Por Laura Vales
Emilio Massera volvió a caminar por los jardines de la ESMA. La jueza federal Servini de Cubría, que investiga la apropiación de Javier Penino, nacido en la Escuela de Mecánica de la Armada cuando su madre estaba secuestrada por la dictadura, realizó ayer una inspección ocular en el lugar. La medida había sido pedida por Massera, con la intención de demostrar que sólo estuvo en la ESMA �un par de veces, en actos oficiales� y que nunca supo que allí haya habido alguna vez detenidas embarazadas. Bajo una lluvia que parecía no tener fin, el represor relató con lujo de detalles su versión de cómo había sido una de esas visitas. Abrió personalmente el portón de la entrada y se entusiasmó contando que sólo había permanecido diez minutos en el lugar, sin haber pasado los límites de la plaza de armas. Tanta locuacidad pareció desvanecerse cuando la jueza le comunicó que también recorrerían el edificio del casino de oficiales, donde funcionó el centro clandestino de detención.
�Nunca estuve ahí, así que no voy �anunció entonces el represor.
La inspección siguió sin su presencia. La delegación judicial fotografió, filmó y tomó mediciones del edificio del casino de oficiales y su sótano durante una hora y media.
Massera está procesado y cumple arresto domiciliario como partícipe necesario de la apropiación del hijo de Cecilia Viñas y Hugo Penino. Los dos fueron secuestrados en julio de 1977. Cecilia estaba embarazada entonces de siete meses. �Quince días antes de dar a luz, la llevaron a la ESMA desde Mar del Plata, y una semana después del parto la separaron de su bebé�, ha contado Sara Osatinsky, sobreviviente de la Escuela de Mecánica. Javier recuperó su identidad en agosto del año pasado. Había sido anotado como propio por el oficial de la Marina Jorge Vildoza, prófugo de la Justicia desde 1985.
Massera, en anteriores declaraciones ante la Justicia, ya había manifestado que nunca entró en el edificio donde se mantenía en cautiverio a quienes habían sido secuestrados por los grupos de tareas. Juró en su defensa que no le consta que haya habido embarazadas detenidas en la ESMA. Ni que se hubieran realizado allí partos clandestinos. Y que nunca supo que sus subordinados se hubieran apropiado de los hijos que dieron a luz las detenidas, lo que �en definitiva� no era un tema de su responsabilidad. Pero los testimonios de varias sobrevivientes e incluso de un ex marino lo desmienten.
Una de las personas que lo vieron en la ESMA fue Graciela Daleo. Secuestrada cuando iba a tomar el subte en la estación Acoyte, en octubre del 77, Graciela pasó en el edificio de la Marina casi un año y medio en el que fue torturada, vivió encapuchada y arrastrando grilletes hasta que pasó a integrar la mano de obra esclava del ex almirante para sus delirantes ambiciones políticas.
Vio cara a cara al dictador por lo menos dos veces dentro de la ESMA. La primera fue tres días antes de la Nochebuena del �77, cuando Massera fue a desear una �feliz Navidad� a los secuestrados. La segunda, el 18 de septiembre del �78, cuando los detenidos fueron trasladados a la planta baja del edificio para escuchar una arenga del represor sobre la justicia de la lucha que había llevado. �Después �relató Daleo ante la Justicia� como cosa irónica y espantosa nos volvieron a llevar y varios de los oficiales fueron a mostrarnos las condecoraciones que (Massera) les había puesto; nosotros sentíamos que los habían condecorado por secuestrar, torturar y tenernos prisioneros.�
�Hay cerca de una veintena de testimonios que prueban que iba a la ESMA y controlaba ese centro de detención�, recordó ayer la abogada de Abuelas de Plaza de Mayo, Alcira Ríos. Entre ellos está el del ex jefe de operaciones de la Escuela, Jorge Perrén, quien señaló a Massera como el responsable de todo lo que allí ocurría.
Ayer, Massera dejó la Escuela de Mecánica de la Armada acompañado por dos de los custodios encargados de garantizar su arresto domiciliario. Además de la detención ordenada por Servini de Cubría, el ex jefe de la Armada también está procesado en la causa en la que el juez federal Adolfo Bagnasco investiga la existencia de un plan sistemático para la apropiación de bebés nacidos durante la dictadura.
AL RECLAMO DEL CONsEJO SUPREMO
Bagnasco dirá que no
El juez federal Adolfo Bagnasco recibió ayer un oficio mediante el cual el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (Consufa) requirió al magistrado que decline su competencia en la causa por el plan sistemático de sustracción de bebés y remita el expediente a los tribunales castrenses.
En el juzgado de Bagnasco trascendió ayer que el juez defenderá su competencia en el caso, por el que cumplen prisión domiciliaria, entre otros, el ex dictador Jorge Videla y el ex almirante Emilio Massera. En un escrito firmado por el general Alfredo Rolando, presidente del Consufa, y por el secretario Eduardo De Casas, el tribunal castrense pidió a Bagnasco �que se inhiba en la causa que se sigue contra el general de División Santiago Omar Riveros por imputársele la comisión de delito de sustracción de menores�. Además, reclamó al juez �que remita dicha causa al Consejo Supremo... y ponga a su disposición al imputado, ya que este tribunal se ha declarado competente para conocer en la misma�.
Riveros, que durante la última dictadura fue titular del Comando de Institutos Militares, recurrió al Consufa para plantear la incompetencia de los tribunales civiles en el proceso penal por apropiación sistemática de bebés y evitar, así, ser indagado y detenido por Bagnasco, que ya lo había convocado a declarar, sin éxito, en varias oportunidades.
El 30 de marzo último, en una decisión sorprendente, el Consejo falló en favor de Riveros y se arrogó la competencia de la investigación por los delitos cometidos contra cientos de niños, hijos de desaparecidos. Si, como se prevé, Bagnasco se niega a entregar la causa, el tema puede resolverse de dos formas. Hay dos posibilidades: a través de la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal o de la Corte Suprema de Justicia.
�Círculo de genocidas�
�Círculo de genocidas�, decía el cartel que la agrupación H.I.J.O.S. dejó sobre el stand del Círculo Militar en la Feria del Libro, luego del escrache que se realizó ayer en ese sector del predio de la Rural (foto). �Estamos acá para denunciar a Ramón Díaz Bessone, jefe del II Cuerpo de Ejército durante la dictadura militar y ministro del genocida Jorge Rafael Videla. Está implicado en la apropiación de hijos de desaparecidos y tiene un pedido de captura del juez (Baltasar) Garzón�, dijo Florencia Gemetro, una de las integrantes de esa agrupación para explicar por qué el stand 616 del pabellón verde de la Feria era rodeado con bandas que indicaban peligro. �Es un peligro �agregó� que ese ideólogo del Terrorismo de Estado se da el lujo de vender sus libros que no son más que una apología del delito.� Decenas de personas se sumaron a ese escrache sorpresivo en el que se arrojaron bombitas de olor para señalar que �la impunidad huele a podrido�. |
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