|
Es una de las candidatas de la izquierda no marxista. Fue discípula del gurú mendocino Silo. Es abogada especialista en mediación. Lleva casi veinte años militando a favor de la ecología y no le son extrañas las cuestiones de campaña, representó al Partido Humanista en los comicios del �89, del �95 y del �99. El domingo Lía Méndez lo volverá a ser, aunque por partida doble. Compite por la Jefatura de Gobierno y es la primera en la lista de legisladores porteños. Dice que logrará dos escaños desde donde piensan impulsar la equiparación de la dieta de legislador con el sueldo de los empleados legislativos. �¿Y cuáles serán los principales proyectos de sus legisladores? �En primer lugar impulsaremos la ley de responsabilidad política. Creemos que es preciso castigar a los políticos que una vez que obtienen el cargo hacen todo lo contrario de lo que prometieron. Para ello hemos previsto una serie de mecanismos que los obliguen a cumplir con sus promesas, de lo contrario pueden ser destituidos de su cargo. Además, pretendemos una ley de equiparación de dietas. Nosotros, anticipadamente, ya renunciamos a percibir un sueldo mayor al de un empleado medio de la Legislatura. La diferencia entre lo que se liquide y ese sueldo irá a un fondo común desde donde implementaremos un proyecto que otorgará créditos sin intereses y sin garantías, para apoyar al desocupado, a las mujeres sostén de hogar y a jóvenes de 18 a 24. La garantía de devolución está en que frente al cumplimiento de pago de lo adeudado se podrá acceder a un crédito mayor. �¿Qué evaluación hace de su campaña? �La verdad que fue intensa y se basó en largas recorridas por todos los barrios porteños. Entramos en los comercios, en los almacenes para hablar, frente a frente con los vecinos. A ellos les contamos cuál será nuestro trabajo como legisladores. Les dijimos que queremos armar equipos de trabajo donde ellos participen aportando soluciones a los conflictos que viven los barrios. Así como les hablamos de frente, les pedí que nos voten. �¿Y qué les decía la gente? �Les gustó que una fuera con la propuesta de igual a igual y no desde un pedestal como hacen los candidatos más conocidos. �¿Su partido cometió algún error durante la campaña? �En verdad algunas cosas no se hicieron porque seguramente no nos dio el cuero. De corazón errores no hubo, tal vez nos equivocamos en algunas cuestiones tácticas como lugar de difusión masiva. Pero ello también responde a los escasos recursos con que contamos para difundir nuestra propuesta. Pusimos todo lo que pudimos y eso es importante. Ahora es el turno de la gente. Ellos dirán si nos equivocamos o no. �En caso de ballottage, ¿cuál será la actitud que tomará el PH? �Sabemos desde siempre que no apoyaremos a ninguno otro partido. Además le decimos a la gente que elija con libertad, que no se sienta entrampada con la obligación de elegir y debe animarse a utilizar un mecanismo apto de la democracia como es el voto en blanco. Es una manera válida de rechazar a los partidos políticos que no representan a la gente. �Es un recurso válido que un partido convoque a sus seguidores a votar otro candidato en caso de una segunda vuelta. �No es nuestra posición. No podemos traicionar nuestros principios al avalar el voto o el apoyo a lo que decimos combatir. Las agrupaciones políticas deben tener principios y no accionar según la coyuntura. �Deben tener sus especulaciones sobre el número de legisladores que pueden llegar a obtener. �Sí. Aspiramos a ocupar dos escaños.
SUSANA SACCHI, DOCENTE, DEL PARTIDO DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO Hace veintinueve años que Susana Sacchi es activista gremial del Partido de Trabajadores por el Socialismo. Es docente y crítica a la conducción de Marta Maffei en la Federación de los Trabajadores de la Educación (CTERA). Su objetivo es conciliar la defensa de los derechos de los trabajadores con los de la mujer. �La hipocresía de los políticos que se arrodillan ante la Iglesia impide no sólo el derecho al aborto que es una realidad -se hacen 400.000 abortos por año�, sino que está vedando completamente la posibilidad de acceder a una educación de prevención y anticonceptivos.�
|