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EL FBI RASTREA LA DISTRIBUCION DE FOTOS PORNO INFANTILES DESDE ARGENTINA
Las huellas de los cibersátiros

Cada día a través de canales locales de Internet circulan centenares de fotos pornográficas de niños y adolescentes. Este diario pudo saber que el FBI pidió a la Federal que investigara centros desde donde se venden esas imágenes a Europa y EE.UU. Y accedió al material de una investigación en curso, en que se monitorearon diálogos entre los paidófilos de la red.

Algunas de las imágenes que circulan por canales locales de Internet.
Los rostros han sido borroneados para impedir la identificación.

Por Alejandra Dandan

t.gif (862 bytes) !!!!my_sister_i_have_fuked_her.jpg.: así se llama el archivo. Esa hermana es una nena que recién empieza a tener formas de mujer. El cuerpo está fotografiado de cerca, de muy cerca, desde donde la toma de la cámara se convierte en violación. Esa imagen es una de las centenares capturadas y redistribuidas cada día por canales locales de Internet. Así de cerca está en este momento la pornografía infantil en el país. Página/12 pudo saber que el FBI le pidió a la Policía Federal que investigara centros de promoción y producción de imágenes que desde la Argentina son vendidas a Europa y Estados Unidos. Ese engranaje compacto está sustentado por un uso que crece: el consumo casero de las punto.com pornográficas de origen nacional que ni siquiera son cifradas, transitan sin tapujos por la web. Una investigación iniciada desde La Plata y que ahora está centrada sobre la Capital detectó sobre un canal tomado como observatorio, entre 20 y 25 traficantes de material pornográfico a diario. Usan la conexión promocionando y estimulando de modo abierto el consumo de las pornofotos de púberes y adolescentes. Algunas a las que tuvo acceso este diario podrían haberse tomado a una nena tan chica como la hermana.jpg, pero de acá. 

Miércoles abril 26 0.03 2000
Inicio de la sesión de chat 
punto.com. 
Esta noche alguien entra en el canal desde el módem 28 tc10 capfed zona1 sinectis.com.ar. Es �Papá�. Por lo menos así se anuncia ante esta comunidad de setenta cultores del cibersexo. �Papá� no sabe que lo monitorean. Por ahora no dice nada, sólo observa hasta que su nickname se mete en la pantalla. 
Papá dice: �Cambio fotos, video en privado. 
�Papá� parece dispuesto a establecer el contacto por canal privado. Aquí Página/12 publica parte del diálogo entre Papá y Omega, un falso cibernauta, experto en temas informáticos y colaborador del equipo de la diputada Graciela Podestá que monitoreó durante cuatro semanas el site. 
Hora 1.15 Papá dice a Omega: 
P: �Te voy a mandar un regalito ahora... espera un min, oki?
O: �Sí. ¿Qué es?
P: �Son unas fotitos muuuy lindas... son re lindas.
(...)
O: �¿¿¿Cómo se consiguen las fotitos papi???
P: �Estas me las dio un amigo que se dedica a eso... a él le gustan los nenitos chiquititos y dulces como vos. 
Luego de la trasmisión de imágenes:
P: �¿Se ven los dos chicos mimándose?
O: �En la primera sí.
Es difícil entender qué pasa dentro de la web. Son ahora las nueve AM y en el canal hay sesenta nicks que charlan. Nunca se podrían conocer cada uno de los diálogos fraccionados, que permanecen en privado, fuera de la mirada colectiva. 
En el tráfico de material pornográfico de chicos hay proveedores y usuarios. Es complejo trazar un límite claro entre las dos categorías, quizá se trate de pasos escalonados. Por su perfil �Papá� es un usuario más comprometido que el llamado independiente, aquel que no vuelve a poner en órbita a las fotos recogidas. Pero la iniciación es simple, empieza apenas cuando un curioso queda mirando la pantalla abierta, la voz pública de la comunidad a la que ha elegido entrar en la red. Desde ahí con sólo asomarse podrá observar a Absdrúbal que ofrece fotos, videos porno. La promoción se repite en el espacio público, visible. Parecen mensajes grabados: nunca se alteran propuestas ni puntuación. 
Absdrúbal dejará de enviarlos cuando en un rato Dana se conecte con él para preguntar por las fotos. Ante la dama, Absdrúbal promoverá su stock �de pendex, gay, minitas más grandecitas�. Dana obtendrá así, después del contacto, la imagen que archivará como número uno: su inicio en la capitalización de imágenes.
Pero en este intercambio, tal como se especifica en el informe que le acercaron a la jueza de menores Irma Lima, no hay tarjetas de crédito ni dinero en juego. Sólo hay pedidos y después pases. Los habitués intentan la conexión con navegadores del mismo rango: ofrecen fotos, pero también piden, intercambian. Son coleccionistas de imágenes de espanto, donde la degradación es convertida en pieza de canje. Se trasmiten encriptadas en códigos binarios para ser copiadas y retransmitidas. Se sabe: las fotos más difíciles de obtener son llaves de acceso a imágenes de privilegio, a las más cotizadas. Entre ellas las nacionales.
Laura, de acá
Entre las pruebas recogidas por el equipo de Podestá hay unas cien fotos digitalizadas. Unas pocas se reproducen en estas páginas. Otras son irreproducibles. Expertos de inteligencia consultados por Página/12 han podido determinar que, aunque la mayoría llega del exterior o suelen bajarse de sitios extranjeros, una serie de ellas podría haberse originado en el país. �Hay datos como los pantalones �explica� y los rasgos de una de las chicas que aparecen en tomas repetidas que permiten pensar que podría tratarse de nacionales.� Existen indicios y desgranamiento de archivos de fotos que permiten de algún modo descifrarlas.
Esa foto no es una sola. Son una serie de tomas con un flash que estalla contra la espalda desnuda de una nena de 15 o 16 años. La nena tiene el pelo negro, largo que le ayuda a taparse el pecho, sólo un poco. La sesión de fotos se prolonga en un cuarto cerrado, en un entorno oscuro amarronado. Ella está cubierta por los brazos cruzados en algunas tomas, en otras no hay protección contra el lente que la descubre. Sólo los jeans, con tajos en la rodillas. Son dos tajos desflecados. Ella ríe.
Esas fotos fueron trasmitidas al canal por Absdrúbal. 
Fogoso42: ponjas querés
Los promotores de imágenes suelen usar dos vías. La más tradicional es la conexión a un sitio extranjero, cuya identificación habitualmente está escondida por un código de barras detrás de una www. Pero además llegan a través de los canales y son ellos los que están expendiéndose. Hay tres tipos: fijos, dinámicos y camuflados.
Hasta hace un mes, Ciudad.com mantenía enlistado a 100%fotosdependejas entre sus canales fijos. Ese espacio se levantó, pero los habitantes del salón de encuentro buscaron permanecer. Saben que los buscan, que son vigilados: una nueva disposición los dejó además sin canales dinámicos. Habían llegado hasta ahí abriendo un espacio durante 48 horas, después emigraban a uno nuevo hasta que no pudieron hacerlo más. Pero los contactos no cesaron: ahora suelen entrometerse en canales de chats abiertos para otros. Están allí atentos, esperan la aparición de los integrantes de la tribu y desde ahí consiguen monitorear el canal y atesorar vínculos.
Así resulta en �Sexo�, desde donde �Fogoso42� pasa buena parte de sus noches alternado tránsito de fotos con reclamos de cibersexo. Está, dice, en casa, metido en el cuarto un poco alejado de sus tres hijas. Pero no tanto: �A veces vienen a chatear conmigo jejeje�, dice. 
Esa comunicación se repite cada noche de la zona norte de la Capital. �Fogoso� tiene cargada en jpg la imagen de my_sister_i_have... Y tiene más, por eso mientras cree estar enlazado con un chico gay de 14 años da una orden y la trasmite: 
F: �¿De ponjas querés?
C: �De acá.
F: �¡¡¡¡¡¡Doy send!!!!! jpg 216244218899 �manda un código�. Te mandé 7.
Este hombre fue uno de los monitoreados durante la investigación de la que participó Página/12. Nunca lo supo. �Fogoso42� tiene nombre y apellido que han sido detectados a través del cruce de programas. Fue guitarrista. Ahora es estudiante de Técnica Superior en Administración Legislativa. Pero oficia de electricista en el anexo de Diputados. Su nombre está incorporado a la causa investigada por Irma Lima. 
El electricista pertenece a la raza de difusores promedio. En general tienen entre 25 y 50 años. En la mayoría de los casos a través de la web se presentan como hombres solteros. De acuerdo con los datos relevados durante tres de las cuatro semanas de trabajo, se estableció contacto con 22 cibernautas de buen nivel cultural y social, normalmente �precisa el informe� profesionales orientados a las ciencias exactas, médicos y abogados. La preferencia sexual son chicos y chicas de entre 11 y 17 años y adolescentes gays. 
El FBI tras la pista
Ninguno de los usuarios mencionados aquí sugieren la pertenencia a una megaorganización. De todos modos la introducción de fotos caseras y la puesta on line de las ofertas en los sitios públicos de los chats es una de las causas por las que se los investiga con más seriedad (ver aparte). 
El FBI pidió hace un mes a la Argentina colaboración en una investigación que lleva a cabo en varios países. Página/12 pudo saber que la incorporación de la Policía Federal fue requerida porque uno de los nudos de esa búsqueda está en el país. Aunque aún no se ha podido precisar si el o los proveedores investigados están en conexión con una supuesta red, fueron sondeados los lugares desde donde se reproducen imágenes que luego se venden sólo en Europa y Estados Unidos. 
En conexión con este caso fue analizado estos días un allanamiento hecho en Catamarca. La policía local allanó la casa de Héctor Cólica: había 1363 fotos de nenes en color y blanco y negro y otros 40 rollos sin revelar. Son fotos de chicos desnudos tomadas por Cólica desde hacía 15 años. El hombre, miembro de un grupo de literatura experimental, está acusado de corrupción de menores y asociación ilícita. La mayor parte de los chicos Cólica era reclutado entre la clase media baja y entre algunos chicos de la calle. En su casa fue capturado, también, un video con idénticas imágenes. La causa la sigue el juez Ramón Porfirio Acuña. Cólica y otros dos involucrados habitan por estos días la comisaría séptima.
El engranaje de casos que se pliegan al tránsito de la red sumó un nuevo dato el 14 de abril. Ese día la Comisaría del Menor porteña detuvo a un usuario de la web después de descubrir sus obsesiones con fotografías de niños. El hombre, un enfermero de 35 años, bajaba el material desde una central pública de la Biblioteca del Congreso. La causa está en manos ahora de la jueza de menores porteña Julia Marano Sanchis, que se debate entre las interpretaciones jurídicas adjudicables al varón (ver aparte).
Pero la urbe sigue intoxicando de imágenes a la ciudad virtual. La Capital Federal es foco de lanzamiento y captura de nenas y chicos tapados sólo por repliegues del adulto que tiene demasiado cerca. Durante una de las noches de investigación fueron localizados cinco puntos de emisión conectados a la misma hora. El módem 16-tc10.zona2 de capfed.sinectis.com.ar estaba on line y por el mismo canal que el módem 17 el 19, el 20 y 21 de la misma central. Ese enlace podría determinar la existencia de un grupo de trabajo operando desde la misma y única central. Omega le dice a Papá:
�Mañana tengo que ir a la escuela.
�Pará..
�Te espero en el site.

 


 

COMO SE INVESTIGA Y COMBATE EN EUROPA LA PEDOFILIA EN INTERNET
�Hay que hacer un acuerdo internacional�

Por Eduardo Febbro 
Desde París

�Casi�, �Sphère�, �Schoot�, �Bilscot�: detrás de estos nombres anodinos se escondía una de las más vastas redes de pedófilos que operaban a través de Internet. Asiduos navegantes del club Wonderland, los miembros de esta estructura internacional fueron arrestados por la policía francesa por medio de una operación minuciosamente preparada y llamada �Catedral�. Marcel Faure, comisario en jefe de la sección francesa de tráficos y perjuicio a las personas, explica que ese tipo de redes de pedófilos no funciona �según un montaje vertical, con una jerarquía y estructuras, sino, más bien, como redes horizontales que reúnen a personas con un mismo interés. Es, si se quiere, un poco como los coleccionistas sólo que, en estos casos, cuando se entra en el circuito nunca es por casualidad�. 
Desde hace varios años las autoridades francesas enfrentan el problema de la nueva criminalidad sexual que se mueve por medio de Internet con la difusión de imágenes de menores de ambos sexos. Los responsables policiales admiten que la dificultad de llegar al corazón de esas redes reside sobre todo en que los pedófilos que las alimentan tienen sólidos conocimientos informáticos: seudónimos, palabras claves, códigos, páginas web �deslocalizadas�, en suma, todo un arsenal frente el cual los métodos tradicionales de investigación quedan reducidos a la nada. A fin de paliar esas insuficiencias, el Grupo Central de represión contra el abuso de menores trabaja en colaboración con un grupo de ciberpolicías miembros de un servicio especial creado en 1994, el BCRCI, Brigada Central de la represión de la criminalidad informática. Los agentes del BCRCI están altamente capacitados en el uso de las �nuevas tecnologías� y cuentan desde hace poco menos de un año con un banco de datos donde se conservan todas las fotos, películas y demás documentos que tocan la pedofilia. En el curso de un coloquio internacional realizado por la Unesco y consagrado a la pedofilia en Internet, los participantes denunciaron el hecho de que la pedofilia �está impulsada y mantenida por grupos financieros�. 
Pero con medios informáticos y todo, la lucha es tanto más desigual cuanto que, según estima Bacabar Fall �uno de los organizadores de ese coloquio�, �lo primero que se plantea es el problema de la extraterritorialidad de Internet y la instantaneidad con que se difunden las informaciones en la red mundial�. El segundo problema es la ausencia de figuras jurídicas precisas para condenar el tráfico. En este contexto, Bacabar Fall afirma que la pedofilia no ha sido incluida realmente en el vocabulario penal.
A la ambivalencia de las legislaciones fluctuantes se le agrega el inconveniente de la falta de cooperación policial eficaz a nivel planetario y la escasa voluntad de los operadores que venden el acceso a Internet. De manera unánime, la policía francesa destaca que son las empresas que detentan los accesos a la red quienes deberían primero �hacer la limpieza en su propio circuito o prevenir a las autoridades cuando saben que sus clientes difunden imágenes pedófilas en la red�. La gravedad de los casos puede variar mucho de un país a otro. Por lo pronto, los ciberpolicías franceses acusan con insistencia a los países como Japón donde la legislación para proteger la infancia es casi inexistente. Muchos pedófilos �deslocalizan� las páginas web instalándolas en esos países, lo que �tiene como consecuencia obstaculizar el trabajo de la policía y disminuir la eficacia de la cooperación internacional�. 
La responsable del grupo de trabajo sobre la criminalidad contra los menores en la sede de Interpol Francia, Agnès Fournier de Saint-Maur, confirma que �actualmente, para luchar eficazmente contra le pedofilia en Internet, la mayor dificultad está en poder convencer a las compañías privadas que detentan los accesos para que nos ayuden. Lo ideal sería llegar a un acuerdo internacional preciso�. Un esbozo de ese acuerdo ya fue elaborado en 1999 a nivel europeo: se adoptaron varias resoluciones proponiendo medidas eficaces contra la difusión de mensajes e imágenes pedófilos. Pero de todos los países Europeos, es Bélgica el que tomó las primeras iniciativas. Sin dudas presionada por el escándalo del pedófilo Dutroux, Bruselas hizo firmar un protocolo de colaboración entre el Ministerio de Telecomunicaciones, el de Justicia y la asociación que agrupa al conjunto de las empresas que venden el acceso a Internet. Los expertos franceses calculan que actualmente existen 60 millones de páginas Internet consagradas a la pornografía infantil. La cifra prueba de sobra que sin la cooperación de la industria informática la lucha contra la pedofilia en la red es una carrera perdida por adelantado. 

 


 

QUE DICEN LAS NORMAS VIGENTES
Difícil para la ley

Por A.D.

La simbiosis entre Internet y pornografía infantil parece una mezcla explosiva para la Justicia. Aunque la modificación al Código Penal otorgó hace un año mejores herramientas para combatir tráfico y difusión de estos materiales, aún no parece suficiente para tratar con la tecnología. Fuentes consultadas por este diario aseguraron que la ausencia de reglamentaciones, y por lo tanto, de límites de la web no es el único problema: la Justicia suma desfasajes graves en recursos humanos y técnicos para investigar tráfico electrónico.
Existe un punto de partida claro: �El bien jurídico protegido, en estos casos, es el orden público y la protección de la sexualidad de los menores�, explicó una fuente del Poder Judicial porteño a Página/12. Con esta base se analiza el artículo 128 y su modificación, en el Código Penal. La normativa dice que será reprimido con prisión de seis meses a cuatro años el que �produjere o publicare imágenes pornográficas en las que se exhiban menores de 18 años�. La misma pena está prevista para �el que distribuyere las imágenes cuyas características externas hiciere manifiesto que en ellas se ha grabado o fotografiado la exhibición de menores�. 
En los canales de chat analizados por el equipo de la diputada Podestá y los que investigó Página/12 existe distribución de imágenes. Muchas de esas fotos se trasmiten en conexiones privadas: desde un emisor identificado a través de un sobrenombre a un receptor determinado. Ese enlace se hace habitualmente a través de los refugios privados provistos por los chat, sólo en ocasiones se trasmiten vía e-mail. El asunto es complejo porque aunque el artículo 128 no especifica sobre privacidad-no privacidad, existe en la Justicia quienes argumentan que la prohibición sólo apuntaría a la distribución pública.
Como antecedente, una fuente de un juzgado que tiene en manos una causa reciente mencionó a este diario el fallo de abril del �99, de la Cámara del Crimen contra el director de la revista XXII, Jorge Lanata. La revista había publicado cinco e-mail internos de la Editorial Perfil, en los que sus directivos analizaban alternativas para recortar gastos. La Cámara equiparó la privacidad del correo electrónico con las cartas tradicionales y, por lo tanto, su intercepción como una violación a la privacidad. Aunque este criterio subsista, por los canales de chat investigados �libres y públicos� transitan claros indicios de ofertas de pornografía infantil.

 

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