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DIEZ PROPUESTAS PARA TERMINAR CON LA VIOLENCIA EN EL FUTBOL
Un camino para llegar hasta la paz 

El Gobierno lanzó un plan que responde más a la necesidad de ocupar espacios que a una estrategia. Agremiados se endurece, no cede y exige desde la fuerza. AFA no tiene posición unánime. Desde aquí se lanza una propuesta, modesta y módica. Pero esta o cualquier otra necesita de voluntad política.

La cacería del Bajo Flores. Un jugador de Comunicaciones queda en manos de los barras de Excursionistas.


Por Gustavo Veiga 

t.gif (862 bytes) El gobierno nacional acaba de difundir un manifiesto de varios puntos tendientes a neutralizar la violencia que afecta desde hace cuatro décadas al fútbol argentino. Con el propósito de aportar a la discusión sobre este mal endémico, sugerimos se tengan en cuenta estas diez medidas. No conforman un tratado, seguramente no sentarán jurisprudencia, pero son ideas concebidas tras recorrer un largo camino. Se trata de extenderle una mano al juego que todos juegan, que ama la mayoría y que muchos menos pisotean de mil maneras sin ser castigados por ello.
1 Definición. El Estado y sus organismos pertinentes deben definir de una vez por todas qué lugar ocupa la mal llamada violencia en el fútbol dentro de su agenda de conflictos, que son muchos, por cierto. Si es un sitio relegado �como suponemos�, que se establezcan cuáles son las prioridades y se acabe con la improvisación de un gobierno que apaga incendios con sugerencias del tipo: mano dura, juicios sumarísimos y antídotos por el estilo. 
2 Políticas. Suscribimos el argumento sociológico del �espejo de la sociedad�. O sea, que la violencia en el fútbol constituye una imagen de la sociedad violenta. Se requieren políticas de Estado más profundas que la retórica represiva. 
3 Ley. Hay un cuerpo legal que muy rara vez se aplica. La denominada ley De la Rúa (23.184), modificada de manera parcial por la 24.192, es un instrumento perfectible que parece guardado en un desván. Ambas normas nacieron de dos asesinatos en las canchas (Adrián Scaserra en 1985 y Saturnino Cabrera en 1990). Ojalá no tengamos que velar a otro muerto para que se proyecten más leyes. No hacen tanta falta como la determinación política de emplearlas.
4 Autocrítica. La próxima reunión que se convoque con el objetivo de trazar estrategias debe empezar por un punto insoslayable. La autocrítica necesaria hacia adentro y hacia afuera de dirigentes políticos, futbolísticos, jugadores, árbitros, técnicos, periodistas y otros sectores. Alguna vez dijo el vicepresidente de Boca, Roberto Digón, quien no está eximido de responsabilidad: �Existen errores que parten de nosotros, los políticos. Tenemos que acabar de una vez con estas historias de tratar a la gente que no posee trabajo ni le alcanza el salario con medios que la van desviando y corrompiendo�. Se refería a las prebendas que reciben desde el poder político o del fútbol muchos hinchas o barrabravas.
5 Educación. Sería fundamental discutir cómo remediar la violencia en el fútbol, en el marco de campañas educativas para alumnos de las escuelas primarias y secundarias. La presencia desinteresada en las aulas de futbolistas, técnicos y árbitros (estimulada por sus gremios) contribuiría a que se tome conciencia del problema a una edad temprana.
6 Representatividad. En el Consejo para la Prevención de la Violencia y en el Comité de Seguridad en el Fútbol deben contar con cierto grado de participación instituciones que demostraron hasta ahora una preocupación por el tema, incluso más que quienes organizan el espectáculo deportivo. Familiares de Víctimas en el Fútbol (Favifa) o la Fundación Fair Play tienen que ser escuchados y no observados con un espíritu contrario a las críticas.
7 Responsabilidad. Se sabe: decenas de barrabravas han sido conchabados en municipios, legislaturas u otros organismos gubernamentales. Debe cesar esta manera de hacer política a cambio de favores que ya conocemos cómo terminan. El complemento ideal de esta medida sería que los clubes se comprometieran a expulsar a los socios condenados por hechos de violencia vinculados a los espectáculos deportivos. 
8 Complicidad. Si se conciben tareas de prevención para detectar personajes violentos en las canchas, que éstas abarquen también la investigación de los dirigentes sospechados de respaldar y omitir denuncias contra los hinchas más �pesados�. Los vínculos estructurales entre directivos y barrabravas pueden ser contrarrestados con más facilidad de la que se supone.
En efecto, �la política del palo y el caramelo� de la que hablaba Juan De Stéfano, el ex presidente de Racing, debe suprimirse y castigarse con penas severas para los dirigentes. La ambigüedad que conlleva entregar localidades gratuitas, pagar micros y otras prebendas al mismo tiempo que se propone mano dura para los violentos es como apagar un incendio con nafta.
9 Denunciar. Se deben estimular las denuncias formales ante la Justicia que, de por sí, es morosa en dar respuestas. Y, además, los denunciantes tienen que contar con respaldo. Casi no hay ejemplos de actitudes firmes y valientes (Daniel Passarella en River, Jorge Rinaldi en Boca, Carlos Baldassini en Argentinos Juniors), cuando los agredidos, amenazados y muertos se han contado por cientos.
10 Seriedad. Los medios y periodistas especializados en deportes debemos mirarnos hacia adentro y modificar ciertas conductas. No se puede reivindicar la victoria como lo único que importa y defenestrar a quienes sufren la derrota. Domina el exitismo porque un gran sector de la prensa contribuye a fomentarlo. Además, la crítica simplista debe dejar paso a un análisis más acabado de este fenómeno en el que no abundan soluciones y sí, demasiado oportunismo. 


Las cosas que hay que ver

El presidente de Excursionistas, Camilo Scorpanitti, aseguró ayer que los causantes de los incidentes violentos fueron �los hinchas y jugadores de Comunicaciones�. El dirigente, además, elogió el trabajo de la policía, señalada por los jugadores de Comunicaciones como responsables del acceso de los violentos al campo de juego y anunció que su club acatará la pena que le corresponda, aunque aclaró que la misma �no podrá ser mayor a la que recibieron otros clubes en situaciones análogas�.
�Los jugadores y los hinchas de Comunicaciones fueron los culpables de las causas iniciales que desataron los hechos de violencia aunque eso no justifica la actitud de los supuestos simpatizantes de Excursionistas�, expresó Scorpanitti, visiblemente nervioso, al tiempo que instó a los medios de comunicación a �chequear la información y trabajar con responsabilidad�. Según el dirigente, �Excursionistas brindó todas las garantías de seguridad. Y la policía actuó bien y con celeridad�.
El titular de Excursionistas remarcó: �El público visitante llegó haciendo gestos ofensivos y quemaron camisetas de Excursionistas. Y los jugadores se enfrentaron con la policía incitando a la violencia�. 
Scorpanitti aclaró que, con su presentación, no quiere �justificar lo que sucedió después�, adelantó que �Excursionistas expulsará a los socios que hayan participado de los incidentes�.
En tanto, el jugador de Comunicaciones Adrián Barrionuevo, quien fue agredido por hinchas de Excursionistas durante el escandaloso episodio, se recupera �favorablemente� en el Sanatorio Mitre y hoy podría recibir el alta médica.

 

OPINAN LOS HOMBRES DE SEIS CLUBES de primera
Las fórmulas de los dirigentes

Por Adrián De Benedictis

  �La decisión de los jugadores de que no se juegen los partidos es lo apropiado, porque ellos son los protagonistas, y esto indica que pretenden un cambio profundo de una buena vez. Pero yo creo que como medida para terminar con la violencia no sirve. Para erradicarla se necesita un cambio profundo y hay que empezar de cero nuevamente, comenzando por reorganizar todo el fútbol argentino. Este es un problema que viene desde hace tiempo, entonces habría que modificar las estructuras de la AFA. Por ejemplo, acá los estadios siguen teniendo los mismos accesos que hace 20 años, y eso no puede ser.� (Mario Israel, vocal de River)

  �Hay que sancionar y suspender a los autores materiales de todos los hechos de violencia. Este es un problema de calidad y no de cantidad, porque no sirve de nada poner a mil policías en un partido si después no actúan con el criterio correspondiente. Que paguen los que hacen disturbios y que sean juzgados con delitos no excarcelables, porque acá la legislación es muy blanda. En Inglaterra, un tipo estuvo tres meses preso por intentar ingresar al campo de juego. Estoy convencido de que lo más importante es la prevención y la responsabilidad de los dirigentes que tienen que saber quién es cada uno en la hinchada. En Chacarita terminamos con los violentos porque Luis (Barrionuevo, presidente) fue a la casa de estos tipos a decirle que no entraban más a la cancha. Y tuvo el coraje de meterse en las villas para encontrarlos. Yo estoy en contra de la medida de los jugadores, porque ellos no juegan y después vienen a cobrar el sueldo.� (Armando Capriotti, vicepresidente de Chacarita)

  �Para solucionar el tema de la violencia hay que llamar a Mandrake. Todo esto demuestra que somos un país hipersubdesarrollado, porque hay dirigentes mediocres, policías mediocres y políticos mediocres. Llegaron a decir que el problema era por las entradas, y eso significa que no saben nada de nada. En Argentina hay violencia en todos lados, esto no es un fenómeno excluyente. A esta altura, es un tema puramente judicial. La huelga de los jugadores es razonable, pero pueden hacer 1500 huelgas que no se soluciona nada, porque si lo vemos desde ese punto, también tiene que haber huelga de jubilados para cobrar, y huelga de autos caídos que están tirados en la calle.� (Emilio Chebel, presidente de Lanús)

  �Acá tiene que haber mayor control policial. Si están los videos, que esas personas que entraron en la cancha de Excursionistas sean juzgados como corresponde. La violencia no es en el fútbol. En definitiva, en este ámbito los conflictos son menores y suceden en categorías de ascenso, y no en primera. La medida de los jugadores no es conveniente. De esa forma perjudica económicamente a los clubes.� (Oscar Giménez, presidente de Argentinos)

  �La ola de violencia no es en el fútbol, desgraciadamente está implantada en el país, yo diría en el mundo. Porque no se olviden que hay una chica de cuatro años con un balazo en la cabeza, en estado desesperante. Entonces que no digan que el fútbol trae violencia. A mí no me entra en la cabeza lo que sucedió en la cancha de Excursionistas, eso fue un desastre. Los jugadores algo tenían que hacer, pero así no se va a solucionar nada.� (Pedro Iso, presidente de Independiente)

  �Yo no protejo a los agresores, pero los jugadores tienen que saber que sin fútbol no se termina la violencia. Esta no es la solución, la misma tiene que ser tomada por los gobernantes, no por los jugadores. Si esto se extiende por mucho tiempo, puede causar una pérdida importante en los clubes por la venta de entradas.� (Juan Carlos González, vicepresidente de Vélez)

 

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