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 Hay determinadas fotos que en las campañas proselitistas son las más buscadas. Domingo Cavallo consiguió ayer una de ellas al reunirse con el gobernador bonaerense Carlos Ruckauf en la Casa de la Provincia de Buenos Aires. Además de la foto, Cavallo consiguió el apoyo de Ruckauf para una eventual segunda vuelta electoral, si es que en las próximas elecciones porteñas del 7 de mayo ningún candidato obtiene el cincuenta por ciento más uno de los votos emitidos. A su vez, el encuentro le sirvió al gobernador para tener una tribuna desde la cual remarcar su toma de distancia con el gobierno nacional, aunque ésta tuviera el formato de una negativa. Cercano al fin de la campaña proselitista, Cavallo insistió en sus sospechas sobre un posible fraude electoral en los comicios del próximo domingo. �Queremos asegurar que todos los votos de la boleta Encuentro por la Ciudad aparezcan en el escrutinio y por eso vamos a hacer nuestro propio recuento y queremos que cada quince minutos nos den acceso a los datos del escrutinio oficial�, dijo Cavallo en una declaración que puede ser una señal del clima que posiblemente tengan las mesas electorales el próximo domingo. Si los fiscales cavallistas siguen al pie de la letra las declaraciones de su candidato, las autoridades de mesa tendrán que estar más activas que de costumbre. Ruckauf negó haber comparado a De la Rúa con el ex presidente Arturo Illia cuando reprochó la lentitud del Gobierno en la toma de algunas decisiones. �En ningún momento comparé a De la Rúa con el ex presidente Arturo Illia�, dijo el gobernador bonaerense, que a pesar del trato respetuoso no modificó su opinión acerca de la supuesta lentitud del gobierno nacional. La insistencia de Ruckauf es todo un gesto para la interna justicialista, fundamentalmente luego de que De la Rúa tuviera un acercamiento con Carlos Reutemann, otro de los referentes que disputan el liderazgo del peronismo y el perfil que éste asumirá como partido opositor. Con la mente puesta en la interna, Ruckauf no aventuró su apoyo al cavallismo, sino en una posible segunda vuelta. �El peronismo de la Capital Federal se ha disgregado en una cantidad de listas y acá no sólo se elige al jefe de Gobierno porteño sino a legisladores. Entonces yo no puedo ayudar a algunos legisladores respecto de otros�, dijo el gobernador, cuando los cronistas le preguntaron por qué motivo no aventuraba un apoyo en la primera vuelta electoral. La ecuanimidad suele ser una virtud y a veces un gesto de prudencia cuando se avecinan tiempos electorales y definiciones políticas. Por ese motivo el gobernador repitió el gesto que tuvo 15 días atrás cuando se reunió con el candidato aliancista para la jefatura de Gobierno porteña, el frepasista Aníbal Ibarra. Al igual que en esa ocasión, ayer Ruckauf insistió en la necesidad de instrumentar políticas conjuntas entre la Capital y la provincia. Incluso la indefinición de Ruckauf acerca del comportamiento para la primera vuelta electoral coincide con sus declaraciones públicas luego del encuentro con Ibarra. A la hora de devolver gentilezas, Cavallo utilizó una frase hecha a medida para su campaña: �¿qué hubiera pasado si, en lugar de ganar Ruckauf en la provincia de Buenos Aires, estuviera gobernando esa funcionaria?�. Sin nombrarla, Cavallo apuntó a Graciela Fernández Meijide y de paso la comparó con su rival electoral del próximo domingo, al que tampoco nombró. �Lo mismo ocurriría con él �Aníbal Ibarra� si ganara en la Ciudad.�
ESTRATEGIAS PARA SEGUIR EN CAMPAÑA Por S.R.
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