El País de Madrid
Por Luis R. Aizpeolea
 José María Aznar estableció ayer el final del terrorismo y el logro del pleno empleo como objetivos más importantes de su legislatura. En su discurso de investidura pidió a su antiguo socio, el PNV (nacionalista democristiano vasco), el abandono del Pacto de Estella y de su estrategia soberanista (independentista) que está contribuyendo a legitimar a ETA. El líder del centroderechista Partido Popular hizo gala de su mayoría absoluta al pedir a su socio catalán, CiU (nacionalistas moderados catalanes), moderación presupuestaria y comprometerse a eliminar las subvenciones a las comunidades autónomas con el nuevo modelo de financiación.
Aznar quiso dar relieve a la situación del País Vasco, una de sus prioridades políticas, dedicándole el comienzo de su discurso. Y entró en tema reclamando al PNV que �abandone cualquier estrategia que confirme a los terroristas en la idea de que el uso de la violencia o la mera amenaza son instrumentos útiles para alcanzar sus objetivos políticos�. Pero el grueso del discurso de Aznar consistió en establecer prioridades y un calendario a los compromisos adquiridos en la campaña electoral del 12 de marzo, con la vista puesta en el objetivo del pleno empleo y en cuadrar las cuentas del Estado. Las cuestiones estrictamente políticas quedaron en su segundo plano.
En su discurso hubo escasas novedades sobre el programa electoral del PP. Entre éstas destacó la propuesta de adelantar la obtención del equilibrio presupuestario para el año 2001, situar el gasto de las administraciones públicas en torno del 40 por ciento del Producto Bruto Interno, así como la remisión de una nueva Ley General de Estabilidad Presupuestaria. El segundo gran objetivo en materia social lo cifró en el impulso de la reforma del mercado laboral con el objetivo de crear trabajo, reducir la temporalidad y llegar al pleno empleo en 10 años. Se comprometió a poner esto en marcha con la convocatoria de sindicatos y patronal antes de fin de año.
Aznar no hizo concesiones a sus socios de CiU. Insistió en que las comunidades autónomas tendrán que autofinanciarse y vivir de sus propios ingresos, una vez que se apruebe el nuevo modelo. Anticipó que desaparecerán las subvenciones del Estado a las comunidades que no alcancen el mínimo del crecimiento del PBI, y no se refirió para nada a nuevos traspasos. Insistió en que España es uno de los países más descentralizados del mundo y, en consecuencia, en la necesidad de reforzar los mecanismos de cooperación entre las comunidades autónomas.
El gabinete estuvo verde
La velocidad de los cambios de gobierno en la Italia de la posguerra sigue batiendo nuevos records. Ayer, apenas dos horas después de anunciado el nuevo gabinete de transición, el político verde Edo Ronchi rechazó la cartera de Cuestiones Europeas que antes había aceptado. El designado premier Giuliano Amato había presentado la formación de gobierno al presidente Carlo Azeglio Ciampi un día antes de lo esperado. Amato se había propuesto reducir los ministerios de 25 a 12. Pero el delicado equilibrio de las fuerzas de centroizquierda que lidera sólo le permitió una reducción a 24 carteras.
Ronchi se desempeñaba hasta el momento como ministro de Medio Ambiente y sostuvo que es un gran error despojar a los Verdes de ese ministerio que les es �connatural� y que quedará en manos de Willer Bordon, del grupo de los �demócratas�. El gabinete que Amato presentó anoche en Roma era el número 58 de la posguerra. Los pequeños partidos centristas y �Los Demócratas� �agrupación creada hace un año por el ex primer ministro y actual presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi� se negaron, con todo éxito, a que se limitara su influencia reduciendo carteras.
El nuevo gabinete, en el que Lamberto Dini será nuevamente titular de la Cancillería, será juramentado hoy. En los puestos clave hubo muy pocos cambios, por lo que la oposición ya expresó que asumirá una dura posición contraria. �Sobre este equipo de gobierno huelga cualquier comentario. El único objetivo es la conservación del poder para la izquierda�, sentenció el jefe de la oposición, Silvio Berlusconi. Los partidos no gubernamentales habían reclamado enérgicamente la celebración de nuevos comicios. Como primer acto de gobierno, luego de juramentar a sus ministros, Amato tiene previsto presentarse ante el Parlamento para ser sometido a un voto de confianza. De esta forma intentará comprobar si el nuevo Ejecutivo cuenta con el apoyo de la mayoría de los legisladores.
La coalición izquierdista cree que en ese acto, previsto para mañana, obtendrá unos 320 de los casi 630 votos en el Parlamento.
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