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 El martes a la noche, la crisis por las ocupaciones de edificios públicos por el Movimiento de los Sin Tierra (MST) en Brasil ya había causado sus primeras víctimas. Ese día la policía militarizada reprimió una columna del MST en el estado de Paraná. Un campesino fue muerto, hay cinco desaparecidos, unos 100 heridos y 200 detenidos. Pero esto podría ser nada más que un módico anticipo de lo que viene: la guerra agraria. Un líder hacendado advirtió ayer que si el ejército no impedía las ocupaciones, los hacendados tomarían medidas y �se perderán vidas�. En la mañana de ayer el MST anunció que intensificaría las ocupaciones en respuesta a la represión en Paraná. Pero poco después se conoció que la Policía Militar estaba recibiendo órdenes judiciales para desalojarlos. Ante la posibilidad de choques aún más sangrientos que el de Paraná, el MST dio marcha atrás y ordenó evacuar los edificios por los que había una orden de desalojo. Mientras tanto, la Cámara de Diputados formó ayer una comisión para resolver la impasse entre el MST y el gobierno. Antonio Tavares Pereira: ése es el campesino sin tierra que murió ayer por una herida de bala en el vientre. El día anterior Tavares y 2000 campesinos y sus familias formaban parte de una caravana de 50 ómnibus en el estado de Paraná. Su destino era Curitiba, la capital del estado. Allí debían cumplir su parte de la �Jornada de Lucha del Dos de Mayo�. Ese día el MST logró copar edificios del gobierno en 12 capitales provinciales, incluyendo Sao Paulo y Río de Janeiro. En otras ocho capitales el MST instaló campamentos para cercar edificios públicos. En una �Carta al Presidente� difundida ayer, el MST dio a conocer los objetivos de la medida. Eran simples: tierras y medios para cultivarlas para los más 4,5 millones de trabajadores sin tierra. �El modelo agrícola y la ineficiencia en la distribución de tierras lleva a los trabajadores a luchar por sus derechos�, concluía el comunicado. Esos eran los motivos por los que Tavares viajaba el martes en la comitiva del MST hacia Curitiba. Pero no lograría llegar. A 20 kilómetros de la ciudad se interpuso el Batallón de Choque de la Policía Militar de Paraná. Según Ubiraci Stesko, un dirigente del MST, �fuimos recibidos por la tropa policial como si fuéramos bandidos: los policías armados bloquearon los autobuses. Cuando comenzaron a disparar con balas de plomo, para dispersarnos, retrocedimos, pero Tavares resultó herido y no resistió�. El gobierno de Paraná negó ayer que Tavares muriera en la represión y dijo que la policía sólo usó balas de goma. Una autopsia reveló que la bala era de plomo, sin embargo. También se aseveró que Tavares no era parte de la marcha del MST. Todo esto fue negado por el MST. Una militante de la ONG Justicia Global (JG) denunció además que un campesino recibió un balazo en la nuca, sin precisar cómo. Varios testigos habrían visto además cómo el hombre era llevado a la rastra por la policía. Eso fue confirmado por un organismo de la Iglesia. Ahora se desconoce su paradero. �En base al testimonio de moradores de la región, no tenemos duda alguna de que nuestro compañero ha sido asesinado�, denunció Stevko. Ayer las cifras oficiales de la �refriega� arrojaban 50 sin tierra y 29 policías heridos. Pero el MST hablaba de entre 100 y 200 heridos, todos sin tierra. Cuantos más, mejor. Esa era la posición ayer de Rómulo Kardec, líder de la Asociación de Criadores de Ganado Cebú. El consideró que la represión era �un buen ejemplo� para los �agresores y anarquistas� que agobiaban a los hacendados brasileños. Lamentablemente, la policía no se muestra dispuesta a emular su propio ejemplo. Por lo tanto, la única solución era la intervención directa del ejército. Pero como �no gozamos de ese privilegio�, Kardec afirmó que a los hacendados no les quedaba otra opción que tomar la ley en sus propias manos. �Es hora de poner fin a este desorden. Toda acción genera una reacción, y si no hay inmediatamente una acción firme y enérgica de las autoridades competentes, el choque será inevitable, contaremos pérdidas y daños para todo el país y perderemos vidas�, amenazó al pronunciar el discurso de inauguración de una muestra de ganado en el estado de Minas Gerais. Estas declaraciones se inscribenen una tendencia cada vez más pronunciada por parte de los hacendados. La semana pasada, antes de la crisis con el MST, Tania de Farias, titular de la Unión Democrática Ruralista (UDR), había advertido que los hacendados contratarían y armarían a vigilantes privados para hacer frente a las ocupaciones. �Nuestro límite serán nuestras cercas�, subrayó. Ayer estas amenazas desde los hacendados parecieron tener menos efecto en el MST que las crecientes señales de que el gobierno no toleraría la ocupación indefinida de los edificios públicos. El presidente Fernando Henrique Cardoso ya había dejado filtrar al Folha de S. Paulo que no se encontraría �jamás� con el MST. En público el presidente agregó amenazantemente que �el MST se está desviando del orden democrático�. El ministro de Justicia José Gregori hizo de policía bueno al afirmar que �sentados alrededor de una mesa podremos probar que el gobierno es sensible a las reivindicaciones legítimas�. Esa oferta tácita, junto a la posibilidad de desalojos forzosos, fue suficiente para que el MST retrocediera: �Nuestra orden (ahora) es evitar los enfrentamientos; deben abandonarse las oficinas que los tribunales decidan, pero seguiremos en las ciudades hasta que el gobierno nos atienda�, anunció el líder emesetista Gilmar Mauro. Fue en esta clave indefinida y amenazante que concluyó ayer el segundo día de lo que da señales de convertirse en una sangrienta lucha agraria en Brasil.
SEGUN UN GENERAL (R) PROGRESISTA
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