Por P. R.
Mariano Arana, candidato a su reelección como intendente de Montevideo por el Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), está contento paseando por el Centro Cultural Recoleta. �Esta ciudad es hermosa�, dice con parsimonia luego de cruzar el charco por sólo un día. Con esa misma comodidad parece manejar la campaña electoral para los comicios municipales, que serán dentro de menos de un mes. Las encuestas lo dan como ganador y, aunque no se confía, sí está muy seguro de su gestión como trampolín para una segunda. Sin embargo, al margen de esta campaña, y de las consecuencias políticas de las recientes elecciones presidenciales (donde la izquierda quedó como la mayor fuerza parlamentaria del país y donde el tradicional Partido Nacional perdió mucho de su apoyo), Arana también debió referirse al gran tema de actualidad en Uruguay: la política del presidente Jorge Batlle respecto de dar información a los familiares de los detenidos-desaparecidos durante la dictadura. Esta política sigue generando remezones en los militares uruguayos y todo parece indicar que así seguirá siendo.
�¿Cuál es su opinión sobre la política del presidente Batlle en torno a la cuestión de los desaparecidos?
�Para nosotros, ha sido una novedad muy grata. Batlle tomó ese desafío ético, pendiente aún, de asumir las responsabilidades que colectivamente debemos asumir. Desde el mismo día en que el doctor Batlle asumió la presidencia de la República, se está registrando un cambio de actitud que consideramos altamente positivo. Esperemos que esas actuaciones puedan culminar en lo que toda la sociedad uruguaya aspira: la reconciliación nacional basada en el conocimiento de los hechos y en la aceptación de las responsabilidades individuales y colectivas.
�¿Lo sorprendió la actitud de Batlle?
�Bueno, luego de haber oído su discurso de asunción como presidente, no me sorprendió que sus acciones se acompasaran con sus dichos. Si hay algo que debemos reconocer en el doctor Jorge Batlle es que ha habido siempre en él una transparencia entre sus convicciones y sus actuaciones. No tenemos por qué pensar que esto vaya a cambiar en el futuro.
�¿Considera que las protestas de los militares puedan derivar en problemas mayores?
�Sinceramente, no lo creo, si bien no tengo los elementos para sustentar esas apreciaciones con un mínimo de responsabilidad. Pero una vez más tengo que destacar que el presidente de la República está actuando con la celeridad y con la corrección que un jefe de Estado tiene que hacer.
�¿Esta política de Batlle puede llegar a incidir en la elección de mayo en Montevideo?
�No. Reconozcamos que las actitudes de Batlle no necesariamente cuentan con la aprobación unánime dentro de su partido.
�¿Cuáles son los puntos fuertes y los puntos débiles de su gestión al frente de Montevideo?
�El Frente Amplio gobierna Montevideo desde hace 10 años. En lugar de sufrir el típico desgaste, logramos cada vez más credibilidad. Nuestra obra se basa en varios puntos: 1) el logro de un gobierno descentralizado, con 18 juntas locales y además juntas vecinales, 2) el mejoramiento físico de la ciudad y sus espacios públicos, 3) los avances producidos en la estructura ambiental. Montevideo tiene una atmósfera particularmente pura, pero además ahora hemos incorporado la recuperación de las playas, 4) la iluminación y recuperación de los paseos costeros, 5) la realización de políticas sociales: acciones que no son responsabilidad de los municipios uruguayos. Contrariamente a lo que ocurre en Argentina, en Uruguay, por precepto constitucional, las intendencias no tienen responsabilidad en áreas como salud pública, educación ni vivienda. Y sin embargo hemos realizado políticas sociales: multiplicación de policlínica para asistencia primaria médica, odontológica, psicológica. Hasta alimentacióngratuita para las escuelas de la periferia, tanto públicas como privadas religiosas. También implementamos una política de tierras, de otorgamiento de materiales para gente de pocos recursos.
�No me habló de los defectos. Alguno debe haber.
�En este momento, se habla de las dificultades de los asentamientos irregulares. Ese es un problema de prácticamente todas las ciudades del mundo. Pero, por otra parte, el tema de los asentamientos irregulares es consecuencia directa de la pobreza. Y no se puede achacar a una intendencia que no esté solucionado el problema de la pobreza. Eso depende, como todos sabemos, de la macroeconomía.
�¿Y el Frente Amplio puede, como oposición, llegar a algún tipo de acuerdo con el gobierno nacional sobre cuestiones macroeconómicas?
�Es factible, razonable, es conveniente. Aquí hay problemas que no pueden ser tratados en los términos de una puja política y electoral. Hemos percibido señales alentadoras de parte del gobierno.
�El Partido Nacional (Blanco) formó gobierno con el Colorado pero perdió gran parte de su caudal electoral. ¿Está en vías de extinción?
�No lo sé. Sería una lástima, porque los anhelos históricos de muchos de los dirigentes blancos más importantes de nuestra historia son los mismos que los del Frente Amplio. No nos hace feliz que un partido con una tradición, en muchos momentos, muy respetable, esté apagado en este momento.
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