Por Pedro Vega
Desde Santiago
Los 22 jueces de la Corte de Apelaciones de Santiago que debían resolver la petición de desafuero en contra del ex dictador Augusto Pinochet comenzaron ayer a escuchar los alegatos de los abogados de los familiares de las víctimas de la Caravana de la Muerte y del actual senador vitalicio y principal inculpado en el proceso que sigue el juez Juan Guzmán por la desaparición de 19 de 72 prisioneros políticos, ejecutados por la caravana militar al mando del general Sergio Arellano Stark, luego del golpe del 11 del setiembre de 1973. Los jueces se empaparon de los fundamentos jurídicos y del relato de los crímenes que expusieron cinco de los siete abogados querellantes. Estos culminaron sus alegatos, de media hora cada uno, solicitando que Augusto Pinochet fuera desaforado y procesado como autor inductor de los fusilamientos perpetrados por Arellano Stark y su comitiva en diversos lugares del país en 1973.
Horas antes de iniciarse la jornada de alegato, los que comenzaron pasadas las 16, llegaron hasta el Palacio de Tribunales familiares de detenidos desaparecidos y activistas de derechos humanos, quienes se apostaron a un costado de los tribunales. Portando lienzos contra Pinochet y pancartas con los rostros de las víctimas, mantuvieron una vigilia durante toda la sesión judicial. Frente a ellos, a una distancia de una cuadra y separados por las llamadas �rejas papales� y por la vigilancia policial, se ubicaron los adherentes de Pinochet. A diferencia del miércoles, no se registraron mayores incidentes.
La primera en alegar fue la abogada Cerman Hertz, quien además, en calidad de esposa de una de las víctimas, hizo un emotivo relato de cómo fue ejecutado su cónyuge, el periodista y abogado Carlos Berger, el 19 de octubre de 1973 en Calama, junto a otros 26 prisioneros políticos. Ante los jueces, cuatro abogados representantes de Pinochet, los abogados querellantes y 26 invitados, entre ellos representantes de Amnistía Internacional y de Human Rights Watch, la abogada Hertz recordó que el 19 de octubre de 1973 por la tarde fueron sacados de la cárcel de Calama y llevados a un cerro cercano llamado Topater su esposo Carlos Berger y 26 prisioneros políticos. �Ahí los acuchillaron con corvos y les dispararon en varias partes del cuerpo. Trece de ellos murieron en el lugar y los otros 14, entre ellos mi esposo, fueron trasladados a un sitio desconocido hasta el día de hoy.�
Hertz también hizo alusión a la importancia de mantener el delito como secuestro calificado, ya que la ley exige que para determinar un homicidio debe existir el cuerpo y llevarse adelante la correspondiente autopsia. La importancia de haber hecho énfasis en el secuestro radica en que dicho delito no se contempla en la autoamnistía que decretó Augusto Pinochet, la que deja impunes los crímenes y violaciones de los derechos humanos cometidos entre el 11 de setiembre de 1973 y diciembre de 1978. Luego le tocó el turno al abogado Alfonso Insunza, quien reparó en la jurisprudencia existente en la Justicia chilena respecto de los pocos casos que la Corte Suprema no ha amnistiado, entre otros temas.
Por su parte, el abogado Eduardo Contreras, representante del Partido Comunista, destacó ante los jueces un documento de la CIA del 29 de octubre de 1973, en el cual se señala que luego del golpe militar existían dos corrientes dentro del Ejército, una dura y otra blanda. Contreras explicó que la dura pretendía �según un documento de la inteligencia norteamericano� que los opositores al régimen militar fueran ajusticiados y torturados. La línea blanda señalaba que los opositores detenidos debían tener derecho a la defensa e incluso si no los encontraba culpables debíanser liberados. El documento agrega más adelante que la línea dura era liderada por Augusto Pinochet y Sergio Arellano Stark.
Sin embargo, el abogado querellante Hugo Gutiérrez confió a Página/12 que la prueba más contundente contra el ex dictador se presentará hoy. Se trata de un documento reservado, con el que se pretende terminar de inclinar la balanza a favor del desafuero.
EL PRESIDENTE URUGUAYO FUE AL CIRCULO MILITAR
Batlle de lágrimas para dinosaurios
En su camino para resolver el tema de los desaparecidos, Jorge Batlle bailó ayer con la más fea. Luego de reunirse hace dos semanas con los familiares de los desaparecidos durante la dictadura, y de aclararle a los militares activos que �todos debemos pedir perdón por lo ocurrido en aquellos años�, el presidente uruguayo se entrevistó el miércoles por la noche en el Círculo Militar con los militares retirados, que representan lo más reaccionario de las Fuerzas Armadas. Aunque tanto Batlle como los militares se negaron a comentar los resultados del encuentro, portavoces de la Presidencia informaron que Batlle les aseguró que la solución al tema de los desaparecidos que él procura no pretende buscar culpables.
La declaración de guerra de un sector de las Fuerzas Armadas fue lanzada hace tres semanas por el general Manuel Fernández, que en lugar de militar retirado era nada menos que el jefe del Estado Mayor Conjunto. En aquel momento, Fernández dijo que �la izquierda sigue siendo el enemigo� y vaticinó que �tarde o temprano� las Fuerzas Armadas tendrán que enfrentarse con esa izquierda. El miedo de Fernández proviene del crecimiento del Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), que es la principal fuerza política del país según los últimos comicios presidenciales.
Batlle destituyó inmediatamente a Fernández, pero a la semana si- guiente vendría el contraataque: el ex jefe del Ejército Raúl Mermot manifestó que los militares deben permanecer �alertas o expectantes� frente a la política de Batlle, porque existe la posibilidad de que se le exija a las Fuerzas Armadas que �pidan perdón, y no hay ninguna razón para pedir perdón�. En la línea de Fernández, Mermot también vio el fantasma �zurdo� en los legisladores que �son permanentemente críticos de quienes fueron sus vencedores�. En el medio político, en el medio militar y hasta en la prensa, el eje de la discusión se fue desplazando desde la necesidad de obtener información sobre el destino de los desaparecidos hacia los juicios a favor y en contra de los actos del régimen militar. El presidente Batlle, intentando bajar el tono de la discusión, se reunió hace dos semanas con los familiares de los desaparecidos. Era la primera vez que un presidente uruguayo lo hacía.
Y ayer, Batlle se encontró cara a cara con el mismo Mermot, presidente del Círculo Militar, y con otros trece militares que integran su comisión directiva. Mermot no habló luego de la reunión, pero otros militares participantes afirmaron que �lo que hará Batlle no será para perjudicar a las Fuerzas Armadas, porque quiere el bien del país�. Las aguas, por ahora, y solamente por ahora, parecen calmas.
|