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HABLAN LOS POLICIAS BONAERENSES QUE DENUNCIARON A SUS JEFES POR CORRUPCION
�Solamente aumentaron las cuotas�

Página/12 habló con dos suboficiales del Comando de Patrullas de Vicente López que denunciaron a sus superiores ante la Justicia con reserva de identidad: sostienen que removieron al jefe pero en su lugar pusieron a un comisario que fue acusado de cajonear denuncias. Y que la corrupción sigue igual. Cómo es la recaudación en negro.


Por Carlos Rodríguez
t.gif (862 bytes) �La cúpula fue removida, pero todo sigue igual.� Desorientados, sin puerta donde golpear, dos suboficiales del Comando de Patrullas de Vicente López que denunciaron a sus jefes ante la Justicia por el manejo irregular del dinero destinado al pago de adicionales y horas extra redoblaron la apuesta y se entrevistaron con Página/12. El motivo del quiero retruco es elocuente: en un lugar sensibilizado por el inusual enfrentamiento entre subalternos y oficiales, la Policía Bonaerense no tuvo mejor idea que reemplazar al cuestionado jefe del Comando, Alejandro Blanco, por el comisario José Francisco Visky. En 1999, cuando estaba en la Departamental La Plata, Visky fue pasado a disponibilidad, sospechado de cajonear 150 denuncias por diferentes delitos. La causa, en la que había 20 pedidos de captura, volvió a fojas cero por un error procesal, sin que los acusados demostraran su inocencia. �Los jefes refuerzan la custodia en las zonas donde cobran adicionales en negro y liberan otras donde es fácil robar�, aseguraron los suboficales (ver aparte). 
La denuncia contra los jefes del comando fue presentada hace dos meses por dos suboficiales que pidieron declarar como testigos de identidad reservada. La acusación, luego ratificada por otros 13 policías, fue realizada ante el fiscal Hernán Collantes, con intervención de la jueza de Garantías Marcela De Langhe. Según se pudo precisar recién ahora, uno de los imputados fue el entonces encargado de la oficina de personal, el sargento primero Juan Carlos Pais, quien pedía �plata a cambio de conceder las fechas de vacaciones� que solicitaban los policías. 
El monto variaba �según la cara del cliente�, señalaron los suboficiales que accedieron a una entrevista con este diario, manteniendo la reserva de la identidad por temor a que se produzcan �nuevas y graves represalias�. La esposa de uno de los denunciantes fue agredida por dos hombres, que no fueron identificados, cuando llegaba a su casa en Los Polvorines: �La golpearon, le hicieron un tajo en la cara y le pusieron una bolsa de plástico en la cabeza�, relató uno de los suboficiales. 
Los policías recalcaron que �lo más grave es el sistema corrupto en torno de los pagos de los servicios adicionales y las horas extra por recargos de servicio, que antes eran manejadas por Blanco y que ahora siguen igual bajo la conducción de Visky, que lo único que hizo fue aumentar la cuota� que pagan los comerciantes e industriales de la zona. Según los denunciantes, el servicio de Policía Adicional (POLAD) y las horas Cores (Compensación por Recargo de Servicio) son cubiertos por �personal que es sacado por los jefes de sus horas de servicio habitual y destinados a cubrir varias �quintitas�, descuidando la seguridad pública�. La maniobra hace que �el Estado pague al policía por el servicio común de vigilancia que en realidad no cumple porque es obligado a realizar otras funciones y son los jefes los que se guardan el dinero en negro que les pagan comerciantes e industriales por guardias irregulares�. Esos trabajos �por izquierda son llamados �quintitas� porque allí �se siembra� para cosechar buen dinero�, explicaron por si fuera necesario. 
Tras la denuncia ante Collantes, el comisario inspector Alejandro Blanco fue trasladado a la Departamental de San Isidro, con asiento en Tigre, donde �lo pusieron en el freezer hasta que se aquieten las aguas�. Lo mismo había ocurrido, en su momento, con el actual jefe del Comando de Patrullas de Vicente López, comisario inspector José Francisco Visky, quien fue pasado a disponibilidad por el ex ministro de Seguridad y Justicia León Arslanian al estallar el anterior escándalo en La Plata que lo tuvo como protagonista principal (ver aparte). �Después que se acalló el caso de las denuncias cajoneadas, Visky fue rehabilitado por el comisario (Ramón Orestes) Verón y ahora está otra vez en carrera.� 
La misma metodología es la que se siguió con el sargento Juan Carlos Pais, involucrado en la denuncia contra el Comando de Patrullas de Vicente López. Pais, que a pesar de tener un buen pasar sigue viviendo en una villa miseria sobre la avenida Melo, fue trasladado a la comisaría 2ª deFlorida, en Vicente López. Trabaja en la sección expedientes �manejando papeles, en el freezer�. También fue retirado de la escena de las denuncias el oficial principal Javier Mazqueda, quien se desempeñaba como jefe de Personal del Comando de Patrullas desmantelado. Mazqueda está ahora en la comisaría de Don Torcuato. 
Los suboficiales señalaron, además, como una �presencia llamativa� la designación de la subcomisaria Graciela Cuñal en el Comando de Patrullas de San Isidro. Cuñal es la esposa del removido comisario inspector Blanco y es señalada como una persona allegada al comisario Visky durante el escándalo de las denuncias cajoneadas. 
Los policías aclararon que hay servicios adicionales �legales�, que por lo general son los que pagan los bancos, y horas extra que vienen �tiradas en las planillas apaisadas y que están incorporadas al sueldo; ésas no te las pueden robar, pero hay horas Cores que son pagadas en negro y que no figuran en ningún lado�. 
Los denunciantes expresaron su �gran preocupación� porque después de presentarse ante la Justicia �empezaron a venir las represalias, que incluyeron el ataque a la mujer de un compañero y varias amenazas�. El malestar incluye �la poca actividad que tuvo la causa 61.332, iniciada por nosotros, a diferencia de las 13 prisiones preventivas que dictó el Poder Judicial de San Martín en una causa igual�, en relación a la denunciada en la Delegación de la Policía Científica de esa localidad, donde también se investigaron irregularidades en el pago de horas extra y en la asignación de servicios adicionales. 
En San Isidro, en cambio, Pais salió en libertad bajo caución juratoria y hasta ahora el comisario Blanco ni siquiera fue indagado. Se le tomó una declaración informativa. En su denuncia, los suboficiales habían señalado el caso concreto de varios subalternos que �figuraban en el libro de guardias del Comando como cumpliendo horas normales del servicio, cuando en realidad se encontraban haciendo un servicio extra en la empresa de transporte Olivos y en otras que tienen arreglos con los jefes�. 

 

El problema de �Beatriz�
Otra de las quejas es por el �trabajo a destajo�, de 14 horas diarias, más los adicionales, muchas veces sin parar. �Cuando desde el patrullero le pedís �cinco minutos� para el operativo �Beatriz� (pedido de permiso para poder ir al baño), por lo general te lo niegan, y también es un problema para obtener la venia para �Carolina� (media hora para ir a comer).� Ni siquiera pueden desviarse del recorrido trazado por los jefes �si tenemos información de algún robo en otro lugar cercano�. En esos casos mandan a otros móviles que �siempre terminan llegando tarde�. 
Los problemas no han cambiado a pesar de que la Jefatura de La Plata designó, como supervisor del área de Vicente López, al comisario inspector Abel Omar Ioppolo, quien es pariente de un alto jefe policial que estuvo muy allegado, durante la dictadura, al general Ramón J. Camps. �En definitiva, todos salen de la misma fábrica: la Escuela Juan Vucetich�, de donde sale la oficialidad de la Bonaerense. �Y los que ponemos el lomo en la calle somos nosotros, los suboficiales.� 


�Esto se llama liberar zona�

Por C. R.
�Lo que están haciendo se llama �liberar zona�, porque facilitan los robos en barrios que quedan desprotegidos.� Los suboficiales del Comando de Patrullas de Vicente López denunciaron también a sus jefes porque �en épocas donde se habla de falta de seguridad, ellos se preocupan por custodiar a los comerciantes que pagan en negro y descuidan otras zonas�. Los patrullajes, dijeron, se programan �por orden de los jefes� sólo en �las grandes avenidas como Maipú, Del Libertador, Mitre o por Parera, en la zona donde están el comercio y la industria�. Allí se instalan �hombres o patrulleros que son pagados en negro, como si fueran horas extra, pero sólo cobran las autoridades del comando�. 
Los denunciantes aseguraron que las guardias fijas que hay en �un corralón de Blas Parera y Malaver, una estación de servicio de Fleming y Vélez Sársfield, otra de Luis María Drago y Ader, y un tallercito en Primera Junta y Panamá, son algunos de los negocios que reciben favores especiales porque pagan bajo cuerda�. Son ésos los casos concretos que mencionan y que han presentado ante la Justicia para que se haga una investigación �a fondo�. 
�¿Por qué recurren a la prensa para hacer esta denuncia? �quiso saber Página/12.
�Porque confiamos más en la prensa que en nuestros jefes, que hasta pueden ordenar que nos maten y después nos ponen unos gramos de merca o armas y justifican todo. Hay que pensar que gente así es la que termina por matar a (José Luis) Cabezas �respondió uno de los policías. 
�¿No les preocupa aparecer como �enemigos� ante algunos sectores de la policía?
�Mirá, si denunciar a estos tipos es ser zurdo. Nosotros somos zurdos -fue la tajante y sorprendente respuesta. 

LAS DENUNCIAS CAJONEADAS
La causa sigue abierta

En la causa por el �cajoneo� de unas 150 causas por diferentes delitos ocurridos en jurisdicción de la Departamental de La Plata, el fiscal Carlos Argüero solicitó, en mayo de 1999, la detención del comisario José Francisco Visky y de otros 19 policías acusados de los delitos de �asociación ilícita, incumplimiento de los deberes de funcionario público, falsedad ideológica y falsificación de instrumentos públicos�. 
En la investigación se habían comprobado irregularidades en por lo menos 87 de los casos. Las denuncias, recibidas en la Departamental, nunca fueron elevadas a la Justicia. De esa manera, los policías intentaban disminuir las cifras reales del delito, aunque también se sospechaba el posible encubrimiento de algunos de esos hechos. De hecho, Visky y su segundo jefe, Héctor Paiva, eran investigados también por encubrimiento. 
Una de las comprobaciones que hizo el fiscal Argüero tuvo que ver con el número de denuncias: mientras en marzo se habían asentado sólo 1400 en todo el mes, en junio la cifra subió a 2700. También se investigó el supuesto faltante de 200 mil pesos de la tesorería policial, lo que sumaría el delito de �malversación de caudales públicos�. 
El juez César Melazo apoyó el pedido de captura, pero las detenciones nunca se concretaron. La defensa de Visky recusó a Melazo, separado de la causa por decisión de la Sala II de la Cámara de Apelaciones. El tribunal dijo que hubo errores procesales en la orden de detención porque �no explicó cuál es la prueba� reunida y porque el juez �adelantó opinión�. �El ocultamiento de denuncias constituiría un hecho muy grave y delictual�, fue lo que dijo Melazo a la prensa. La causa pasó a manos del juez Guillermo Atencio, quien ordenó que prosiguiera la investigación, pero desechó �hasta el momento� la detención de los imputados, en contra de la postura que mantiene el fiscal Argüero. La causa sigue abierta.

 

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