobra también incluye la "adulteración de recibos" en el pago del Premio a la Innovación. En conferencia de prensa, el titular del bloque de diputados justicialista, Humberto Roggero, salió a defender al ex interventor Horacio Jaquenod, hombre de su confianza. Dijo que la información era una operación urdida por José Luis Machinea, al que calificó de "mentiroso", y lo llamó "el ministro de la devaluación y el impuestazo". También lo acusó de "operar para los laboratorios extranjeros en sintonía con las presiones de la embajada norteamericana".

  "No sé por qué Roggero se pone tan nervioso si la Justicia va a determinar quiénes son los culpables", respondió un vocero de Machinea, quien confirmó que la secretaria de Industria, Débora Giorgi, oficializará hoy la denuncia.

  El INPI es un organismo clave en la guerra que mantienen los laboratorios farmacéuticos nacionales y extranjeros por ser la autoridad de aplicación a partir de octubre próximo de la ley de Patentes. Pero, sin obviar en el contexto de esa lucha a lobbies por quedarse con la parte del león de un mercado millonario, lo cierto es que Roggero no se animó a poner las manos en el fuego por su ex asesor, Jaquenod, blanco principal de la denuncia. "No voy a proteger a nadie, y si hubo irregularidades, lo dirá la Justicia, pero pido que se investigue por igual a Norma Félix (interventora anterior, vinculada con Cavallo), que al abandonar el INPI pasó a trabajar como asesora de la cámara latinoamericana de los laboratorios extranjeros", expresó.

  Ese es un aspecto de la información. El otro costado tiene que ver con la desarticulación del instituto como registro de marcas e inventos de los emprendedores locales. En el Primer Mundo, las innovaciones, pequeñas y grandes, son resguardadas y alentadas desde el Estado hasta que su creador logre comercializarlas. Este es tal vez el motor más potente del capitalismo moderno. En la Argentina, un país donde las grandes empresas casi no invierten en investigación y desarrollo, el papel de los pequeños innovadores debería ser considerado como materia prima del desarrollo económico.

  Sin embargo, según contó a Página/12 Máximo Gándara, apoderado de la Asociación de Inventores, el año pasado, durante la gestión de Jaquenod, la "caja negra", como se conoce al lugar donde se guardan las fórmulas, planos o maquetas mientras se realiza el trámite de patente, "fue abierta a varios funcionarios que perfectamente podían comercializar los inventos antes de registrados".

  Gándara, apoderado también de Mariana Biro, se hizo presente ayer durante la conferencia de prensa y le recriminó a Roggero los manejos oscuros de su protegido. El más increíble se refiere al Premio a la Innovación "Ladislao José Biro", que se inició en el '98 y el año pasado fue suspendido. "Las autoridades del INPI nos informaron que no había plata para hacer el concurso. Les contestamos que había una partida de más de 100 mil pesos en el presupuesto y que si no se hacía era porque iban a parar a otro lado. Estamos analizando una denuncia por malversación de fondos públicos", afirmó Gándara. La Asociación, interesada en salvar a Biro del oprobio, inició una demanda contra el INPI, paradójicamente, por apropiación de la marca que la conducción desplazada en marzo pasado planeaba seguir utilizando. El máximo galardón del concurso, "el trofeo para el mejor invento del año", se denomina "Biro de Oro". Sólo falta que lo reciba quien firmó la montaña de facturas truchas que se investigan en el INPI.

 

CLAVES

  * La secretaria de Industria, Débora Giorgi, oficializará hoy la denuncia por supuestos actos de corrupción de funcionarios menemistas en el INPI.

  * Hay facturas por más de 1,5 millón de pesos para pagar "prestaciones de servicios de diversas personas y empresas", que fueron confeccionadas por una misma persona.

  * Las irregularidades son tan groseras que hasta se adulteraron los comprobantes de pagos para el Premio Nacional a la Innovación, Ladislao Biro, que debería otorgar el Instituto.

  * Aunque el premio el año pasado no fue entregado "por falta de fondos", hay 44 mil pesos supuestamente pagados a los ganadores.

  * La Asociación de Inventores, fundada por la hija de Biro, denunció al INPI, paradójicamente, por uso indebido de la marca. Y analiza una denuncia por malversación de fondos públicos.

  * Está involucrado un ex interventor, hombre de confianza del diputado Roggero, quien acusó a Machinea de "operar para los laboratorios extranjeros con la ayuda de la embajada norteamericana".

 

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