Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira

 

La pelota no dobla, pero Boca no se quiebra en la Copa

En un pésimo partido y sin buscar más que el empate, logró la igualdad en la altura frente a un pobre rival ecuatoriano.

Herrera trata de irse, pero Battaglia lo cruza abajo.
Poco poder ofensivo de los ecuatorianos. Boca, agradecido.


t.gif (862 bytes) El objetivo de Boca está cumplido. Se trajo el empate de la altura de Quito y ahora definirá la serie de los octavos de final de la Copa Libertadores en la Bombonera. En los números, un gran negocio. En el rendimiento, para lo que se propuso Carlos Bianchi, también. Para lo que debería ser un equipo grande como Boca, un empate miserable.
La Libertadores se juega desde 1960. Habría que buscar en el archivo para encontrar 45 minutos tan malos como el primer tiempo disputado anoche en el Atahualpa colmado. Y la responsabilidad no es de El Nacional sino de Boca. El ecuatoriano es un equipo limitado que tiene conceptos tácticos rudimentarios e individualidades que apenas pasan el límite aceptable de la alta competencia. Boca es Boca. En nombres, prestigio, historia. Sin embargo, sugestionados con el mal que produce jugar en la altura, hacerlo de visitante y en instancias decisivas, se privilegió el puntito a cualquier costo, incluso el de resignar la posibilidad de una victoria. Entonces, con el 0-0 Boca se vuelve contento. Si sus hombres miden el empate con otras varas que el utilitarismo de un empate en la altura, no pueden estar contentos.
Boca fue a �hacer� el partido pero se le confundieron las ideas todos el primer tiempo. ¿Cómo jugar en la altura? Lo recomendable es hacer correr la pelota y no exigir las piernas, que vaya la pelota y no se desgaste el físico, juntarse, tocar y tener paciencia. Pues bien, salvo Riquelme, nadie lo hizo. El pobre Román la pedía, la tenía y de sus cercanías disparaban todos buscando pases largos. Un absurdo. 
Recién en la segunda parte cuando en el vestuario acomodaron esas ideas, Boca fue más sólido. Porque en el primer tiempo regaló la pelota en vez de tenerla, se defendió con los espacios, no con la pelota, y padeció cierto acoso que no fue más profundo porque enfrente tenía a un rival pobre. Aun así fue Córdoba el que sostuvo el empate con un par de intervenciones oportunas y también con la ayuda de los palos. 
Le sacó un cabezazo en el primer tiempo y un remate desde afuera del área a Fernández, el travesaño lo salvó en la primera parte y el palo izquierdo en la segunda ante dos tiros de Chalá y sacó un gol hecho con la ayuda de Arruabarrena y Samuel contra un poste cuando El Nacional se jugaba el resto.
Lo curioso es que Boca pudo ganar. Si Barijho y Giménez supieran cómo se juega al fútbol además de correr, encarar, chocar y caer en posición adelantada, Boca podría haber traído algo más que el punto. Riquelme �padeció� a los dos que nunca entendieron que debían acercarse, tocar y recién entonces correr en vez de obligar siempre al pelotazo. La eliminatoria está definida. 
En condiciones normales Boca debe resolver con facilidad la revancha en la Bombonera y después cruzarse con River, si su clásico rival elimina a Cerro Porteño. Si eso pasa, con la reprogramación del Clausura, Boca-River se enfrentarán tres veces en diez días.

 


 

CORINTHIANS ACHICO LA DIFERENCIA AL FINAL
Ganó Central, pero se lamenta

Central le ganó 3-2 a Corinthians, pero al equipo rosarino le quedó un sabor amargo porque desperdició un 3-0 casi definitorio, y ahora deberá sufrir bastante en la revancha para avanzar a los cuartos de final de la Copa Libertadores. Pizzi, Cappelletti y Maceratesi marcaron los goles de Central, mientras que Luizao en dos ocasiones convirtió para los paulistas, el segundo en el último minuto de juego. 
Central estuvo a punto de liquidar la eliminatoria, pero dilapidó la chance. Tuvo a Corinthians al borde del nocaut, aunque el campeón brasileño sacó su chapa y achicó la ventaja, que para los rosarinos no parece demasiada para ir a jugar sus posibilidades a San Pablo. Hasta los 20 minutos del segundo tiempo, el Gigante de Arroyito era una fiesta. 
Con una sólida tarea colectiva y con contundencia en la definición, el equipo de Edgardo Bauza estaba consiguiendo la diferencia que su técnico y los hinchas pretendían. 
El partido se planteó de ida y vuelta, ya que Central salió con toda decisión para llevarse el triunfo y los brasileños no se limitaron a defender. Por el contrario, trataron mejor la pelota que Central, aunque los rosarinos consiguieron mayor profundidad. 
En ese aspecto se puede justificar el 3-0 parcial, ya que la diferencia en el juego no era tanta. 
Sin embargo, cuando nadie lo esperaba, apareció Luizao para amargar la noche. 
El goleador de Corinthians consiguió el descuento seis minutos después del tercer tanto de Central y dejó la serie muy abierta. 
Pero también apareció en el último instante del partido para clavarle una puñalada a todo Central. La revancha no es imposible, aunque la sensación es que Central dejó pasar el tren.

 


 

VISITA AL CERRO PORTEÑO
River se juega en La Olla

River buscará hoy conseguir un resultado positivo en su visita a Cerro Porteño de Paraguay, en un partido correspondiente a los octavos de final de la Copa Libertadores. La duda que mantiene el técnico Gallego sobre la presencia de Angel o Cardetti en la delantera, será despejada horas antes del inicio del encuentro. Respecto de las dificultades de jugar en el estadio La Olla y no en el Defensores de Chaco de Asunción, Gallego indicó ayer que le preocupa más �el rival que el escenario. Fui a La Olla en 1993 con River (como ayudante de campo de Passarella), y con la cancha no hay problemas. Del equipo rival vi bastante y creo que podemos lograr un buen resultado�.

 

PRINCIPAL