Por Mónica E. Gutiérrez
Desde Córdoba
�Vengo a ver a la gente detenida, a ver qué necesitan, una de mis funciones es velar por el bienestar del personal de oficiales y suboficiales que se encuentran en la alcaidía�, definió el general Eduardo Alfonso, secretario general del Estado Mayor del Ejército, quien inesperadamente viajó a Córdoba y se presentó en el edificio de los Tribunales Federales para visitar a los militares detenidos allí, en lo que reconoció como un acto de �carácter institucional�. Cinco oficiales fueron arrestados entre el lunes y ayer, luego de negarse a declarar en la causa de la verdad histórica en la que la jueza Cristina Garzón de Lascano investiga 30 asesinatos cometidos en la Penitenciaría Nº 1, además de un suboficial acusado de falso testimonio que ayer finalmente quedó en libertad. Ayer se produjo la detención de Vicente Melli, general de brigada (R) acusado de ordenar dos traslados de presos que luego fueron acribillados en simulados intentos de fuga y que acudió al juzgado con la misma estrategia. Alfonso, para que no queden dudas sobre el motivo de la �visita� de los altos oficiales, dijo que las citaciones y detenciones de los militares generan �preocupación� en la fuerza.
El fiscal Gustavo Vidal Lascano promovió también acción penal contra los ex carapintadas Pedro Mones Ruiz y Gustavo Adolfo Alsina por abstenerse de prestar declaración como �testigos� y, si bien ambos fueron indagados en la tarde de ayer, ya como imputados, se abstuvieron de declarar y quedarían libres hoy.
Pasadas las tres de la tarde, y en lo que pareció más bien un operativo sincronizado, el hall del edificio de Tribunales se vio invadido de uniformes. Alrededor de 15 militares, entre ellos el secretario general del Ejército, Eduardo Alfonso, y el segundo comandante del Tercer Cuerpo, Oscar Ferrario, llegaron a visitar y �a ponerse a disposición� de los oficiales presos, detenidos por haberse negado a testimoniar en la causa de violaciones a los derechos humanos que se tramitan en el juzgado Nº 3. También fueron el general Emilio Nazar, comandante de la 4ª Brigada Aerotransportada del Tercer Cuerpo, y el teniente coronel Carlos Torello, titular de relaciones institucionales de la fuerza.
�Se trata de una visita de carácter institucional�, dijo sin más Alfonso, quien aclaró a los periodistas presentes que �una de las funciones de la secretaría general es velar por el bienestar del personal. Por eso vengo a ver qué necesitan, se trata de gente que conozco hace 40 años�. Los acompañaban una decena de militares más, entre ellos un alto oficial del Tercer Cuerpo de apellido Brepe, que fue nombrado por el cabo Miguel Angel Pérez cuando declaró como testigo el lunes pasado. Pérez había afirmado ante la jueza que al recibir su citación acudió al comando del Tercer Cuerpo. �Hablé con el teniente coronel Brepe y él me dio el número de teléfono de un abogado, el doctor Echenique, para que lo vaya a ver. Fui al Tercer Cuerpo porque pensé que había que venir a declarar con abogado, y yo dinero para abogado no tengo�, explicó.
Los detenidos habían sido citados en carácter de testigos porque, estando procesados por los crímenes que se investigan, fueron beneficiados por las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y el indulto. La sugestiva visita se produjo a menos de 48 horas de la esperada presencia de Luciano Benjamín Menéndez en los Tribunales, prevista para mañana, cuando también debería ir Juan Bautista Sasiaiñ, preso en Capital Federal por la apropiación de bebés de madres desaparecidas durante la dictadura.
Algunos de los militares llegaron en autos particulares, mientras que otros lo hicieron en vehículos oficiales de la fuerza. Todos de uniforme, permanecieron con los detenidos durante casi dos horas, aunque no fueron a la alcaidía sino que les fue habilitada especialmente la sala de audiencias del Juzgado Nº 3, por lo que el séptimo piso estuvo clausuradopara el público. Una hora después abandonaron el edificio y Alfonso volvió a dialogar brevemente con los medios. �Vi a la gente con muy buen ánimo, de buen espíritu. Estaremos detrás de ellos por si necesitan algo�, señaló.
�¿Cree que estos arrestos golpean la imagen institucional del Ejército? �preguntó Página/12.
�No, el Ejército está preocupado por este tema, lo tiene en la agenda como un tema prioritario �respondió Alfonso.
�¿Hay malestar a raíz de las detenciones?
�No hay malestar, en la fuerza hay preocupación. Y por eso el carácter de mi visita.
�¿Les preocupa que sean citados nuevos militares?
�Realmente no quiero adelantarme. La preocupación es que hay oficiales que están en una situación, pasando por un momento difícil y, siendo una de mis funciones velar por su bienestar, estoy aquí para ver qué necesitan.
�¿El Ejército hizo algún pedido en particular al Ministerio de Defensa?
�El Ejército no hace ningún tipo de reclamos. El tema de los reclamos al poder político es algo que quedó totalmente en el pasado, ahora estamos trabajando con visión de futuro y en eso estamos, mirando para adelante.
�¿Por qué tantos oficiales? ¿Se trata de una demostración de fuerza?
�No, no. Demostraciones de fuerza en el Ejército han quedado totalmente relegadas al pasado, los oficiales que vinieron a visitar a la gente son amigos, compañeros.
Fuentes del Tercer Cuerpo dejaron entrever que la recomendación del oficial Brepe al cabo Pérez no fue azarosa. Gonzalo Echenique Frías llegó el lunes como abogado patrocinante de la mayoría de los oficiales citados como testigos para esta semana y luego quedó como defensor de los que fueron quedando imputados por no declarar. El trascendido indicó que el apoyo legal de ese estudio jurídico sería directamente solventado por el Ejército, cosa que fue negada por el secretario general del Estado Mayor. Pero el mismo Pérez dijo en su declaración testimonial que no recurrió al abogado en un principio porque no tiene dinero para pagarlo; ayer, Echenique Frías anunció que también sería defensor de Pérez.
Un rato después, el fiscal Vidal Lascano ordenaba la libertad del cabo, por entender que no había incurrido en falso testimonio en su declaración. En cambio, Vidal Lascano promovió acción penal contra Mones Ruiz y Alsina al vencerse los dos días de �reflexión� y seguir en su actitud de no declarar. Pero lo hizo por el delito de abstención de prestar testimonio, figura penal mínima en comparación con la de falso testimonio.
Camaradas en desgracia
Entre los �camaradas� que Alfonso visitó están Enrique Mones Ruiz y Gustavo Adolfo Alsina, los dos carapintadas que provocaron junto a Ernesto Guillermo Barreiro el levantamiento de Semana Santa en 1987, Francisco Daloia y Osvaldo Quiroga, coroneles que ordenaban en el penal los traslados de los presos que luego aparecían fusilados, y Vicente Melli, el militar retirado de más alto rango .-se retiró como general de brigada� que está acusado además de haber actuado en la represión en el campo clandestino La Ribera. Cuando se negaron a testimoniar ante la jueza, Quiroga y Alsina hablaron de quienes consideran �sus enemigos�. �Las personas vinculadas con esto son personas que han tenido animadversión para con las Fuerzas Armadas y a las que yo considero enemigas�, afirmó Quiroga y agregó: �Yo soy oficial de jerarquía superior, por lo que he podido optar por contestar el interrogatorio por escrito en mi domicilio, pero por respeto al tribunal no he querido hacer uso de esa opción�. A su turno, y cuando se le preguntó por su interés respecto de las partes afectadas a la causa, en la formalidad de rigor, Alsina aclaró que �por los trascendidos de los diarios, lo que se dice de mí es dicho por gente que es enemiga mía desde hace muchos años, por lo que yo entiendo que sí, que tengo un interés en la causa�. De todos, Mones Ruiz es el único todavía en actividad y hasta hace poco era profesor en la Escuela Superior de Guerra. |
REUNION DE LOS ALTOS MANDOS PARA RESPALDAR A DETENIDOS
Una demostración de fuerza
Por Nora Veiras
Por primera vez desde que en enero del �98 empezaron en distintos puntos del país los juicios para conocer la verdad histórica sobre el destino de los detenidos-desaparecidos, el Ejército se atrevió a manifestar la �irritación� que le provocan esas causas. El titular de la fuerza, Ricardo Brinzoni, se reunió ayer con veintiocho generales para acordar el respaldo a los oficiales detenidos en Córdoba por negarse a declarar (ver aparte) y jugaron una carta fuerte: enviaron al secretario general del Ejército, Eduardo Alfonso, a visitar a los arrestados por la jueza Cristina Garzón de Lascano. �Parece que nos estamos pintando la cara, claro que con mejores modales�, ironizó un alto oficial en alusión a la resistencia militar a declarar en los juicios por violaciones a los derechos humanos que desató las rebeliones carapintadas durante el gobierno alfonsinista. El Ministerio de Defensa consideró, en cambio, que la visita de Alfonso es �de rutina, para interiorizarse�.
�Hay que encontrar una solución política al tema de los juicios por la verdad. No podemos seguir dando vueltas sobre el pasado y que nuestros hombres sean citados a declarar sin saber en calidad de qué: si como testigos, como imputados o qué�, había comentado a Página/12 un general a mediados de enero. A lo largo de estos meses, los uniformados consiguieron respuestas a otros reclamos como el ascenso de oficiales cuestionados por violaciones a los derechos humanos. Además, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas reclamó para sí la investigación sobre el robo de bebés que está en manos de la justicia federal. Una causa que lleva más de tres años en los tribunales civiles por un delito que ni siquiera fue exculpado por las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida.
Si bien no hubo un comunicado oficial del Ejército, los uniformados se encargaron de transmitir a los medios el estado de �sorpresa e inquietud� que invade a los altos mandos porque �esta causa es inusual ya que estos militares habían declarado por escrito�. Los asesores del ministro de Defensa, Ricardo López Murphy, interpretaron que el viaje de Alfonso no implica �solidaridad ni respaldo� y apelaron a una comparación: �es como si hubiera un embajador detenido y la Cancillería enviara a alguien a ocuparse del tema, a ver qué está pasando. Está claro que los militares son ciudadanos de uniforme y tienen que acudir si los cita la Justicia�.
�El general viajó a darle el apoyo institucional a los camaradas�, explicaron para despejar toda duda en el Edificio Libertador. Para fundamentar los motivos del �la zozobra�, argumentan que �Osvaldo Quiroga fue jefe del Regimiento de Patricios, es un hombre respetado y querido en la fuerza y muchos oficiales se solidarizaron con él. También está Francisco Daloia que estuvo en Malvinas y eso genera mucha hermandad�. Para Defensa, las manifestaciones de solidaridad no implican �un embanderamiento político. El ministro estuvo de acuerdo en que viajara Alfonso y que se pusiera en contacto con los familiares y el juzgado�.
La ofensiva castrense también incluyó una advertencia por lo �inmanejable� que puede ser la reacción del represor Luciano Benjamín Menéndez, citado para mañana. �Nadie sabe qué puede pasar. A los nuestros los controlamos, les podemos decir que vayan de a cuatro a visitar a los detenidos, pero Menéndez, es un hombre con un carisma particular sobre todo en Córdoba y nosotros no los controlamos�, razonó un oficial.
La tropa de Brinzoni repite que �respeta la Justicia� pero no oculta el malestar porque �este es el cuento de nunca acabar. Nos la pasamos mirando el pasado perdiendo tiempo con estas cosas y no podemos avanzar. Además estos juicios por la verdad son para un solo lado�.
�Convengamos por lo menos en que ustedes no tienen que ubicar a detenidos-desaparecidos...
�El Ejército ha pedido sentarse seriamente a tratar de llegar a una solución, pero hay una intransigencia absoluta, hay que poner algo desde el Estado �respondió un alto oficial. El reclamo todavía no tiene forma legal pero el mensaje es claro: quieren otro punto final y decidieron presionar para lograrlo ante un poder político que deja hacer.
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