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DOMINGO CAVALLO, CANDIDATO A JEFE DE GOBIERNO
�La gente sabe bien quién soy�

Autorreferencial como siempre, dice que no está mal educar a sus hijos en instituciones privadas, defiende la convertibilidad, la despega de la desocupación y no quiere hablar de su pasado.

Cavallo dice que a él y a Beliz los va a votar mucha gente de los barrios más humildes de la ciudad.


Por M. W.

t.gif (862 bytes) Dos protagonistas dominan el discurso de Domingo Cavallo: �la gente� y �yo�. �La gente� es una continua apelación a un sentido común que coincide inapelablemente con su política y sus medidas. �Yo� es su carta de presentación y se mueve más cómodo cuando �derroté a la inflación� o �combatí a las mafias� que al hablar concretamente de datos de la ciudad. Su charla con Página/12 �que se transmitió en el circuito cerrado del centro de programación de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA (Cepro)� duró 45 minutos. En ella no mencionó nunca a sus equipos técnicos y apenas dos veces a Gustavo Beliz. �Yo� confía cabalmente en su línea directa con el sentido común, se enfada bastante con ciertas preguntas y lo dice pero no deja de sonreír nunca. Ni de mirar fijo, muy fijo a las cámaras.
�¿Dónde estudiaron sus hijos?
�Aquí en Buenos Aires en el Colegio San Andrés y después en la Universidad San Andrés, los tres. En Córdoba estudiaron en la Academia Argüello, un colegio privado.
�¿Es razonable que un candidato a presidente o a jefe de la ciudad mande a sus hijos a colegios privados tan caros y tan especiales?
�Sí, ¿por qué no? Cuando gobierne yo voy a trabajar para que la educación pública sea tan buena como la educación privada.
�¿Usted cree que la educación privada es mejor?
�En algunos casos sí. En ese tipo de escuelas bilingües es mucho mejor, pero deberíamos darle la seguridad a la gente de que las escuelas públicas sean excelentes, como eran cuando yo estudié. Yo estudié el primario, el secundario y la universidad en escuela y universidades públicas y recibí una muy buena educación. La única universidad privada en la que estudié, que es semiprivada, fue Harvard. Yo quería que mis hijos tuvieran educación bilingüe, porque es muy importante que hablen bien, además del castellano, inglés u otro idioma. Cuando yo sea jefe de Gobierno, voy a hacer que todas las escuelas públicas sean bilingües. Buenos Aires tiene que tener escuelas excelentes, comenzando por las de los barrios más humildes.
�¿Piensa que lo van a votar en los barrios más humildes?
�Mucha gente de los barrios humildes nos va a votar a Beliz y a mí.
�¿Por qué?
�Porque sabe que vamos a trabajar para mejorar sus condiciones de vida. La gente no se maneja con slogans ideológicos. Cuando yo derroté la inflación fue porque la escuché, porque yo me dediqué treinta años a entender cómo sufría ese problema. 
�¿Y no se planteó, en ese momento, cómo sufriría el desempleo que vino después?
�No, el desempleo no tiene nada que ver con la lucha contra la inflación.
�Lo cierto es que en el paquete venía un modelo de concentración de la riqueza, de gran crecimiento de algunos grupos, de injusta distribución, de alto desempleo. 
�Habrá venido por otras razones pero no por la Ley de Convertibilidad.
La gente es muy inteligente: no relaciona la desocupación con la estabilidad.
�En general, el sentido común indica que cuando las cosas pasan al mismo tiempo tienen algo que ver.
�No, no. La desocupación tiene que ver con el estancamiento económico, con la recesión. Tuvo que ver con las privatizaciones y con la reestructuración económica, pero la gente sabe que si no tuviéramos convertibilidad y si tuviéramos inflación tendría menos oportunidades de empleo que ahora. Hay que evitar caer en generalizaciones. 
�O en simplificaciones. Hay una forma de razonar que es la peste; tenemos un solo problema, resolvamos este problema, los demás olvidémoslos. 
�¿Quién dijo que tenemos un solo problema?
�En este momento muchos discursos políticos están planteando a la seguridad como peste, la ponen como eje y descuidan otras variables.
�No, la gente la pone como eje, ¿usted cree que somos los políticos los que ponemos como eje la seguridad? 
�Tal vez, lo que la gente no percibe, en su necesidad y en su ansiedad, es que si resuelven un problema sin contemplar otro después se encuentra con un problema ulterior. Su aliado Eduardo Duhalde le dio pleno poder a la Bonaerense, su aliado Carlos Ruckauf designó a Aldo Rico. No resolvieron los problemas y generaron otros. La gente quería a Rico y ahora no lo quiere. Sus amigos Duhalde y Ruckauf tomaron esas decisiones sin contemplar su complejidad, leyendo las encuestas sobre ese punto... 
�No, perdóneme, pero está totalmente equivocado. Primero me está atribuyendo que haría lo mismo que Ruckauf o lo mismo que Duhalde porque soy su amigo. Yo soy tan amigo de (Fernando) De la Rúa como de ellos. 
�Usted los apoyó políticamente.
�También lo apoyé políticamente a De la Rúa en la interna con Alfonsín en el �82.
�Lo mató, fue la única vez que le fue mal a De la Rúa.
�Bueno, quizás el tiempo no era el adecuado, la gente creía que Alfonsín podía gobernar mejor que De la Rúa en aquel momento, pero no lo maté...
�Tiene razón.
�La seguridad, como problema, no la ha instalado Duhalde, ni Ruckauf ni los medios. La gente en la provincia de Buenos Aires, en la Ciudad de Buenos Aires, y particularmente la más humilde, está angustiada por los asaltos a mano armada, por la droga, por los asesinatos... 
�¿Cuánto creció la violencia en la Capital en los últimos cinco años?
�Mucho, muchísimo.
�¿Cuánto? ¿En qué delitos?
�Bueno, mire los índices no son elocuentes, porque mucha gente no denuncia los delitos...
�No denunciará los arrebatos, cierto tipo de robos pero los delitos con violencia, con heridos y con muertos naturalmente sí se registran.
�Sí, ha crecido más del cincuenta por ciento.
�¿Conforme a qué encuestas, qué datos?
�Hay datos de las denuncias hechas en las comisarías. Beliz mostró cuánto era el número de casos de muertes y de asaltos a mano armada en el año �92 y �93 y cómo en el año �95,�96,�97 y hasta ahora ha estado creciendo impresionantemente. 
�¿Por qué creció?
�Por muchas causas, creo que la principal es la droga. Y creo que ahí sí ha habido vista gorda hecha por la policía, tanto la bonaerense como la Policía Federal. Además, imagínese, Argentina no enfrentó a las mafias que protegen y prestan servicios a los traficantes de drogas.
�Tampoco los bancos, que les permiten lavar dinero ¿no?
�Por supuesto, los bancos también son prestadores de servicios a los narcotraficantes. Algunos bancos, no todos. Pero el problema más serio es el de la mafia. Hace años que lo vengo diciendo y la gente sabe que es verdad porque yo dije cosas muy duras, en momentos muy difíciles.
�Hablando de cosas duras en momentos difíciles, ¿habló sobre el terrorismo de Estado durante la dictadura militar? 
�No.
�¿No tiene una autocrítica de su actuación frente al gobierno militar y en ...? 
�Sí, por supuesto. Yo tengo muchísimas autocríticas en mi vida; ahora, ¿qué quiere que le diga? Lo que hago es pensar qué puedo hacer para que la gente vea restañadas sus heridas y resuelva los problemas hacia el futuro. Y me parece que si, en cada entrevista a la que voy, me presto a este tipo de preguntas..., me presto a que lo único que hagan es tratar de dibujar una imagen negativa mía, o acentuar una imagen negativa que alguna gente puede tener.
�No es dibujar una imagen negativa... es su pasado, es su figura.
�Lo importante es que la gente sepa quién es Domingo Cavallo, en todo sentido. Yo creo que la gente sabe bastante bien quién soy yo. 

 

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