Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira

 

�Las historias que nadie cuenta�

Ana Cacopardo conduce �Historias debidas�, un programa de entrevistas que comenzó en la transición de ATC hacia Canal 7, y sobrevivió.

La platense Cacopardo conduce y produce �Historias debidas�.
�Queremos que sea una pausa en la picadora de carne de la TV.�


Por Patricia Chaina

t.gif (862 bytes) La escenografía simula un bar cerrado, con luz tenue y cálida. Los invitados, la mayoría de las veces, son desconocidos para los televidentes. Por eso, la gracia de este inusual programa de entrevistas es lograr una intimidad con el personaje y su vida, sin descuidar el marco social donde se gestan y sobreviven esas historias. Así, Historias debidas inscribe un bajorrelieve inusual en la dura textura de la televisión abierta. Con mucha investigación previa sobre cada entrevistado y una cuidada posproducción, el ciclo llegó para abastecer la programación de emergencia de ATC �se emitía en Multicanal de La Plata� y fue el primero en firmar contrato para la temporada 2000 del nuevo Canal 7, en donde tendrá su espacio a partir del próximo jueves a las 23. 
�Nuestra intención es valorizar la palabra buscando una narrativa atractiva�, explica a Página/12 Ana Cacopardo, conductora y productora del programa. �Mi trabajo desde la conducción �continúa� es facilitar el relato de quienes creemos que tiene algo para contar, aunque no transiten un camino mediático.� Así fue que en programas ya emitidos pasaron Alicia Sanguinetti, una enfermera que adoptó a un niño con discapacidad, Andrea Suárez de H.I.J.O.S., o Rocío Villagrand �quien nació hombre, pero hoy �es más mujer que cualquiera�, refiere Cacopardo�, que en un barrio obrero creó un centro de organización comunitaria. Hubo otros invitados, un poco más célebres: los músicos Miguel Angel Estrella �con nada despreciables 2,5 puntos de rating en febrero� y �el Mono� Insaurralde. �Todos portan historias interesantes y creemos que son historias que nos debemos, por eso el título�, define Cacopardo. 
�¿Cómo surgió la idea de hacer un programa de entrevistas con historias alejadas del nivel de �atractivo� que exige la TV actual? 
�Nace como un impulso de reacción a la cultura del zapping y con la idea de darle espacio a otra gente. Que fuera una pausa en la picadora de carne que es la TV. Nos tomamos otro tiempo, trabajamos la entrevista escapando al concepto de tiempo real. Y en un medio donde lo que prima es la feria de vanidades, apostamos a contar historias de personas. Así inventamos un espacio para poder ver lo que queríamos. 
�¿Por qué cree que no se ven programas así?
�Porque hay rutinas de producción demasiado estrictas que no permiten detenerse. Aquí nos tomamos el tiempo para hablar antes del programa con los invitados, llevamos una cámara a sus casas, conocemos a su gente, grabamos tres horas de entrevista. Y los personajes populares que invitamos, que son más personas que personaje, alternan una agenda pública no tan transitada como �el Mono� Insaurralde o Cantilo. Porque no queríamos discursos previsibles, sino gente con cosas para decir y con historias ligadas a la cultura solidaria. A partir de eso buscamos cruzar el eje del personaje con sus circunstancias sociales.
�¿Tomó como referencia otros programas? 
�Quizás los primeros programas de Jesús Quinteros (�El perro verde�), hasta que me hartó su histrionismo. Y también me gustaba �El tercer ojo� (de TyC Sports), donde combinaban deportes con rubros como literatura y otras artes.
�¿Cómo fue que se hicieron un lugar en la nueva pantalla estatal? 
�Fue tan Heidi como presentarnos en el canal, dejar el video y recibir el llamado diciendo si queríamos formar parte de la programación de emergencia. Eso funcionó como globo de ensayo y en febrero acordamos seguir en forma de coproducción. Fue el primer contrato que se firmó y hoy ya estamos grabando las entrevistas en los estudios del canal.
�¿Qué expectativas despierta esta nueva posibilidad?
�Ojalá nuestra llegada al canal responda a una voluntad más amplia que satisfaga la expectativa de que el canal del Estado genere al fin una verdadera televisión pública. 

 

PRINCIPAL