El cobrador toca el timbre con insistencia. Una chica se asoma y discuten un precio. Regatean. Pero ella no compró nada, no es una clienta. Es una estudiante, una estudiante de la universidad pública y gratuita. Y tiene que pagar una cuota de 50 pesos, o de 30, concede el cobrador, deseoso de embolsar su comisión. La escena se repite en las casas de los 3000 alumnos del Centro Universitario Regional Junín (el CURJ, compartido por las universidades de Buenos Aires y La Plata), según denunciaron a Página/12 los propios alumnos, a quienes les piden dinero para estudiar lo mismo que en aquellas ciudades se enseña gratis. �Hasta el año pasado el aporte era voluntario. Pero este año nos presionan. Si no pagamos, no nos dejan anotarnos para rendir exámenes. Y nos amenazan con darnos el pase a otra sede�, contó Darío Flores, alumno de Bioquímica. Mientras, el coordinador del centro, José María Banfi, afirmó que �nadie va a quedarse sin estudiar por no hacer su contribución�. No obstante, admitió a este diario que se está insistiendo para que todos paguen, �porque si no, no vamos a poder seguir funcionando�. Fuentes de la UBA aseguraron que la condición de la universidad para sostener el centro es que sea gratuito. 
El CURJ nació en 1990 y su padre fue un convenio que firmó la Municipalidad de Junín con la UBA y la UNLP, en la primera experiencia de descentralización compartida por dos universidades. El contrato fija que las casas de estudios se encargan de las cuestiones académicas y el municipio, de los recursos y la infraestructura, a través de una fundación creada ad hoc.
Al principio, se dictaban el Ciclo Básico Común de la UBA y pocas carreras de la UNLP. Pero el éxito fue grande. De los primeros 365 alumnos se pasó a los tres mil actuales, oriundos de Junín (el 40 por ciento) y de los partidos vecinos (el 60 por ciento viene de otros quince municipios). También se expandió la oferta académica y hoy, además de cursos de posgrado y extensión, se dan, entre otras carreras, Abogacía, Ciencias Económicas, Economía, Ingeniería, Química, Farmacia (UNLP), Agronomía, Economía agraria (UBA), Psicología (Universidad de Rosario), Servicio social y Bibliotecología (Universidad de Mar del Plata, ambas a distancia). La planta docente reúne a 250 personas.
Todo marchó bien hasta el año pasado. �El presupuesto del centro universitario es de dos millones de pesos. La municipalidad aportaba 1 millón 400 mil y el resto lo debía juntar la fundación entre sus adherentes voluntarios, que son alumnos, empresas, vecinos y otros municipios �explicó el coordinador�. Pero, por la recesión y la merma de la coparticipación, en septiembre Junín dejó de hacer su aporte.� Tras arduas gestiones, hace apenas dos semanas se logró que el Ministerio de Educación le cediera un millón para funcionar este año. Y que sumara al CURJ, para el 2001, dentro del magro presupuesto universitario. Ahora, el problema es de dónde sacar el otro millón. 
�No se les ocurrió nada mejor que cobrarles a todos los estudiantes�, dijo Nicolás Trovato López, presidente del centro estudiantil de la Facultad de Ciencias Exactas (UNLP). �Y esto no es justo. Son alumnos de la universidad pública y gratuita, estén las aulas donde estén, en Junín, La Plata, Buenos Aires o donde sea �siguió�. Hace dos años, a los que no pagaban no los querían dejar usar la biblioteca. Eso se solucionó. Pero ahora los presionan, les mandan cobradores a la casa.� Algunos alumnos del CURJ aseguraron a este diario que las represalias por no pagar la cuota mensual van desde la amenaza de darles el pase a otra sede, hasta impedirles realizar algún trámite o inscribirse para rendir un examen. �A una compañera le fueron a cobrar a la casa. El cobrador le pidió 50 pesos. Como no tenía, le pidió 30. Y como tampoco tenía, el cobrador le dijo que el mes que viene la iban a transferir a La Plata�, contó Darío Flores, que se mudó de Bragado para estudiar Bioquímica. �Obviamente, si no podemos pagar 30 pesos, menos podemos ir a estudiar a otro lado�, comentó. 
La flota de cobradores trabaja para la fundación del CURJ y se lleva una comisión sobre lo recaudado: �Es el mecanismo para recaudar, si no, nadie viene a pagar�, dijo Banfi. �Pero no cobramos arancel, ni estamos de acuerdo con cobrarlo �se defendió�. Estamos haciendo un esfuerzo entre todos para seguir dando clases. Y les estamos pidiendo un esfuerzo adicional a los alumnos.� Cuando Página/12 le preguntó si era cierto que se estaba presionando a los estudiantes, respondió: �Presionando..., bueno, nosotros les decimos que si no conseguimos el dinero no vamos a poder seguir funcionando. Eso es cierto.�

QUIEREn crear OTRO ente EVALUADOR
La UBA contra la Coneau

Por J. L. y C. S.

La Universidad de Buenos Aires se plantó ante la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria. Ayer, el Consejo Superior de la UBA resolvió dejar de presentar sus carreras de posgrado para que sean evaluadas por la Coneau, un ente descentralizado dependiente del Ministerio de Educación y encargado de aconsejarle qué cursos deben autorizarse y cuáles no. �Los dictámenes de la Coneau adolecen de muchas fallas y contradicciones. Hay algunos ridículos�, dicen las autoridades académicas.
Por lo bajo, hace tiempo se escuchan en la UBA duras protestas contra las categorizaciones realizadas por la Coneau. Y ahora explotó el conflicto. La Secretaría de Asuntos Académicos de la universidad estudió los dictámenes referidos a los diversos cursos de posgrado, elaboró un minucioso y crítico informe, y ayer el máximo órgano de gobierno de la UBA aprobó una resolución que incluye cuatro puntos: �Primero, se resolvió suspender la presentación de los posgrados ante la Coneau �explicó a Página/12 la secretaria académica, Alicia Camilloni�. Y se encomendó al Rectorado la elaboración, en los próximos 60 días, de otro sistema de evaluación externo�. Con respecto de esto último, se analizarán dos alternativas. O someter a la UBA a la evaluación de un organismo internacional de prestigio, o crear un nuevo organismo a partir de la asociación de varias universidades nacionales (entidad que deberá contar con la aprobación del ministerio y de la propia Coneau).
La UBA también decidió no incluir en las publicidades de sus posgrados las categorizaciones otorgadas por la Coneau, tal como estipuló el ministro de Educación, Juan Llach, que deben hacer todas las universidades. El último punto de la resolución le solicita al ministerio que extreme los mecanismos tendientes a dar más validez y confiabilidad a las evaluaciones de la comisión. 
�Los dictámenes adolecen de muchas fallas y contradicciones. A algunos posgrados se los alaba por una razón y a otros se los critica por la misma causa. Y no es que la UBA haya sido desfavorecida�, dijo Camilloni. De hecho, ayer, durante la reunión del consejo, algunos decanos admitían que varios posgrados de calidad mediana habían recibido la más alta categoría de parte de la Coneau. La secretaria dio un ejemplo: �Sobre una especialización en Pediatría que se dicta en el Hospital Garrahan, la Coneau dice que cumple todos los objetivos, pero no es acreditada porque dice que forma especialistas para alta complejidad que van a tener problemas de inserción y porque no incluye Medicina del deporte. ¿Y quién determinó que en Pediatría hay que dar Medicina del deporte?�, preguntó.

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