Por Mariana Carbajal
 La subsecretaria de Derechos Humanos, Diana Conti, exhortó al gobierno de Carlos Ruckauf a implementar medidas que pongan fin a �las penosas circunstancias� que atraviesan menores recluidos en institutos y comisarías de la provincia. �No hay nada más escandaloso y aberrante para la condición humana que el tormento infligido a un niño�, consideró la funcionaria, en una carta dirigida al director bonaerense de Derechos Humanos, Ariel Busich, en referencia a las torturas denunciadas por chicos detenidos en dependencias policiales y en un hogar vinculado con el obispo de Mercedes, monseñor Emilio Ogñenovich. La situación �revelada por Página/12� llevó a la Alianza a presentar, ayer, un proyecto para declarar en emergencia el sistema de minoridad. Mientras tanto, el Consejo Provincial del Menor mantiene el convenio con la cuestionada comunidad terapéutica de Mercedes y paga entre 1200 y 1500 pesos por mes por cada uno de los 77 adolescentes internados.
�La declaración de emergencia es necesaria por la desestructuración del sistema y por la falta de decisión política del Ejecutivo para resolver el problema. El sistema entró en colapso�, aseguró a este diario la diputada Sara Suárez, autora del proyecto y titular de la comisión de Niñez, Adolescencia y Familia de la Cámara de Diputados de la provincia.
En su carácter de �responsable del cumplimiento de las normas que garantizan el efectivo reconocimiento de los derechos humanos por parte de los poderes del Estado�, la subsecretaria Conti pidió informes a Ruckauf sobre las investigaciones en torno a las irregularidades denunciadas.
Los aspectos cuestionados son dos. Por un lado, la detención de alrededor de un centenar de menores en comisarías, donde son sometidos a tormentos. Convenciones internacionales con rango constitucional prohíben alojar a los chicos en dependencias policiales. Según informó Página/12, al menos 200 casos de torturas a chicos detenidos constan en expedientes judiciales. La Suprema Corte de Buenos Aires le recordó varias veces esta realidad a la gobernación bonaerense. El otro problema son las vejaciones percibidas por chicos en el Hogar Jesús de Nazareth, dependiente de monseñor Ogñenovich, donde se realizan tratamientos para adictos a las drogas.
El Consejo Provincial del Menor informó ayer que intimó a la institución a modificar las condiciones de alojamiento de los menores. Sin embargo, a pesar de que existe una auditoría del propio organismo que prueba que allí se castiga a los chicos �encerrándolos en jaulones por tiempo indeterminado�, el Consejo mantiene el convenio con Jesús de Nazareth, según confirmó el titular del ente oficial, Daniel Bolinaga. Actualmente allí hay 77 menores. �Los chicos son derivados al hogar por disposición de un juez, no somos nosotros quienes tomamos esa decisión�, se excusó el funcionario. Pero es el Consejo el que paga a la institución entre 1200 y 1500 pesos por mes por cada niño.
Sobre el alojamiento de niños y adolescentes en dependencias policiales, Bolinaga señaló: �Es una situación irregular que se arrastra desde hace años y que el gobierno está dispuesto a terminar. El problema es que no tenemos actualmente un recurso adecuado�. El territorio provincial cuenta con 60 plazas para alojar a chicos con problemas penales �30 para mujeres y 30 para varones�, que están colmadas. Por estos días hay alrededor de unos cien más distribuidos en calabozos de comisarías, mezclados con mayores y sin realizar ningún tipo de actividad durante toda la jornada. El gobierno bonaerense proyecta obras para generar 160 plazas más en distintos localidades de la provincia.
�El Consejo Provincial del Menor no está aplicando las leyes para garantizar cada uno de los derechos de los niños. El sistema debe descentralizarse. Hoy hay chicos alojados en instituciones a 600 kilómetros de sus hogares, que viajan esposados en patrulleros para ser evaluados en la Dirección del Registro de Evaluación, de La Plata, y aveces regresan sin haber sido atendidos�, precisó la diputada radical Suárez.
LA MUERTE DE MILAGROS EN EL AUTO
Un tiro desde afuera
El origen del balazo que mató a María Milagros, la nena que quedó en el fuego cruzado entre su padre y dos ladrones, sigue siendo un misterio aun después de la autopsia, aunque una de sus conclusiones abona la hipótesis de que el proyectil partió de la pistola del papá. Según el informe que llegó ayer a manos del fiscal, la bala fue disparada a más de 50 centímetros de la cabeza de la niña. Es decir, fuera del auto. De todos modos, parte del tiroteo ocurrió cuando los delincuentes aún no estaban dentro del auto, con lo que las dudas podrán ser eventualmente despejadas una vez que se establezcan los detalles de cómo ocurrió el tiroteo.
La autopsia reveló además que la bala entró por la nuca y salió por la frente, y que lo hizo ligeramente de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. El fiscal de San Martín Mario Marini se apresuró a aclarar que hasta el momento no es posible definir la procedencia del proyectil, que nunca pudo ser encontrado. �El resultado de la autopsia no descarta la posibilidad de que haya sido el padre, pero tampoco lo incrimina�, aseguró. María Milagros Noriega murió el martes, luego de cinco días de agonía, y ayer sus restos fueron inhumados.
El jueves pasado, en San Miguel, dos ladrones intentaron robar el auto de la familia, en el que estaban subidas la madre y las dos hijas. Los delincuentes hicieron bajar a la mujer y cuando el padre, Rodolfo Noriega, observó que las nenas quedaban adentro inició el tiroteo. A una cuadra, los ladrones hicieron bajar a las niñas �una de ellas herida� y finalmente abandonaron y quemaron el auto en un descampado de José C. Paz.
Anoche, la Fiscalía �que recaratuló la causa, ahora por �homicidio en ocasión de robo�� aún no tenía definida la fecha para la rueda de reconocimiento de los dos detenidos imputados en el hecho, aunque podría concretarse hoy mismo o mañana. Los padres también deberán declarar ante Marini para dar precisiones sobre cómo ocurrieron los hechos. Los investigadores, en tanto, cuentan con nuevos testimonios que desmienten lo declarado inicialmente por los presos: que no saben manejar y que no se conocen entre sí. En la Fiscalía declararon tres testigos �pidieron hacerlo en secreto porque viven en la misma villa en la que fue apresada la dupla�, que dicen haberlos visto juntos y que se movilizaban en autos robados, a los que luego desarmaban y prendían fuego en el mismo predio donde apareció incendiado el Ford Ka de los Noriega.
|
