Por Adriana Meyer
 El ex presidente Carlos Menem podría pisar por primera vez los tribunales. De hacerlo, deberá hablar de su amigo el traficante sirio Monzer Al Kassar. Los fiscales federales Carlos Rívolo y Claudio Navas Rial le pedirán al juez Jorge Ballestero que lo cite para que explique por qué benefició al vendedor de armas con tanta atención y celeridad. Al Kassar obtuvo su ciudadanía argentina el 8 de abril de 1992 cumpliendo 15 pasos del trámite en una misma mañana. El magistrado seguramente aceptará el pedido de los fiscales, tal como adelantó Página/12 hace dos días.
Rívolo y Navas Rial basarán su solicitud en las declaraciones que hizo el sirio ante la Justicia y la prensa sobre la intervención del ex presidente en la obtención de sus documentos argentinos en tiempo record. Aunque nunca vivió en forma estable en la Argentina, consiguió su residencia en apenas veinte días. Menem podría declarar como testigo en la causa que investiga este hecho, y en la que Al Kassar está procesado y con prisión preventiva �aunque en libertad� por falsificación y tenencia de documento público falso. Ballestero está dispuesto a interrogarlo, aunque habría decidido esperar a que la sala II de la Cámara Federal porteña resuelva si confirma o revoca su resolución.
El sirio llegó al país el fin de semana pasado y el martes se presentó ante el juez para ampliar su indagatoria. Aunque se negó a contestar preguntas dictó su descargo. En un castellano muy trabado aseguró que obtuvo su documentación argentina gracias a una orden del ex presidente, quien durante �una comida en la Casa Rosada� habría indicado a sus colaboradores que lo acompañen para garantizar que el trámite se realice en forma rápida. Al Kassar agregó que �todo fue legal� y que no fue con ningún traductor, a pesar de que en 1990 no entendía ni una palabra del idioma. Con este argumento quiso remarcar que hizo todo �de buena fe� y siguiendo �las instrucciones de las autoridades argentinas�. Quien lo acompañó fue Amira Yoma, ex secretaria de Audiencias de la Presidencia y cuñada de Menem, quien declaró en la causa que acompañó a Al Kassar porque lo veía con frecuencia en la Casa Rosada junto al ex presidente.
Cuando el traficante abandonó los tribunales siguió ampliando sus argumentos ante la prensa y esas declaraciones también serán utilizadas por los fiscales para justificar su pedido. Afirmó tener pruebas (cartas, telegramas y fotos) de que Menem dio la orden para asegurar la rápida obtención de los documentos. Al Kassar se mostró molesto con el ex presidente porque cuando fue detenido en España en 1993 dijo que no lo conocía y negó haberlo ayudado con los trámites. �Ahora tiene que retractarse�, exigió el sirio. Menem ya no goza de la inmunidad que le daba el cargo, que le permitió declarar por escrito en varios expedientes judiciales, y deberá presentarse cuando lo cite el juez. En ese momento deberá explicar cuál fue su participación en los hechos. Y quedará más claro si la amistad entre los �paisanos� (tal como definió el sirio traficante al ex presidente) ha sufrido alguna alteración, como podría indicar el tono indignado de Al Kassar.
El abogado Ricardo Monner Sans se presentó ayer en forma espontánea en el juzgado de Ballestero para declarar que �medios periodísticos mendocinos� le refirieron que el banquero Raúl Moneta dijo que Al Kassar habría pagado un millón y medio de dólares por el veloz trámite de su pasaporte. El letrado solicitó que Moneta sea citado. Y también aludió a los dichos del traficante en el programa televisivo �Hora Clave�, cuando señaló que Menem envió en marzo a España al ex ministro Elías Jassan para indicarle que no viajara a la Argentina �por las elecciones� y que no hablara del asunto (del pasaporte). �Yo le dije que yo no tenía problemas, el problema lo tenía él�, reseñó el magnate.
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