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Ruckauf y Reutemann pulsean por
el PJ discutiendo sobre De la Rúa

El gobernador bonaerense insistió en sus críticas al Presidente. Ahora le cuestionó incapacidad para manejar a sus ministros. Reutemann replicó elogiando la gestión del gobierno nacional. El debate forma parte de la puja por el liderazgo de la oposición.

Carlos Ruckauf y Fernando de la Rúa en los tiempos, no tan remotos, de su luna de miel. Ahora el peronista recrimina: �Si vino a quejarse y no a gobernar, debería haber dejado a otro�.

t.gif (862 bytes) Después de mostrarse durante meses como uno de los gobernadores más amables y contemplativos con Fernando de la Rúa, el bonaerense Carlos Ruckauf pasó en cuestión de horas a ser uno de sus principales críticos: �De la Rúa llegó a Presidente y yo a gobernador no para quejarnos sino para gobernar. Si uno vino a quejarse y no a gobernar, debería haber dejado a otro�, dijo ayer Ruckauf, además de opinar que la Alianza está en crisis porque los ministros �piensan distinto� que su jefe. Al cruce de Ruckauf no salió la Casa Rosada, sino su colega Carlos Reutemann. Con la interna peronista para el 2003 como telón de fondo, el santafesino respaldó al gobierno nacional y aclaró que la molestia del bonaerense y del cordobés José Manuel de la Sota con la administración central es �asunto de ellos�.
Ruckauf, Reutemann y De la Sota fueron anteayer los principales protagonistas de la reunión en la cual los gobernadores del PJ resolvieron enviarle una carta abierta a De la Rúa para quejarse por la �lentitud� del Gobierno. Tras ese encuentro, el bonaerense aprovechó los micrófonos para amplificar sus quejas, el cordobés hizo alguna que otra declaración y el santafesino los esquivó.
�Hemos perdido la paciencia porque hay cosas que les pasan a los gobernadores que no se entiende por qué pasan�, declaró ayer Ruckauf al insistir en su crítica al Gobierno, que incluyó cargas con nombre y apellido contra los ministros Graciela Fernández Meijide (Desarrollo Social), Alberto Flamarique (Trabajo) y José Luis Machinea (Economía). �Hay problemas que son estructurales, pero si una ministro va a una provincia y dice que va a haber un plan de ayuda a los inundados, que se va a llamar �Volver a Casa� y no vuelve ni el ministro ni el dinero; si el ministro de Trabajo elimina planes laborales y aparece comprometido en un escándalo de manipulación política de los planes Trabajar en su propio partido, uno se pregunta qué nos están haciendo�, se quejó.
�Debe decidir si además de lo externo se ocupa de lo interno. No sea cosa que, tan preocupado por no enfermarse de gripe, se enferme de sarampión�, dijo Ruckauf acerca de Machinea, y un párrafo aparte le dedicó al senador bonaerense Leopoldo Moreau, al que calificó como �un hombre de un altísimo desprestigio (al) que la Alianza ha decidido excluir de la lista de senadores para suplantarlo por (Raúl) Alfonsín�. Moreau fue el vocero de la reunión que el último lunes mantuvieron los intendentes bonaerenses con De la Rúa, a cuyo término informó que durante ese encuentro se había analizado el mal trato que se les dispensaba desde La Plata. Ruckauf afirmó que De la Rúa lo llamó ayer mismo por la mañana y le aseguró que dijo que la información suministrada por Moreau �no es lo que ocurrió en las conversaciones� y que �no hubo ataques� en su contra.
�Ruckauf dejó a los municipios librados a su propia suerte y hace lo del avestruz: meter la cabeza en el agujero para no ver y escuchar los problemas que hay en su provincia�, retrucó Moreau, después de ratificar su versión sobre la reunión entre los intendentes y De la Rúa.
Más allá de todos los que involucró, el destinatario de la andanada de Ruckauf fue el Presidente, como lo demuestra el que haya dicho que �lo que tiene De la Rúa lo tiene por el sacrificio de los gobernadores, que firmamos un compromiso federal para la reactivación�. A pesar de eso, desde la Casa Rosada no hubo réplicas. Sí, en cambio, una confirmación de la comunicación entre De la Rúa y Ruckauf y un reproche a Moreau. �Planteó un escenario de confrontación que no se presentó en esos términos durante la reunión con los intendentes�, aclararon en el entorno presidencial.
Las declaraciones de Reutemann marcaron un notable contraste con las de Ruckauf. El santafesino rompió su silencio de anteayer pero no para criticar a De la Rúa, sino para diferenciarse de los otros dos mandatarios del PJ anotados para la próxima carrera presidencial. �Si De la Sota tiene problemas porque el ministro Machinea le dice que la baja de impuestos no es tan buena como él proclama y Ruckauf está enojado por lo de los intendentes en Olivos, es asunto de ellos.� Además, respaldó a laadministración central al recordar que �en Santa Fe tuvimos hace 15 días una situación complicada en Rosario, de una gran inestabilidad social y le hablé al doctor De la Rúa para compartir la ayuda social. Me recibió enseguida y a los dos días teníamos funcionarios nacionales en la provincia para buscar soluciones�.

 


 

CONCILIACION OBLIGATORIA ENTRE AFIP Y EMPLEADOS
Economía no quiere sorpresas

El Ministerio de Trabajo dictó ayer la conciliación obligatoria en el conflicto que mantiene la AFIP con sus empleados. El efecto de esa medida fue la suspensión del paro lanzado por los sindicatos de trabajadores de la DGI y la Aduana y la abstención del organismo de producir despidos o rebajas salariales. A pesar de las declaraciones del viceministro de Economía, Mario Vicens, respecto a que la medida de fuerza no afectaría la recaudación, la contundencia de la protesta determinó que el Gobierno se moviera con urgencia para detener la acción de lucha. El acatamiento del paro de cuatro horas realizado ayer fue cercano al 90 por ciento, un nivel altísimo que no esperaban ni los propios sindicalistas. Por caso, en Ezeiza y en el puerto de Buenos Aires el cese de actividades del personal de Aduana fue casi total.
La gravedad del conflicto quedó en evidencia a partir de un hecho. El ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, intervino directamente en las negociaciones con los sindicalistas �vía telefónica�, mientras por otro lado trataba de cerrar el acuerdo con los senadores justicialistas por la reforma laboral. También fue llamativo que el director de la AFIP, Carlos Silvani, quien hasta ahora mantenía una posición inflexible frente a la queja de su personal, concurriera a la sede de la cartera laboral para buscar una solución al conflicto con los dirigentes gremiales.
Sin embargo, la reunión con el titular de la Asociación de Empleados de la DGI, Jorge Martínez, y su par del Sindicato Unico de Trabajadores de Aduanas, Carlos Sueiro, resultó infructuosa para terminar con el conflicto. Los gremialistas se plantaron en que sólo levantarían la medida de fuerza de obtener el compromiso escrito del Gobierno de dar marcha atrás con los despidos. Silvani dijo que no estaba en condiciones de formular esa promesa, dado que la orden de reducir la plantilla fue remitida por el Ministerio de Economía. Después de dos horas de discusiones, y ante la falta de acuerdo, Trabajo dictó la conciliación obligatoria.
A partir de esa medida, los sindicatos suspendieron el plan de lucha mientras dure la conciliación. El 3 de mayo las partes volverán a encontrarse. Hasta entonces, la AFIP está inhibida de despedir a su personal o rebajar salarios. La salida de la conciliación obligatoria fue la única que encontró el Gobierno para evitar que el paro ocasionara serias dificultades con la recaudación y el funcionamiento de la Aduana. Para mañana, estaba previsto que la Federación de Trabajadores Fiscales del Mercosur se plegara al paro, en solidaridad con los trabajadores de la AFIP. En consecuencia, ese día no trabajarían los empleados de ningún puesto aduanero ubicado en las fronteras comunes. Operadores de la Bolsa de Cereales habían advertido que la medida de fuerza ocasionaría un grave impacto económico.

 

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