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Por Eduardo Febbro
Desde París
 El desfile del 1º de Mayo en Francia comenzó antes de tiempo con una �víspera de mayo� organizada a lo largo de la madrugada en la puerta de la Bolsa de Comercio de París por la asociación �Neuf�. Apoyada por unos 40 sindicatos y asociaciones, la vigilia nocturna tenía como lema la protesta �contra la dictadura de los mercados� y recibió el apoyo de las principales centrales sindicales del país, CGT y CFDT. Ambas centrales, divorciadas desde hace años, protagonizaron ayer un acercamiento concreto participando en una marcha unitaria de generosas intenciones: a favor de la democracia, la solidaridad, la dignidad y el trabajo. Pero el hecho más destacado fue el lanzamiento de un Movimiento Social Europeo (el MSE) que toma como base programática las manifestaciones anticapitalistas de Seattle, ocurridas el año pasado. El MSE agrupa a centenares de intelectuales y sindicalistas de varios países europeos y su meta es ofrecer una alternativa a la política neoliberal.
Liderado en Francia por el sociólogo Pierre Bourdieu, el Movimiento Social Europeo apunta, según explicó el mismo Bourdieu, a �crear las condiciones intelectuales e institucionales para unir todas las fuerzas críticas y progresistas�. Lejos de definir una doctrina �vertical� como pudo ocurrir en los años 60, el MSE �marca el principio de un vasto trabajo colectivo, interdisciplinario e internacional que apunta a definir los principios de una verdadera alternativa política a la política neoliberal que tiende a imponerse en los países, a veces bajo la égida de la socialdemocracia�. El carácter internacionalista del Movimiento parece hacer de él una suerte de ONU antiglobalización, es decir, un foro mundial que, aunando las contribuciones y las experiencias de varios puntos del planeta, alimenta una �red organizada capaz de acumular las fuerzas�.
Sin lugar a dudas, las huellas de lo que ocurrió en Seattle durante la cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sirve de base programática para el MSE. Muchas ONG y grupúsculos militantes vieron plasmarse en Seattle el sueño de una acción conjunta y espontánea cuyas repercusiones fueron más importantes que la cumbre misma. De allí que intelectuales como Pierre Bourdieu o el alemán Günter Grass sugieran la �creación de lazos permanentes capaces de hacer posible la movilización rápida para llevar a cabo acciones comunes�. Ni jerarquías, ni jefes ni caciques, tal parece ser la divisa de los primeros pasos del MSE. Ideas, propuestas y comentarios son los bienvenidos en el sitio del movimiento: http://www.raisons.org.
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