�No estoy preocupado por mis memorias. En realidad estoy preocupado con mi curriculum... En él aparecen tres mandatos presidenciales, bueno, todo el mundo lo adorna un poquito... Podría considerar una posición de ejecutivo en otro país, pero preferiría que sea en el grupo de los países más industrializados... Quedan sólo siete meses para investigarme. Por ejemplo, en los últimos meses perdí más de cinco kilos. ¿Dónde fueron?, ¿por qué no informé de ello al fiscal independiente?�, fueron los puntos salientes del discurso que Bill Clinton dedicó a la cena anual de los corresponsales en la Casa Blanca. Del discurso, porque enseguida presentó un video donde muestra cómo ocupa su tiempo mientras llega el fin de su mandato. Allí se lo ve paseando en bicicleta por los pasillos de la Casa Blanca, cortando el pasto de la residencia, lavando ropa en la lavandería presidencial, jugando a la batalla naval con el jefe del Estado Mayor Conjunto, pegándole a la máquina de café para que le sirva, corriendo a la limusina de Hillary con la bolsa de su almuerzo. Clinton terminó su presentación entre carcajadas: �He leído que otros presidentes consideran la Casa Blanca como una cárcel. No sé de qué diablos hablan. Yo lo pasé fantástico�.
�No estoy preocupado por mis memorias. En realidad estoy preocupado con mi curriculum... En él aparecen tres mandatos presidenciales, bueno, todo el mundo lo adorna un poquito... Podría considerar una posición de ejecutivo en otro país, pero preferiría que sea en el grupo de los países más industrializados... Quedan sólo siete meses para investigarme. Por ejemplo, en los últimos meses perdí más de cinco kilos. ¿Dónde fueron?, ¿por qué no informé de ello al fiscal independiente?�, fueron los puntos salientes del discurso que Bill Clinton dedicó a la cena anual de los corresponsales en la Casa Blanca. Del discurso, porque enseguida presentó un video donde muestra cómo ocupa su tiempo mientras llega el fin de su mandato. Allí se lo ve paseando en bicicleta por los pasillos de la Casa Blanca, cortando el pasto de la residencia, lavando ropa en la lavandería presidencial, jugando a la batalla naval con el jefe del Estado Mayor Conjunto, pegándole a la máquina de café para que le sirva, corriendo a la limusina de Hillary con la bolsa de su almuerzo. Clinton terminó su presentación entre carcajadas: �He leído que otros presidentes consideran la Casa Blanca como una cárcel. No sé de qué diablos hablan. Yo lo pasé fantástico�.